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¿Podrías citar alguna moto española con mayor aureola que la Montesa Impala de 1962?
¿La sigues reconociendo cuando la ves, aún hoy en día, rodando en carretera o aparcada en tu ciudad?
¿Te agradan sus líneas puras, merecedoras del premio Delta de Oro de diseño industrial en 1962?
¿Te emocionan su esbelto tanque en rojo, su asiento en forma de “guitarra” y sus estilizados guardabarros en color negro?
¿Y su añejo petardeo a dos tiempos acompañado de aquella peculiar humareda con olor a aceite “medio quemado”?
Su recuerdo sigue bien vivo, y el Moto Club Impala nació en 1997 con el objetivo de mantener vivo este modelo de Montesa.
El “Impala” se ha significado realizando todo tipo de actividades que mantengan vivas a estas motocicletas, impidiendo que sean las típicas motos clásicas perfectamente restauradas, pero que languidecen en garajes y exposiciones.
Recordemos que la Montesa Impala es el modelo señero de la marca de Esplugues de Llobregat.
De sus múltiples versiones se fabricaron más de 55.000 unidades entre 1962 y 1972…
Se trataba de una dos tiempos de 175 cc que, para la época en que la marca empezó su rivalidad “eterna” con Bultaco, era moderna, robusta y de líneas sencillas y elegantes.
La fiabilidad iba a ser su punto fuerte.
Lo probó la legendaria Operación Impala. Además de dar nombre definitivo al modelo, aquel viaje llevó en 1961 a cuatro intrépidos aventureros a atravesar África de sur a norte, en un periplo de 20.000 km que duró tres meses…
 
La Impala era un modelo que, según la publicidad de la época, era bueno “para atravesar África, para competir en campeonatos de velocidad o para ganar las 24 horas de Montjuïc”
De hecho, el recuerdo de este modelo siguió muy vivo incluso tras la desaparición de la marca al ser absorbida por Honda.
En 1982 se puso en producción una nueva versión, la Impala 2, que estuvo en producción hasta 1988.
Miles de Impala campan todavía alegremente por las carreteras. Algunas están restauradas de modo impecable. Otras lucen intactas las marcas de décadas de servicios prestados. De aquella realidad surgió un club que ha mantenido vivo este espíritu y que presenta cada año un calendario de actividades diversas.
La más señera es, sin duda, la “Impalada”, su ineludible reunión anual.
Año tras año, y este año 2017 se ha celebrado su trigésima edición, el club ha ido creciendo, tanto en actividad como en número de socios.
La Impalada reúne ya más de 400 apasionados.
¿Tienes una Impala en tu garaje? ¿La heredaste de tu padre o abuelo? ¿Quieres saber todo acerca de este eterno modelo?
Pues contáctalos en la red (www.motoclubimpala.com) para saber más de ellos.