Deus ex Machina es una expresión que proviene del teatro griego. Se usaba para referirse a la grúa que permitía que un actor disfrazado de Dios entrase en escena colgando. Eran entradas espectaculares, como podéis imaginar. Y más en una época en la que el teatro lo era todo. En el momento en el que intervenía la grúa, la trama cambiaba. Deus ex Machina es la espectacular entrada que hacía el dios de turno mediante una grúa y conseguía dar un giro a los acontecimientos de la obra.
Y eso es precisamente lo que hacen desde Deus ex Machina. Catalogarlos como un taller es quedarse cortos. Ellos, en realidad, son mucho más. Es una marca. Una marca aspiracional y puntera. Un referente en el rediseño de motos.
Los nombramos en otro post, con ocasión de la moto customizada de Orlando Bloom, pero hoy vamos a hablar de ellos más en profundidad.
Su negocio consiste en crear ediciones limitadas de motocicletas. Parten siempre de un modelo común, que podemos encontrar en el mercado, pero luego lo reversionan como les parece. Y siempre con un gusto exquisito. Con un cuidado en los detalles alucinante y con una elegancia que hace que cada uno de sus rediseños valga más de lo que realmente cuesta.
Cuando uno mira su catálogo, disponible en su web, queda automáticamente superado por la belleza de sus modelos. No sabrías decir cuál te gusta más. Podrías seleccionar fácilmente un buen puñado de ellos con los que te gustaría quedarte mañana mismo. Haz la prueba. Entra en su web y trata de uno escoger un modelo solo.
La mala noticia es que están muy lejos. Y aunque sus rediseños van desde los 4000 euros hasta lo que te quieras gastar, habría que desplazarse hasta Australia, Sudáfrica o Los Ángeles para hacerse con una.
Vale, lo admitimos. Puede ser un planazo. Coger tu moto y atravesar África entera para llegar a su taller en Ciudad del Cabo, pagar el rediseño y volverte con una moto que hará que no sólo haya valido la pena la aventura, si no que será una pieza única de esas que dejarás a tus hijos y ellos a los suyos y así sucesivamente. Las motos de Deus Ex Machina son eternas.
Fotos hechas por Lisi Lluch @inthemoodforfoodblog en el estudio de Deus Ex Machina en Bali.