La concentración anual de motoristas de Elefantentreffen o “quedada de elefantes” en castellano, es una de las más duras a las que cualquier motorista puede acudir. El frío centroeuropeo sobre dos ruedas no es un panorama al que deba someterse el motorista con menos experiencia, pero aquí te contamos algunas claves que te permitirán conocer mejor cómo es la última frontera del turismo en moto en el continente europeo.
Orígenes de Elefantentreffen
La concentración motera invernal de Elefantentreffen, nació en 1956 como homenaje a los caídos en la Segunda Guerra Mundial. Su precursor fue el periodista alemán y ex soldado Ernst Leverkus, quien convocó a los propietarios de los sidecares Zündapp KS 601, conocidos como «elefantes verdes» por su gran tamaño y potencia, utilizados durante el conflicto bélico. De este apodo proviene el nombre del evento, que con el tiempo ha evolucionado para incluir a todo tipo de motocicletas y participantes de diferentes partes de Europa.
Éxito de la concentración motera de Elfantentreffen
A lo largo de los años, la concentración Elefantentreffen ha ganado popularidad, llegando a reunir en ocasiones hasta 10,000 moteros. La esencia de esta reunión radica en su simplicidad y en su atmósfera de camaradería, donde los participantes se agrupan alrededor de fogatas, compartiendo historias en un ambiente austero y desafiante. A pesar del frío extremo, con temperaturas que pueden descender por debajo de los -10°C, esta concentración es un símbolo del espíritu resistente y solidario de la comunidad motera. Aunque algunos moteros han organizado eventos paralelos buscando mayor pureza, Elefantentreffen sigue siendo una de las citas más emblemáticas para los aficionados.
¿Dónde se celebra esta concentración motera?
Como hemos comentado, con el paso del tiempo comenzaron a acudir a la concentración motoristas no vinculados a la contienda y continuó celebrándose varios años en el circuito de Nürburgring conocido como el «infierno verde». A principios de la década de 1980 la concentración se celebró en la pista austríaca de Salzburgring, ésta y la anterior fueron escenarios en la época de distintas pruebas del Campeonato del Mundo de Velocidad.
Sin embargo, desde hace 35 años, más concretamente en 1989, Elefantentreffen se celebra en el Valle del Loh, en la región de Baviera, al este de Alemania y muy cerca de la frontera con República Checa. El lugar ofrece un escenario invernal idóneo, con nieve cubriendo tanto las motocicletas como el terreno, lo que añade un atractivo visual a la reunión.
Cómo viajar a la concentración de Elefantentreffen
Si estás planeando asistir a Elefantentreffen, es crucial tener en cuenta la logística del viaje, especialmente si sales desde España. Desde Madrid, el trayecto hasta el Valle del Loh, en Alemania, es de aproximadamente 2.500 km. Sin embargo, debido a las duras condiciones meteorológicas que suelen presentarse en enero, este viaje no puede planificarse como uno convencional. El frío, la nieve y el hielo son compañeros constantes que pueden hacer que avances apenas unos 25 km en varias horas, dependiendo de la situación.
Lo habitual es comenzar el viaje el lunes anterior, para llegar con tiempo suficiente a la concentración que comienza el viernes. Planificar un trayecto de tres días es una opción razonable en condiciones favorables, pero las circunstancias climáticas pueden hacer necesario tomarse el viaje con mayor flexibilidad. En el mejor de los casos, podrías llegar el jueves, pero también es posible que alcances el destino el mismo viernes por la noche, dependiendo de cómo se desarrollen las etapas del viaje.
El momento más importante en esta concentración, llega el sábado con “la noche de las antorchas”. Originalmente, se iban nombrando uno a uno a los compañeros de armas caídos, pero con el paso del tiempo la ceremonia comenzó a girar en torno a los fallecidos en accidentes de moto durante el año anterior; todo ello en sepulcral silencio y a una temperatura que puede rondar -20 ºC. En esta ceremonia se inspira el llamado “desfile de las antorchas” de la popular concentración de Pingüinos en España, aunque es cierto en este último caso tiene una connotación algo más festiva por el ruido de los motores.