¿Qué es un embrague de moto?
El embrague es una parte interna del motor que permite dosificar la entrega de par y potencia, es decir, conectar o desconectar la transmisión de giro del motor a la caja de cambios, dosificándolo a través de la maneta izquierda para poner en movimiento la moto. Técnicamente llamado embrague de fricción, es necesario hacer uso de él para que el propulsor no se cale al arrancar desde parado y para facilitar las operaciones con la caja de cambios, ayudando a que esta no sufra al subir o bajar marchas.
El más habitual en una moto es el embrague tipo multidisco y este recibe el movimiento del cigüeñal a través de unos elementos que componen la llamada transmisión primaria. Aunque también la hay por cadena e incluso por correa dentada, lo más habitual en la actualidad es que esta transmisión sea por engranajes, que no tiene mantenimiento y permite fabricar motores más compactos. En este caso, un pequeño engranaje colocado en una de las puntas del cigüeñal mueve un gran engranaje periférico que bordea la campana o maza del embrague.
¿Qué función tiene el embrague en una moto?
La función del embrague es conectar o desconectar la transmisión del movimiento desde el motor a la rueda trasera, siempre a voluntad del conductor de la moto, que es el encargado de actuar sobre el mando de la moto, que en las motos actuales se localiza en una maneta en el lado izquierdo del manillar. La desconexión que tiene lugar cuando se acciona la citada maneta es necesaria para iniciar la marcha desde parado y es conveniente hacerla cada vez que se realiza una operación de cambio, tanto al subir, como al bajar marchas. Por este motivo, lo más habitual es que vaya situado entre la transmisión primaria y el eje primario del cambio.
Si es cierto que en motos modernas provistas con asistente para el cambio o “quick shifter”, como la Africa Twin, se puede subir o bajar marchas sin presionar la maneta del embrague, pues este sistema realiza un corte de encendido al detectar un movimiento de la palanca del cambio, facilitando la operación de engranar marchas hacia arriba y hacia abajo. En este caso sigue siendo necesario hacer uso del embrague en el momento de arrancar desde parado.
¿Cuántos tipos de embrague existen?
Dentro de los llamados embragues de fricción, que son los que utilizan las motos, pueden ser multidisco, monodisco o centrífugo de zapatas. Luego puede funcionar en seco o en baño de aceite, y por el tipo de accionamiento pueden ser automáticos o manuales, subdividiéndose estos últimos en hidráulicos o por cable. Aparte, se puede tener en cuenta la naturaleza del material de fricción y este puede ser de guarnición (también llamado “ferodo” debido a una conocida marca comercial), cerámico o de corcho.
Embrague multidisco en aceite
Este es la solución más común en las motocicletas actuales. Su mayor ventaja es su compacidad y reducida inercia, ayudando así a realizar operaciones de cambio suaves y, a la vez, rápidas. Va instalado en uno de los extremos del eje primario, generalmente en el del lado derecho. Sobre él, apoyada sobre un rodamiento, va la maza o campana del embrague, en cuya periferia tiene tallado un engranaje de gran diámetro que es movido por el piñón del cigüeñal.
La maza cuenta con unas aberturas denominadas almenas en la que se introducen las orejetas de los discos conductores para hacerse solidarios con ella. Estos discos son metálicos y van forrados por las dos caras por alguno de los materiales de fricción citados en el párrafo anterior. Por otro lado, en el interior de la campana va otra pieza llamada tambor que va fijada al eje primario mediante un estriado. Este tambor posee unas entalladuras que son complementarias a unas que poseen los discos conducidos en su borde interior. Estos discos carecen de recubrimiento y son llamados también “metálicos”.
De este modo, colocados alternamente, tenemos los discos conductores o “forrados” que giran solidarios a la maza y los discos conducidos o “metálicos” que giran solidarios al tambor. Para garantizar el contacto entre todos los discos son necesarias algunas piezas que ejerzan la necesaria presión para que formen un paquete sólido y no patinen entre ellos. De comprimirlos se encarga un plato que va colocado sobre unos empujadores que presionan unos muelles. Comprimiendo estos muelles un poco más mediante el mando o la maneta del embrague, liberamos a los discos de su presión, permitiendo el deslizamiento entre ellos, con lo que el cigüeñal queda desembragado de la caja de cambios y no le transmite su giro.
