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Tienes una Honda SH 125, un clásico urbano. Y que decides que quieres formar parte de la carrera sí o sí. Te lo piensas, no lo ves tan imposible. Mandas tu scooter en un barco y tú te coges un avión para tomar la salida, el 7 de enero, en Lima, la capital de Perú. Tú, tu ‘Scoopy’, 5.000 kilómetros por delante y compañeros de competición como Isidre Esteve, con su coche adaptado y que una vez más cuenta con el patrocinio de Repsol. Vamos a la faena: ¿cuánto crees que tardarías en hacerte el rally? ¡Veamos!
Pasaremos por alto lo más lógico porque, como ya habrás adivinado, correr el Dakar en un scooter es imposible. Porque la moto no pasaría las dunas, porque el motor no está preparado para tanto ‘tute’ durante tantos kilómetros y a temperaturas tan extremas; porque tu depósito de combustible requeriría de mucho más abastecimiento; porque la velocidad media no te permitiría alcanzar los ‘way points’… Por muchas razones. Pero pongamos por caso que el tiempo es ilimitado, que tienes un helicóptero cisterna que alimenta tu moto dónde y cuándo quieras y que las zonas más arenosas consigues sortearlas sin que el desierto te coma. Si todos esos astros se alinean, podemos empezar con la aproximación, que ya os avanzamos que es más bien poco científica. Hay una cosa que juega a favor del proyecto: el trayecto de este año es más corto de lo habitual.
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El Dakar 2019, que se disputa íntegramente sobre tierras peruanas, tiene un trazado de 5.000 kilómetros, de los que cerca de 2.900 son cronometrados. Hay etapa cada día hasta el 17 de enero, con un día de descanso, el 12, en Arequipa. El 70% del recorrido son dunas, así que esto no va a ser ningún paseo. Para tratar de adivinar el tiempo que hará falta para cruzar la meta con la Scoopy, lo mejor será trabajar sobre los resultados del año pasado.
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Si tomamos los tiempos en dos etapas arenosas de la edición del 2018, llegamos a la conclusión de que el tiempo estimado para cubrir los 2.900 kilómetros de este año rondará las 40 horas en total. Seguramente superarán esta marca, dado que esta edición se prevé que sea una de las más duras de la historia reciente. En cualquier caso, si tenemos en cuenta las limitaciones de la SH 125, sobre todo en lo que respecta a velocidad y prestaciones para abordar las dunas y la arena, podemos prever que tardaremos más, mucho más… Pongamos por caso que conseguimos una velocidad media inferior a los 30 kilómetros por hora, habida cuenta de que casi iríamos parados en los tramos más peliagudos para terminar rozando los 80-90 km/h en las secciones más llanas y agradecidas. En carretera sin pendiente puede alcanzar los 120 km/h, pero aquí sería una temeridad dar gas a fondo, por mucho mono y protecciones que llevemos. Hay que tener en cuenta que, con un depósito de 7,5 litros, cuatro veces inferior al de las motos que se suelen pilotar en el Dakar, sería obligatorio parar mucho más a menudo. Esos ‘stop&go’, sin embargo, irían muy bien para enfriar el motor y pasarle un trapito para quitar toda la arena que pueda colarse y dañar el engranaje. Entre una cosa y la otra, nos situaremos por encima de las 100 horas sobre la Honda para terminar el Dakar 2019.
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