¿Qué es la conducta PAS?
Raro es que un usuario de tráfico no se haya visto envuelto en un accidente, quizás como víctima, pero también como testigo del incidente. En este supuesto, se puede dar el caso de que nos convirtamos en el primero que asiste al accidentado. En esta situación, la tensión del momento y la inexperiencia puede hacer que dudemos o que actuemos de forma atropellada. Además, las inclemencias meteorológicas pueden acentuar tanto la gravedad del accidente como la tensión de los testigos. Pero, que no cunda el pánico, en situaciones así hay que intentar tener calma y regirse por el protocolo PAS, que establece tres premisas fundamentales: Proteger, Avisar y Socorrer.
Pasos del protocolo PAS
Es importantísimo saber cómo actuar porque en una situación grave como es un accidente de tráfico, no sólo está en juego la vida del accidentado, sino que aquel que acude en su socorro también se pone en riesgo si no se muestra riguroso con el protocolo PAS, lo que agravaría la situación. Cada año son muchas las víctimas graves e incluso mortales de accidentes de tráfico originados por un incidente menor que no toman las precauciones necesarias de seguridad en el momento de prestar auxilio al accidentado.
Proteger
Si te encuentras con un accidente y vas a socorrer a las víctimas, lo primero es asegurarte que dejas tu vehículo en un sitio apartado y seguro, bien señalizado con las luces de emergencia, que no pueda provocar un nuevo incidente. Deberás ponerte el chaleco reflectante y permanecer fuera de la calzada, y si el vehículo está incendiado o transporta sustancias peligrosas, hay que apartarse de él. Señala adecuadamente el accidente con los triángulos señalizadores de emergencia, para alertar de la situación a otros conductores y para que circulen de forma preventiva.
Avisar
Hay que avisar a los servicios de emergencia a través de 112, facilitando una serie dedatos precisos para una correcta localización del accidente. Si se trata de un accidente urbano, indica la calle y el número, o el cruce de calles, por ejemplo. Si es en carretera, indica la vía de la que se trata, su punto kilométrico, el sentido de la marcha, si es unavía de doble dirección, e incluso detalles del lugar (por ejemplo, hay un aparcamiento, una fuente, una iglesia…) que ayuden al equipo de emergencia a acudir sin extraviarse, y además facilitarles tu número de teléfono para que puedan ponerse en contacto contigo en caso de necesidad.
Debes indicar al 112 cuántas personas se han visto implicadas en el accidente, y darles una somera indicación sobre su estado, si están conscientes o si tienen alguna hemorragia, por ejemplo.
También es importante alertar sobre el tipo de vehículo que se trata, o si transporta algún tipo de sustancia peligrosa sobre la que tendría que actuar el equipo de intervención.
Socorrer
Una vez completados estos dos pasos, hay que atender a las víctimas. Una premisa fundamental en un accidente de tráfico es no mover al accidentado, ni sacarlo del vehículo, y en caso de ser motorista, nunca se le debe retirar el casco. Porque en cualquiera de estos casos se podrían agravar las lesiones.
Tampoco se le debe proporcionar bebida ni comida, ni ninguna clase de medicamento. Y, por supuesto, en ningún caso intentes trasladar por tus medios a un accidentado a un centro médico. Debes permanecer en el lugar del accidente hasta la llegada de los servicios de emergencia.
Es importante permanecer junto al accidentado, si es posible, para transmitirle tranquilidad y confianza, e intentar que permanezca sereno, dentro de una situación tan complicada como es ser víctima de un accidente. Si el estado del herido es grave y requiere de una intervención inmediata, como una RCP (reanimación cardiopulmonar), siempre que se sepa cómo actuar esta ayuda puede resultar crucial.
¿Cómo aplicar el protocolo PAS en un accidente de tráfico?
Según un informe de RACE, los primeros momentos tras el accidente son fundamentales. El 50 % de las víctimas mortales en accidente de tráfico se producen inmediatamente en el momento del accidente, o en los cinco minutos posteriores al mismo.
La gravedad de un siniestro la determina el estado de las víctimas. Si estas se encuentran conscientes y centradas, respiran y no presentan hemorragias, e incluso colaboran en la salida del vehículo, su estado puede considerarse menos grave, pero precisarán de una adecuada revisión por los servicios de asistencia médica para descartar lesiones ocultas.
Cuando un accidentado se presenta inconsciente y con problemas respiratorios, o sufre una importante hemorragia, es un herido de elevada gravedad y requiere una atención urgente, y así hay que comunicarlo al equipo del 112 con el que se contacta, que en muchos casos puede dar indicaciones precisas de cómo actuar hasta la llegada de las asistencias.
¿Cómo actuar en caso de heridos con quemaduras?
La atención más compleja es la de los heridos de un accidente víctima de quemaduras. Siguiendo las indicaciones del protocolo PAS, hay que retirar a la víctima del foco de calor, y si aún quedan llamas sobre ella, sofocarlas cubriendo a la persona afectada con una manta o haciéndola rodar por el suelo. No rocíes nunca con un extintor a un quemado: combaten el fuego con químicos y estos pueden agravar las lesiones de una quemadura.
Hay que retirar la ropa y los objetos (anillos, reloj…) de la zona afectada. Es conveniente enfriar dicha zona con agua fría abundante hasta que llegue la asistencia, y siempre evitar presionar la herida ni aplicar ningún tipo de ungüentos ni pomadas, ni pinchar las ampollas, ni comprimir las heridas con vendajes, ni aplicar tiritas o esparadrapo. Lo mejor es dejar la zona de piel dañada al aire, y que sean los equipos sanitarios quienes apliquen el material estéril de protección.
Pero, por encima de todo, lo importante es intentar mantenerse sereno y centrado, teniendo presente los tras pasos fundamentales a realizar (Proteger, Avisar, Socorrer) para que así una situación grave, como lo es un accidente de tráfico, no se vea agravada. Aún así, conducir de manera preventiva y siguiendo todas las medidas de seguridad reduce notablemente las probabilidades de sufrir un incidente.