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Control de tracción

6 minutos 09/04/2025

El control de tracción de una moto es un sistema de seguridad activa que detecta y corrige la pérdida de agarre de la rueda trasera, principalmente en el momento de acelerar. Evita en gran medida que el neumático posterior patine, contribuyendo a la estabilidad, especialmente sobre firmes húmedos o deslizantes.

Control de tracción


¿Qué es el control de tracción?

El control de tracción es un sistema de seguridad activa presente en muchos vehículos modernos. Su función principal es evitar que las ruedas pierdan adherencia al acelerar, especialmente en superficies resbaladizas o inestables como lluvia, nieve o grava. Este sistema utiliza sensores que monitorean la velocidad de las ruedas y, cuando detectan un deslizamiento, ajusta automáticamente la potencia del motor o aplica los frenos a las ruedas necesarias para recuperar el control.

El control de tracción en una moto comparte los sensores y las ruedas fónicas del ABS. Una rueda fónica es una pequeña corona de acero que va instalada en un lado de la llanta, generalmente en el interior del disco de freno. Esta corona posee una serie de hendiduras gracias a las cuales el sensor correspondiente detecta su velocidad de rotación, y envía los resultados a la unidad del ABS o a la Unidad de Medición Inercial (IMU), dependiendo de si una moto es más o menos sofisticada. Las motos con control de tracción deben equipar ABS de dos canales, lo que quiere decir que montan este sistema en la rueda delantera y en la trasera. De este modo, incluyen un sensor en cada eje y estos monitorean la velocidad de giro de cada una de las dos ruedas y controlan si la rueda trasera gira más rápido que la delantera, lo que quiere decir que está perdiendo tracción o agarre.

¿Cómo funciona el control de tracción?

Lo más habitual es que las motos pierdan tracción al acelerar sobre carreteras húmedas, sucias o con asfaltos deslizantes. Se puede dar el caso de que motos muy potentes patinen al acelerar saliendo de una curva o al arrancar desde parado, incluso sobre asfaltos secos y con buen agarre. También las bajas temperaturas ambientales o un neumático frío pueden hacer que la rueda trasera de una moto pierda tracción al acelerar.

En el caso de que la moto cuente con Unidad de Medición Inercial, el control de tracción también funcionará dependiendo del grado de inclinación. De este modo, sabrá si la moto está circulando en línea recta o si está trazando una curva, lo que hará que tarde más o menos tiempo en entrar en acción.

Control de tracción en motos 

Aparte de hacer la moto más segura, un sistema de control de tracción contribuye a que la conducción sea más fácil, ayudando a que el conductor controle mejor la moto, especialmente si esta es muy potente. Al respecto, hay que señalar que en la actualidad cada vez es más habitual que se incluya en motos intermedias e incluso de 125 cc, lo que deja claro que siempre es una ayuda, independientemente de la potencia y la cilindrada.

Una vez que el sensor del eje posterior detecta que la rueda trasera está girando significativamente más rápido que la rueda delantera, un sistema de control de tracción puede entrar en acción de manera automática de varias maneras:

  • Rebajando el suministro de gasolina a través de la inyección electrónica.
  • Reduciendo la potencia o el par del motor actuando directamente sobre la centralita o Unidad de Control del Motor (ECU).
  • Produciendo un corte de encendido.
  • Frenando la rueda que patina, aunque esto se suele hacer en coches o en vehículos con más de dos ruedas.

Tipos de sistemas de control de tracción

En motos provistas de IMU, el control de tracción o DTC se puede ajustar en varios niveles para que tarde más o menos tiempo en entrar en acción o, lo que es lo mismo, para que sea más o menos intrusivo. Incluso, en motos con varios modos de conducción, cada modo tiene un nivel del control de tracción asignado, aunque este se puede modificar al gusto del usuario. Por ejemplo, si una moto posee modos de conducción Rain, Touring y Sport, sus respectivas regulaciones predeterminadas de fábrica pueden ser 6, 4 y 2, respectivamente, siendo la primera la más intrusiva.

¿Cuándo se activa el control de tracción?

La mayoría de las motos que incluyen control de tracción entre su equipamiento de serie permiten que este pueda ser desactivado desde una tecla o botón. Por lo general, este suele estar en una de las botoneras del manillar o semimanillares, aunque se puede dar el caso de que el botón esté instalado en el algún lugar del tablero de la instrumentación o en alguno de los paneles de la carrocería.

Lo más habitual es que para desactivar un sistema de control de tracción haya que hacerlo con la moto parada con el contacto puesto. Una vez desconectado, para volverlo a activar se deberá volver a presionar el correspondiente botón, o bien apagar el contacto (con llave o con botón en el caso de que la moto disponga de llave de proximidad) y volverlo a encender.

Todas las motos que disponen de control de tracción incluyen en algún lugar de la instrumentación un “chivato” o testigo luminoso que indica si está activado o desactivado y, por tanto, es importante prestarle atención. Lo más habitual es que la luz del citado testigo sea de color naranja. En el caso de que tenga varios niveles, indicará con el número correspondiente el nivel seleccionado.   

En algunas circunstancias como puede ser la circulación sobre carreteras muy resbaladizas o al transitar con una moto de tipo trail sobre tierra, puede ser beneficioso desactivar el control de tracción para permitir que la rueda trasera patine y así ayudar a dirigir mejor la moto hacia el punto deseado. En ciertas situaciones con nieve, hielo, barro, etc., en las que la moto no avanza al acelerar, se debe desactivar el control de tracción para tratar de salir del embrollo, haciendo que el neumático posterior patine de manera intencionada.

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