Naohisa Yamaguchi proviene de un país en el que la historia contemporánea no se entiende sin las motos. Nació -seguro que los habéis adivinado- en Japón. Es la tierra de las grandes marcas de motocicletas, como las Honda que pilotan Marc Márquez y Dani Pedrosa. Y también es la cuna de los dibujos animados. Nuestro protagonista ha bebido de ambas fuentes e incluso ha roto moldes creando algo tan exótico como máscaras tradicionales japonesas adornadas con motivos moteros. A nosotros nos recuerdan las que usan los luchadores mexicanos. ¿A vosotros?
Los sueños de juventud de este diseñador gráfico ayudan a entender un poco más al personaje. Cuando era pequeño quería ser taxista y cocinar sushi. Esa vocación de servicio, de hacer cosas por los demás, ya fuera llevarlos de aquí para allá o darles de comer, fue cambiando con el paso de los años. El taxi dejó paso a la moto y los cuchillos se convirtieron en lápices y rotuladores. Empezó a dibujar y se dio cuenta de que la cosa no se le daba nada mal. Caras, animales, personajes de ficción, monigotes. Y motos, muchas motos. Todo, con un estilo muy característico y peculiar, con esos ojos enormes que tanto gustan a los ilustradores nipones y que buscan dotar a sus personajes de mayor expresividad.
En el caso de las caricaturas moteras, Yamaguchi pinta a los pilotos modificando las proporciones de sus cuerpos. Cascos enormes en torsos pequeños; y motos cortas, como compactas, pero sin que falte ningún detalle. En su galería de estrellas aparece, entre muchos otros, Dani Pedrosa en plena tumbada en una curva de derechas, con su cabeza gigante sobre una máquina menuda que parece manejar como si fuera un juguete. Sus motos de dibujos animados reproducen los colores, los logos e incluso la tipografía de los dorsales de cada uno de los homenajeados. Entre sus elegidos también está Ángel Nieto.
Otro componente del Equipo Repsol Honda que ha pasado por la pluma de este artista nacido en Yokohama es el piloto japonés Tohru Ukawa. En el 2001 compitió en la categoría reina teniendo como compañero de filas a Àlex Crivillé, que dos años antes había conseguido ser el primer español en ganar el Mundial de 500cc. Tohru logró un podio en la segunda carrera, en el GP de Suráfrica, y terminó el campeonato en décima posición. En su segundo año con nosotros mejoró mucho su rendimiento, terminó la temporada en tercera posición, ¡nada mal! Eran los años en los que en la parrilla había hasta nueve pilotos nacidos en el imperio del sol naciente.
Pero al margen de sus simpáticas caricaturas, Naohisa ha abierto nuevos campos artísticos. Cómo llegó a combinar las máscaras tradicionales japonesas y las motos es una incógnita, pero lo cierto es que el resultado es una maravilla. A más de uno, por los colores y las líneas simétricas, le vendrán a la cabeza las que usan los luchadores mexicanos, aunque en ese caso, el material utilizado es la piel, para que se agarre más y mejor a la cara, y aquí se recurre a las láminas de escayola. Las de Yamaguchi son las máscaras de toda la vida, sin grandes complicaciones, pero con la peculiaridad de que cada una de ellas es un ejemplar único, adornada con motivos moteros. Tres de ellas las ha dedicado al Equipo Repsol Honda. En una primera rinde homenaje a Márquez y a Pedrosa, con la reproducción del símbolo samurái y la hormiga y los dorsales de ambos pilotos. En otra máscara solo aparece una hormiga gigante y el 93 de nuestro campeón de Cervera. Y en una tercera, del 2013, celebra el primer título en MotoGP de Márquez.
Para terminar, a las caricaturas y a las máscaras tenemos que añadirle la ropa. En este caso, os presentamos la colección exclusiva de zapatos MotoGP Edition. Confirmado: Naohisa Yamaguchi tiene claro que Repsol pinta mucho en esto de las motos.
Fotos: Naohisa Yamaguchi