Al contrario de lo que se dice habitualmente, cuando presionamos sobre la maneta del embrague, lo que estamos haciendo es desembragar y no a la inversa. El mando que mueve los empujadores puede ser por cable y leva, o mediante un circuito hidráulico. Además, el conjunto del embrague puede incorporar el conocido como sistema antibloqueo o antirrebote creado con la idea de evitar bloqueos y rebotes en la rueda trasera en reducciones enérgicas como las que se realizan al practicar una conducción deportiva. Por este motivo, la mayoría de las motos actuales, no solo las motos deportivas, incluyen alguna solución de este tipo. Dentro de los embragues multidisco existen los que funcionan bañados en aceite y los que lo hacen en seco. A día de hoy todas las motos de producción montan embragues en baño de aceite, más suaves y silenciosos.
Embrague multidisco en seco
Los embragues multidisco en seco solo se utilizan en motos deportivas de asfalto y en preparaciones. Suelen ir destapados para refrigerarse con el aire y son claramente más rumorosos, pero tienen la ventaja de que no están “frenados” por aceite y, por tanto, producen menos pérdidas de potencia. En la actualidad existen algunas motos dotadas con un sistema de transmisión de doble embrague, que mediante un sistema electrohidráulico pueden funcionar como motos automáticas.
Embrague monodisco
Este embrague, como su nombre indica, solo cuenta con un disco, pero en su caso este es de mayores dimensiones que los utilizados en un embrague multidisco y funciona en seco. Suele montarse en motores con el cigüeñal longitudinal al sentido de la marcha, con la caja de cambios situada en la parte trasera en un cárter secundario. Conecta directamente el cigüeñal con el eje primario del cambio, eliminando la transmisión primaria. Además, del único disco de arrastre o conductor con guarniciones en ambas caras, está formado por dos discos conductores, un muelle de diafragma y un volante. Este incluye en su periferia una gran corona en la que engrana el motor de arranque. Lo más habitual en este tipo embragues es que el mando que los acciona sea por cable.
Embrague centrífugo de zapatas
Este tipo de embrague suele montarse en scooter o ciclomotores sin caja de cambios. Se acompaña de un variador automático que es el encargado de alargar o recortar el desarrollo. No necesita de un mando para su accionamiento. Al revés que, en los otros tipos de embrague descritos hasta ahora, en su estado de reposo se encuentra desembragado y el embragado se realiza automáticamente por fuerza centrífuga. Posee unas zapatas que al aumentar el régimen de revoluciones del motor se abren y se frenan contra el interior de una carcasa que transmite el giro al eje de la rueda posterior. Generalmente este tipo de embragues van situados en la parte trasera de los propulsores, dentro del llamado brazo basculante. Cuando bajan las revoluciones, las zapatas se cierran y se desligan de la carcasa que las envuelve, permitiendo que el motor gire suelto.
Algunos scooters de cilindradas medias y altas montan embragues centrífugos multidisco. A diferencia de los embragues multidisco convencionales, carecen de muelles e incluyen unos contrapesos que, obligados por la fuerza centrífuga, empujan sobre un plato de presión, comprimiendo el conjunto de los discos para que no patinen entre ellos, transmitiendo así la potencia a la rueda trasera.
¿Qué mantenimiento requiere un embrague de moto?
Los discos de embrague pertenecen a los elementos consumibles de una moto, de los que se desgastan con el uso y hay que sustituir de vez en cuando. Al igual que el sistema de frenos o los neumáticos de la moto, el desgaste de los discos del embrague depende mucho del tipo de conducción que se practique y del tipo de moto al que pertenecen. Como es lógico, los discos conductores o forrados tienen un mayor desgaste que los discos conducidos o metálicos. Cuando se dice que el embrague patina, algo que se detecta porque el motor sube de revoluciones sin que la moto avance debidamente hacia delante, es un síntoma de que los discos se han gastado y que están pidiendo ser sustituidos.
A veces es suficiente con cambiar solo los discos conductores que, dependiendo de la moto, puede ser entre cuatro u siete unidades iguales entre sí. Si es cierto que, si se sustituyen también los discos conducidos, el embrague funcionará mejor y durará más tiempo. Estos son uno menos en número, porque los conductores se apoyan en un extremo sobre el plato y en el otro sobre el tambor o, por lo que tanto el primero, como el último, son discos “forrados”.
Excelente.