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Si tienes una moto vieja en tu garaje que no usas, antes que nada, comprueba que no sea ya toda una antigüedad que pueda interesar a los coleccionistas. Por simple desconocimiento se han tirado verdaderas joyas creyéndolas ya sin valor alguno.
El motivo primordial suele ser que no se desea seguir costeando impuestos, ITVs, o seguros.
En el primer caso, cuestiona en tu ayuntamiento si tu moto puede quedar exenta del de circulación a partir de cumplir los 25 años. En los demás, puedes elegir entre dar de baja tu moto de manera temporal o definitiva. Para ello deberás lograr que Dirección General de Tráfico te tramite los documentos pertinentes.
La baja temporal permite resguardar un vehículo que, por las razones que sean -a la DGT le resulta indiferente- va a estar un largo tiempo sin usarse, pero que en un futuro podrá volver a circular.
Obviamente, durante el tiempo en que la moto está de baja temporal no se puede circular con ella.
Para conseguir su rehabilitación, habrá que tener al día la ITV, por lo que la moto no podrá acudir en marcha a dicha inspección.
Mientras está dada de baja temporalmente, la moto no devengará Impuestos de Circulación, ni será necesario tener contratada una póliza de seguros o tener en regla la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
La documentación a presentar en la Jefatura Provincial de Tráfico debe comprender una solicitud debidamente rellenada, el DNI del titular, la documentación del vehículo (permiso de circulación y tarjeta de inspección técnica), y pagar la tasa de baja (de 8,30 €, quedan exentos los vehículos de más de 15 años).
El procedimiento para la baja definitiva o permanente es similar, pero la moto no podrá volver a darse de alta al quedar achatarrada de manera definitiva.
Como en la baja temporal, en el caso de la perenne se cuenta también con la exención de pagar la cuota para aquellos vehículos que se presenten al tratamiento medioambiental en un centro CAT, o con más de 15 años desde su matriculación en España.
Si quieres evitar dolores de cabeza, siempre puedes acudir a cualquier CAT (Centro Autorizado de Tratamiento), o sea, un desguace.
Éste realizará los trámites por nosotros, pero deberá entregarnos a cambio el certificado de destrucción del vehículo, más el justificante de la baja definitiva de la DGT.
Foto: Niwasan | Flickr
¡Abandonar un vehículo en la vía pública, aparte de dañar el medio ambiente, puede conllevar una multa de entre 600 y 30.051 €!
Si los residuos del vehículo han provocado daños ambientales, esta cifra puede aumentar hasta los 600.000 euros.
Para buscar el CAT más cercano ponte en contacto con la Asociación Española de Desguaces y Reciclado del Automóvil (tel. 91 593 12 66, email: aedra@aedra.org).
Foto cabecera: Garry Knight | Flickr