Tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina, así que ahí va una lista con 10 regalos moteros para tus pequeños, o para tus sobrinos, o ahijados, o lo que sea. Y si resulta que a ellos no les gusta, pues nada, intenta disfrutarlos tú. Porque una moto siempre es una moto.
1.- Ropita de bebé malote. Empezamos con unos ‘bodys’ de bebé perfectos para los hijos de padres moteros. Incluyen divertidos mensajes como ‘Born to ride’, ‘yo no ronco, sueño que tengo una moto’ o ‘soy motero como mis papis’. También hay pantuflas, chupetes, gorritos…, y no solo para recién nacidos: también para niños hay todo tipo de ropa con la moto como principal protagonista.
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2.- Curso de iniciación a la moto. Si el peque ya no es ningún niño, le ves cualidades y está motivado, un curso para iniciarse en el mundo de las motos puede ser un regalo de esos de lágrima y abrazos. En internet puedes encontrar distintos centros, y seguro que cerca de tu ciudad hay algún circuito disponible. Nosotros te proponemos el que ofrece Honda para que los chavales aprendan a manejar un vehículo de dos ruedas de manera segura.
Foto: www.honda-montesa.es
3.- Moto de agua hinchable. Vale, de acuerdo, no es un regalo muy navideño. Pero cuando se acerque el verano, tu hijo recordará que seis meses atrás le regalaste un pedazo de plástico y ha llegado el momento de darle uso. Lo hincharás con esos golpes de aire que parece que te quitan la vida, y ¡alehop!, ahí tienes tu moto de agua infantil.
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4.- Scalextric con motos. Un clásico, de ahora y de siempre. Lo normal es competir con coches, pero en ningún lugar está escrito que no se pueda jugar con motocicletas. El Scalextric es un juguete asociado a la Navidad. De cuando aprovechabas las fiestas para montar el circuito en el pasillo de casa y ponías a tus padres de los nervios porque no dejabas pasar con los platos de la cena. La versión motera tiene el añadido de que es más difícil de controlar. Tú ya lo sabes: dos ruedas son más complicadas de manejar que cuatro.
5.- Réplica de la Honda Repsol. Aquí igual se te presenta un dilema. ¿Se lo regalo al chaval o me la compro para mí y la coloco en la estantería del salón? Las réplicas de las motos del Mundial de MotoGP son una auténtica maravilla, tanto para jugar con ellas y simular las tumbadas de Dani Pedrosa o Marc Márquez como para vacilar de ellas cuando tienes visitas en casa. Quizás la opción sea un día tú y un día yo.
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6.- Tu primera carrera de MotoGP. No todo tienen que ser regalos materiales. También las experiencias dejan un sello que dura para siempre. ¿Cómo olvidar la primera vez que presenciaste en directo una carrera de motos? El ruido, las gradas, la velocidad…, nada que ver con vivir el Mundial de MotoGP desde el sofá de casa. Aquí todo es distinto, en primera persona, y si eres un niño, la sensación se multiplica porque todo te parece mucho más grande. Si te animas, no olvides que en nuestro país se celebran cuatro pruebas del Campeonato de Motociclismo: GP de Aragón, GP de Catalunya, GP de España y GP de Valencia. En nuestra web encontrarás el calendario con el detalle de todas las carreras. https://www.boxrepsol.com/es/calendario-motogp-2018/
Marc Márquez firma la gorra a una fan en un Gran Premio de MotoGP
7.- Simulador de moto para el salón. Es, probablemente, el regalo más caro de todos. Pero menuda gozada, porque lo acabará disfrutando toda la familia y las visitas de amigos se multiplicarán misteriosamente. Son de un realismo extraordinario y se les puede incorporar unas gafas 3D que te llevarán hasta el circuito que más te guste sin necesidad de quitarte el pijama.
8. Motos de radiocontrol. Este es un regalo que no falla nunca. Porque el coche es fácil de manejar y te acabas cansando rápido. Pero la moto es otra cosa, porque el niño primero se desesperará, pero con el tiempo se dará cuenta de que no solo es capaz de mantenerla erguida, sino también de realizar tumbadas y alcanzar velocidades de vértigo. Y si la cosa va a más, puede terminar participando en el Mundial de Motos de Radiocontrol, que el año que viene debería disputarse en España.
Encima de una mesa vemos la parte superior de una moto de radiocontrol de Marc Márquez.
9.- Un puzle para toda la vida. Juntar una pieza con otra. Y luego otra, y otra, y otra. Hasta que consigues dar forma a un paisaje, un monumento, un cuadro famoso. ¡O una moto! Sí, amigos, también existen puzles moteros. Y no solo puedes reproducir la tumbada de algún piloto famoso, en internet encontrarás empresas que convierten tu propia foto motera en un puzle.
Caja del puzle oficial del campeonato de MotoGP.
10.- Pastel motero. Para terminar, y aunque hablamos de la Navidad, te proponemos que culmines tus comilonas de las fiestas con un pastel motero. A nadie le amarga un dulce. Y, por supuesto, a nadie le amarga una moto.
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