¿Cómo hacer el reglaje de válvulas de la moto?

Al respecto, hay que tener en cuenta que los periodos de admisión y de escape deben ser muy precisos para que el motor de la moto rinda al máximo, por lo que aparte de que el árbol o los árboles de levas estén convenientemente sincronizados con la rotación del cigüeñal, también es muy importante que la tolerancia entre la leva o el balancín que abre o ataca cada válvula y la propia válvula, sea la correcta. Si tiene demasiada holgura, la válvula no se abrirá debidamente para permitir el correcto flujo de los gases. Por el contrario, si no hay nada de tolerancia, la válvula no cerrará completamente (entonces se habla de válvula pisada), y así el motor se podrá “ahogar” por un exceso de gases y no comprimirá como es debido. Ambas circunstancias afectarán al correcto rendimiento del propulsor y al consumo, de ahí la importancia de que el reglaje de todas las válvulas sea el recomendado por el fabricante de cada moto.

Evolución del reglaje de válvulas

Antiguamente la gran mayoría de los propulsores de cuatro tiempos tenían dos válvulas por cilindro, una de admisión y otra de escape, y eran accionadas por un único árbol de levas. Sin embargo, a finales de los años 70 y principios de los 80 del siglo pasado comenzaron a implantarse los motores “multiválvula” que ya incluían cuatro válvulas en cada una de sus cámaras de combustión, y que eran atacadas por dos árboles de levas, uno para las dos de admisión y otro para las dos de escape. Incluso hubo una época en la que algunas Yamaha de alta cilindrada contaban con cinco válvulas por cilindro (tres de admisión y dos de escape). Al respecto, la guinda la puso Honda al desarrollar un motor V4 con pistones ovales y ocho válvulas por cilindro, que fue el encargado de dar vida a la mítica NR750 llegada al mercado en 1992. Sin embargo, a día de hoy, salvo algún modelo de baja cilindrada que todavía se basta con dos, la mayoría de las motos de venta al público están movidas por propulsores con cuatro válvulas por cilindro y dos árboles de levas en la culata.

Con una culata multiválvula es más fácil lograr un mayor rendimiento. Con ella se consigue que el llenado de la cámara de combustión sea más rápido y completo en periodos de tiempo más cortos. Lo mismo ocurre con el vaciado. De ahí que interesa que las válvulas posean el mayor diámetro posible. Para lograr un mayor espacio en la cámara de combustión, se opta por desarrollar motores de carrera corta con pistones de gran diámetro.

En comparación con las culatas de dos válvulas por cilindro, las de cuatro incluyen válvulas más pequeñas y, por tanto, más ligeras. Esto favorece a su refrigeración y permite incrementar el régimen máximo de giro debido a que las inercias son menores.

¿En qué consiste un reglaje de válvulas?

En la actualidad hay dos sistemas de accionamiento de las válvulas que predominan sobre el resto:

• El primero es el que la leva del árbol acciona un balancín y este a su vez empuja la caña de válvula para abrirla. Este permite hacer el reglaje de manera más sencilla gracias a que el propio balancín posee un característico sistema de tornillo y contratuerca que hace posible realizar la regulación según recomiende el fabricante.

• El segundo sistema es de accionamiento más directo de la leva del árbol sobre la válvula. Entre medias lleva un vaso con una pastilla y para realizar el reglaje se utilizan pastillas de distintos grosores. Como en el primer caso, la pastilla adecuada debe elegirse según la tolerancia recomendada por el fabricante.
•  

Hay que señalar que en los dos casos la regulación se debe hacer con el motor frío. Debe ser la justa para que, al calentarse y dilatarse los componentes, la holgura desaparezca y el motor funcione con mayor suavidad y emitiendo menos ruido mecánico.

Hay un sistema que no necesita que en frío haya tolerancia o juego. Se trata del sistema hidráulico por presión de aceite en el que la holgura entre las piezas es nula independientemente de la temperatura. Por tanto, este sistema no requiere regulación y, manteniéndose siempre tal y como viene de origen.

¿Cuándo hay que hacer el reglaje de válvulas?

En este apartado no hay una norma que sirva para todos los motores. Por lo general los periodos se alargan a medida que la cilindrada es mayor, pero esto no es siempre así. En motores pequeños de 125 cc el reglaje de válvulas se debe hacer entre los 10.000 y 20.000 km. Sin embargo, en motores mayor cilindrada ya se hace a partir de 20.000 km y en algunos casos el periodo se alarga a los 40.000 km e incluso hasta los 60.000 km. También dependerá mucho de la utilización y del tipo de conducción que se practique. No es lo mismo hacer un uso deportivo en el que el motor gira a regímenes altos con asiduidad, que hacer un uso turístico más sosegado en el que el propulsor gira mayormente a regímenes bajos y medios.

¿Cómo hacer el reglaje de válvulas?

Cuando llega el momento de hacer un reglaje de válvulas a una moto, bien por los kilómetros recorridos o bien por el sonido que emite su motor, lo más correcto es acudir a un taller y que sea un profesional el que se encargue de hacerlo. Al no ser una tarea muy habitual, no es algo que pueda realizar cualquier persona. Sí es cierto que en un motor “pequeño” de un solo cilindro y dos válvulas la tarea puede ser claramente más sencilla que en un pluricilíndrico con culata multiválvula, claramente más complejo y, por lo general, menos accesible.

En el caso de optar por hacerlo uno mismo, además de disponer de un juego de galgas (láminas de metal muy finas con grosores diferentes) para comprobar que la holgura o medida sea la que el fabricante recomienda, se deberá trabajar de la manera siguiente:

1. Con el motor frío empezaremos extrayendo la bujía o bujías. No está de más haber desconectar el borne negativo de la batería.
2. Levantar la tapa de la culata o desenroscar las tapetas que dan acceso a los reguladores de las válvulas.

• Hacer girar el motor y buscar el punto muerto superior del pistón. Hay que tener en cuenta que en cada ciclo de un motor de cuatro tiempos hay dos momentos en los que el pistón se encuentra en ese punto. De los dos hay uno en el que las válvulas se quedan sueltas y ese es el que se debe escoger. Además, hay que hacer coincidir algunas marcas de referencia existentes en los árboles de levas, en los piñones que los mueven o en el encendido.
• Introducir la galga correspondiente entre la leva y la válvula. Debe entrar sin excesiva facilidad. Si no entra significa que la válvula está pisada. Si entra sin ninguna dificultad, entonces probaremos con una de mayor grosor que el recomendado. Si entra es que el juego es mayor que el recomendado.

• En el caso de que el sistema incluya balancines con contratuercas, será más fácil que lo podamos regular nosotros mismos, especialmente si contamos con un útil específico para realizar esta tarea. Si el sistema de regulación es por pastillas, la regulación es más compleja, pues requiere desmontar los árboles de levas y al montarlos de nuevo debemos calar o ajustar correctamente la distribución. En la mayoría de las motos de hoy en día la distribución es movida por una cadena de distribución. Sin embargo, hay algunas que utilizan correa dentada o cascada de engranajes en lugar de cadena, dos sistemas que requieren mayores conocimientos para calarlos debidamente. El calado o ajuste de la distribución es un procedimiento un tanto crítico que garantiza la perfecta sincronización entre el cigüeñal y los árboles de levas. Que el calado sea el correcto es de vital importancia para el rendimiento, la eficiencia y la duración del motor.