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9 falsos mitos de las motos:
1 Las motos italianas se rompen
Esta leyenda se cimentó a finales de la década de los 80, cuando floreció toda una industria deportiva italiana de 125 cc con frágiles motores de dos tiempos, cuya fiabilidad requiere por naturaleza una supervisión más constante que un motor de cuatro tiempos. No ayudó a paliar este efecto la escasa fiabilidad de las grandes bicilíndricas de uno de sus fabricantes, pero los motores 2T han desaparecido ya de escena y el nivel de fiabilidad de esas grandes twins, afortunadamente, ha mejorado sensiblemente.
2 Las motos alemanas son las mejor fabricadas
La industria de la moto en Alemania siempre ha dado máquinas sólidas y fiables, una virtud que brilló con mayor intensidad hace varias décadas coincidiendo precisamente con el momento de las motos italianas descritas en el párrafo anterior. Sin embargo, como les ha ocurrido a incontables marcas de distintas procedencias, las motos alemanas han sido llamadas a revisión por sus fabricantes para corregir defectos de fabricación que han afectado a miles de unidades.
3 Las motos de 500cc con motor 2T eran las motos más salvajes
La aparición de las MotoGP en la categoría reina del Campeonato del Mundo en 2002, impulsadas por motores cuatro tiempos de 990 cc, significó el ocaso de las 500 cc con motores de dos tiempos. Las 500 cc eran desde luego motos salvajes. A principios de la década de los 90 ofrecían una potencia de 165 CV con un peso mínimo de 115 kg y sin ayuda electrónica. Sin embargo, la evolución de las MotoGP de 250 CV y 150 kg, su electrónica, suspensiones, frenos y bastidores las han convertido en las monturas de competición más salvajes y eficientes de la actualidad. Los tiempos por vuelta así lo demostraron desde el primer momento.
4 Las motos son para el buen tiempo
Este es un mito cimentado por todos aquellos que, de una forma u otra, no han terminado de captar la esencia de la motocicleta. El equilibrio, el movimiento, la velocidad y la sensación de libertad no tienen nada que ver con la época del año. Sí es cierto que, cuanto más agradable sea la temperatura, más se disfruta sobre dos ruedas, pero eso no excluye al invierno para seguir disfrutando de las ventajas de una moto. De hecho, se dice que “En moto en invierno no existe el frío, sino motoristas mal abrigados”.
5 Más potencia, menos seguridad
Puede que a mayor velocidad se aumente el riesgo, pero esta afirmación no tiene en cuenta un montón de matices que en la práctica la dejan sin significado. Las motos con más potencia permiten reaccionar con mayor brevedad a las circunstancias del tráfico y, al mismo tiempo, cuentan normalmente con mejor parte ciclo, es decir, chasis, ruedas, suspensiones y frenos. Puede que tengas más potencia que dominar, pero también cuentas con mejores herramientas para ello.
6 Se aprende a base de caídas
Es evidente que una caída ofrece una gran cantidad de información y experiencia, ya que de sus circunstancias se pueden extraer conclusiones que te permitirán evitar situaciones parecidas en el futuro. Sin embargo, no es desde luego fundamental andar sufriendo accidentes para aprender a montar en moto de forma responsable. Ser prudente en cada movimiento sin dudar, y aplicar lo que uno ya sabe, son claves para una segura experiencia que no tiene por qué pasar por el suelo.
7 Cuando más arriesgas, mejor piloto eres
Hay quien cree que por ser más rápido que sus amigos o rivales, es mejor conductor o piloto que ellos. Bueno, esto te sirve en momentos de broma puntuales, pero no tiene nada que ver con la realidad. Un motorista es mejor cuanto más control tiene de lo que hace su moto. De nada te sirve ser rápido si vas “vendido”. Un motorista que disfruta está obligado a minimizar los riesgos para seguir disfrutando. Recuerda que es una afición que está a tu servicio, no al contrario. Disfruta, pero no dejes que nada perjudique otros ámbitos de tu vida.
Foto: driver photographer | flickr
8 Una moto nueva es mejor que una de hace 20 años
No podemos olvidar que las motos de ahora montan mecanismos como el ABS que las hacen más seguras y, por tanto, mejores máquinas que las de hace 20 años. Esta idea, sin embargo, no puede hacernos olvidar la maravillosa era dorada que se vivió en la década de los 80 y 90. Los fabricantes estaban completamente desatados entonces. Para que te hagas una idea, una deportiva de 400 cc de hoy en día usa un motor de sólo dos cilindros, un solo freno de disco y se sustenta sobre un chasis de tubo de acero con una parte ciclo bastante simple. Hace 20 años, ese mismo modelo tenía un motor de cuatro cilindros en línea, doble freno de disco y un chasis casi de carreras de doble viga en aluminio basado en el de sus hermanas de 750 y 1.000 cc de la época. Aquellas pequeñas y maravillosas máquinas llegaban a girar a 13.000 rpm. Si bien las prestaciones de las motos actuales son espectaculares, el encanto y la filosofía de las motos más antiguas tampoco se puede discutir.
9 Lo barato resulta más caro
No exactamente, dicho con matices, por supuesto. Lo que ha venido después es la perfección, con sistemas electrónicos, menores emisiones, etc….Esto no quiere decir que las motos menos recientes, con precios más asequibles por su antigüedad, no cuenten con un equipamiento más que aceptable. Si encuentras una buena unidad y sabes lo que hay que hacer en ella, tendrás una magnífica moto más barata que una más moderna.
