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Ahora que los sistemas ADAS –siglas de Advanced Driver Assistance Systems, sistemas avanzados de asistencia al conductor– están tan implantados en el día a día de la automoción como una presencia continuada que alerta, ayuda y corrige al usuario de un coche o una moto, es bueno echar la vista atrás y recordar cómo y cuándo empezaron a incorporarse este tipo de sistemas al mundo de la moto, y el primero de todos fue el sistema ABS.
¿Qué son los frenos ABS en la moto?
El nombre ABS procede del inglés Anti-lock Brake System: Sistema antibloqueo de frenos. Este dispositivo impide que en determinadas situaciones, bien por efectuar una frenada brusca o simplemente frenar sobre una superficie muy deslizante (asfalto mojado, piso con gravilla o aceite), los neumáticos de la moto se bloqueen y se pierda el control de la moto provocando una caída.
El ABS es un sistema de seguridad activa que empezó a implantarse en la década de 1980 y el primer gran productor que lo incorporó en uno de sus modelos fue BMW. Sin lugar a duda fue una notable aportación a la mejora de la seguridad de los usuarios motociclistas.
¿Cómo funciona el ABS en la moto?
El sistema ABS ha evolucionado notablemente desde su aparición hace ya cuarenta años. Primitivamente, el sistema actuaba en un determinado momento y de una única forma. Sin embargo, el proceso de evolución a lo largo de varias generaciones de sistemas ABS nos has llevado hasta hoy, cuando el sistema es capaz de regular su intensidad en función del gusto del conductor. Además, se comunica y se coordina con otros sistemas de la moto –control de tracción, suspensión…–, es desconectable en determinadas situaciones e incluso actúa de forma diferente cuando descubre que estamos trazando una curva o se aplica de forma independiente en cada rueda, lo que se conoce como ABS de doble canal.
El ABS funciona mediante una serie de sensores que transmiten información a un módulo de control (IMU). Estos sensores regulan la velocidad de giro de las ruedas y el sistema calcula la intensidad de su intervención. Si se percibe que hay riesgo de bloqueo, se libera la tensión y se modula al nivel requerido. El avance de la electrónica ha permitido que los sistemas de frenos ABS disfruten de una gran evolución, y los equipos más avanzados actúan ya con gran naturalidad y poco intrusismo en la conducción.
Componentes del sistema ABS de frenos en motos
La tecnología de los sistemas ABS es muy compleja y en ella se han centrado marcas especializadas en sistemas electrónicos, como Bosch, pionero en el sector motociclista en su desarrollo junto a BMW, pero también empresas del sector auxiliar, como el fabricante de neumáticos Continental, que también ha desarrollado sistemas ABS para motos. Puede sorprender, pero también es lógico porque hay una relación muy directa entre un sistema de frenado y la presión del neumático.
Los componentes de un ABS son básicamente tres elementos:
Sensores
Registran la velocidad de giro de las ruedas y envían la información al módulo de control para que este detecte un posible bloqueo de la rueda.
Módulo de control
Es el ordenador que gestiona el sistema. Procesa la información captada por los sensores y envía una señal a las válvulas de frenado para que actúen en función de las necesidades específicas del momento.
La reciente implantación en los modelos de moto más avanzados de los dispositivos IMU (plataforma inercial de movimiento) que detectan la posición de la moto en seis ejes diferentes, aporta más información al módulo de control, con lo que ya no sólo recibe datos sobre la velocidad de giro de las ruedas o el posible bloqueo, sino que informa en qué posición exacta se encuentra la moto respecto al suelo, un dato crucial, puesto que cuando una moto gira en una curva, se inclina y se reduce la superficie del neumático en contacto con el asfalto, por lo que el nivel de intervención del ABS puede ser crítico. Ahora los nuevos “ABS Cornering” permiten frenar con absoluta confianza dentro de la curva.
Válvulas
El módulo de control es un sistema electro-hidráulico que regula la apertura y cierre de unas válvulas. Estas válvulas son los dispositivos que controlan la cantidad de presión que debe ejercer la pinza sobre el disco del freno con el fin de evitar el bloqueo de la rueda y un posible accidente.
Ventajas de los frenos ABS en las motos
Hay muchas razones que justifican su uso. De hecho, la mejora de la seguridad es tan evidente que la Unión Europea estableció hace unos años la implantación obligatoria de los sistemas ABS en las motos de más de 125 cc que se vendan en los países de la Unión.
El ABS es una ayuda extraordinaria cuando se tiene que pilotar en condiciones climatológicas adversas, con piso mojado en el que un leve exceso de presión sobre los frenos nos puede llevar al suelo. Gracias al ABS, en estas situaciones se regula la frenada y se mejora la seguridad. Lógicamente, al ganar estabilidad en la frenada se mejora el control de la moto y la conducción es mucho más segura.
Pero hay situaciones en las que el ABS no está indicado. Por ejemplo, en la conducción por campo la intervención del ABS es perjudicial, por eso las motos de enduro o trial carecen de este sistema, y los modelos trail, de creciente implantación en el mercado, gozan de una avanzada electrónica con diferentes modos de gestión, y normalmente en el modo “off road” permiten que el ABS se desactive para poder realizar una conducción más agradable y ágil.
Motos con ABS
Son muchos los modelos que incorporan sistemas ABS, que cuentan con diferente nivel de interrelación con otros sistemas de control. Por ejemplo, avanzadas motos deportivas como la Honda CBR1000R-RR dispone de ABS, aunque este sistema no está homologado para usar en las competiciones de la categoría Superbike. Las grandes maxitrail como la Honda CRF1100L Africa Twin goza de un avanzado sistema ABS, que no es ajeno a mecánicas más básicas como puede ser la de la nueva Honda NX500.