Únete 
Únete 
Tu moto es resistente al agua, claro que sí. Y es que el agua no debe ser un problema en tu motocicleta, ¿pero qué pasa si alcanza las partes más sensibles de tu máquina?
Desde hace ya varias décadas, las motos se fabrican teniendo en cuenta una estanqueidad que maximice la protección al óxido o cualquier forma de corrosión de sus componentes.
Las mayores preocupaciones por el contacto del agua con partes sensibles, sin embargo, giran alrededor del sistema eléctrico. En teoría, todas las motos emplean diseños que lo protegen debidamente.
El secreto para mantener tu moto lejos de los problemas debidos a la acción del agua sobre el sistema eléctrico comienza por realizar el mínimo de modificaciones posible. Cuanto menos enredes por tu cuenta dejando expuesta alguna conexión al instalar una alarma o un navegador, mejor. Si vas a hacer este tipo de modificaciones y no dominas debidamente la técnica para ello, es mejor que lo dejes en manos de un profesional, que además garantiza su trabajo contra posibles fallos de montaje, funcionamiento o estanqueidad.
Cuando hablamos de agua afectando a partes eléctricas de tu moto, no estamos pensando principalmente en la lluvia. Ésta, desde luego, puede afectar si has dejado algún detalle de conexiones descuidado. También si has desmontado un tapa o componente que, por su ausencia, deje expuestos otros puntos delicados.
Si llegase el caso de percibir una anomalía eléctrica por algo relacionado con lo anterior, tendrás suerte si averiguas a la primera dónde está el problema. Secar debidamente la parte afectada y asegurar un debido aislamiento para las conexiones será lo primero que debes hacer, además de asegurarte de que el agua no llegue de nuevo a la zona volviendo a montar la tapa o junta cuya ausencia provocó la entrada de agua.
Sin embargo, no será la lluvia la que más fácilmente provoque averías eléctricas en tu moto. Hay otro momento más arriesgado aún, que es cuando la lavas. Cuando utilizas una manguera, limpiador a presión o una simple esponja, el agua puede empapar tu moto de una forma distinta a la de la lluvia. Se puede, por error, mojar partes de cableado que normalmente no quedan expuestas al agua de lluvia. Si el aislamiento de esas partes no se encuentra en óptimas condiciones, se estará fraguando la tormenta perfecta para que termines teniendo problemas.
Por ultimo, no podemos olvidarnos de los problemas de corrosión que provoca no el agua, sino la simple proximidad a ella. Si usas tu moto cerca del mar deberás tener especialmente en cuenta la elevada humedad y exposición a la sal en el ambiente a la que estará expuesta a lo largo de su vida. La orientación y ubicación respecto al mar cuando aparcas cada día a lo largo de años puede influir en un proceso de corrosión acelerado. Se podría escribir una amplia guía del arte de aparcar tu moto para que se conserve mejor con el paso de los años. Próximamente, aquí mismo…