El fenómeno Café Racer es estética y una forma de vida; el Club 59 su mayor icono. No está mal para el club que fundó un reverendo con la intención de llevar por el buen camino a un puñado de jóvenes británicos.
El Reverendo Bill Shergold llegó tarde a la escena del motociclismo británico. De hecho, tenía 30 años cuando se subió por primera vez a una motocicleta, una Bantam 125. Era 1949 y el boom de la motocicleta después de la Segunda Guerra Mundial ya había comenzado en Gran Bretaña. Se hizo con aquella problemática Bantam buscando un medio de transporte. Su falta de experiencia le obligó a aprender mecánica básica, y en más de una ocasión tuvo que empujar su moto varios kilómetros. Desde luego, no fue la mejor de las experiencias. Sólo a su llegada en 1959 al East End de Londres como responsable de la Eton College Mission en Hackney Wick, fue cuando se decidió a comprar una BSA 250.
Comenzó a disfrutar del motociclismo aún sin demasiada experiencia, hasta que un amigo le habló del Club 59, fundado por el también religioso John Oates, y de su rápida expansión. Convocó a los motoristas de la época escribiendo al semanario Motorcycle News, habló a sus fieles sobre la posibilidad de crear un club de motocicletas y visitó el mítico Ace Café en busca de jóvenes motoristas a los que invitar al nuevo club. La tendencia Café Racer se abría paso en aquellos años, con jóvenes amantes del Rock’n’Roll al manillar de sus motocicletas modificadas artesanalmente y, que poco a poco comprobaban que el Reverendo Shergold era un tipo más interesante de lo que se imaginaban.
Las marcas británicas estaban en boga en aquel momento, Norton, Triumph o BSA eran las motos preferidas de los Rockers de la época, y amantes de la música, los Mods. Estos últimos tenían gustos musicales distintos y conducían scooters de Vespa y Lambretta. El cine inmortalizó esta parte de la escena social británica en el largometraje “Quadrophenia”, dirigida en 1973 por Franc Roddam y protagonizada por Phil Daniels, que describe el escenario londinense de los años 60 y la rivalidad entre Mods y Rockers.
El Club 59 llegaría a contar con el apoyo de conocidos personajes públicos y más 20.000 miembros. Admitía a hombres y mujeres y quizá su mayor atractivo era la práctica ausencia de reglas. Durante la década de 1980 la parte más rocker del club se convirtió en una sección clásica y en 1993 se trasladó su sede de Hackney a Plaistow.
Actualmente mantiene fuertes vínculos con el Ace Café y en 2009 celebró su 50 aniversario con una multitudinaria reunión en las calles de Londres, a la que asistieron numerosos e ilustres miembros.
El amor por las motocicletas británicas continúa moviendo el corazón de sus fanáticos más veteranos que exhiben orgullosamente un característico parche en la manga de sus chaquetas. Este club admite a motoristas de todos los estilos y procedencias, y en 2019 celebró sus 60 aniversario con otro religioso al frente, actualmente llamado Scott Anderson.
Con más de 30.000 miembros afiliados, es uno de los clubs más grandes del mundo, con diferentes sedes repartidos por todo el planeta.
Foto cabecera: Dominio público.