Seguramente sepas que el “saludo en V” típico de los motoristas procede en realidad del que hacían los arqueros ingleses a sus enemigos franceses en la guerra medieval “de los cien años”: “sigo teniendo los dedos dispuestos para tirar flechas contra ti”.
Pero sin llegar a unos signos tan truculentos, podemos repasar la panoplia de gestos que conforman el idioma motero.
Por supuesto, todos han de tener en común que sean inequívocos, y que puedan hacerse de modo sencillo y sin comprometer la seguridad en marcha.
El “signo de la V” puede sustituirse por un cabeceo de reverencia.
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Por el contrario, se desaconseja el uso de las “ráfagas”, o cambio de luces, como forma de saludo, ya que podría inducir al error.
En cambio, el destello puede usarse para señalar al motero que te precede, mediante sus retrovisores, “que quieres decirle algo”.
El casco en el suelo ante una moto aparcada en un arcén es un signo claro de que necesita nuestra ayuda. En cambio, un casco en cualquier otro lugar, salvo el suelo, significa un motero sin problemas.
Al adelantar a otro motero –o a algún automovilista que te haya cedido el paso-, se le saludará levantando elegantemente la pierna derecha.
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Cuando un motero lidera un grupo de motos, usará igualmente la pierna del lado donde se halle para señalar cualquier obstáculo, bache o suciedad en el asfalto. Sin necesidad de quitar las manos del manillar.
Si entramos en terreno deslizante, se indicará dejando resbalar el pie en el suelo.
Igualmente, mover el brazo izquierdo extendido arriba y abajo significa ralentizar la marcha, ante una posible parada inmediata.
Una parada ¡urgente!, puede señalarse también, abriendo y separando ambas piernas a ambos lados.
Para indicar que quieres detenerte pronto se levantará en cambio el brazo derecho en dirección al arcén de este lado.
La próxima parada más o menos prevista se avisa indicando con el dedo la señal de la carretera que nos informa del estacionamiento o de la gasolinera, acompañando además con unos destellos de los intermitentes.
Para indicar que vamos a dar la vuelta se levanta el brazo con el índice señalando hacia arriba y girando lentamente en circunferencia.
Un motero señalará que otro lleva las luces averiadas abriendo y cerrando los dedos de la mano izquierda.
Si uno tiene sed, puño cerrado con el pulgar moviéndose en dirección a la boca. Si es hambre, se hará lo mismo pero con los dedos cerrados.
La necesidad de repostar, o que nos ha entrado la reserva, se indica señalando con el pulgar hacia abajo en dirección al depósito.
Si estamos ya casi sin gasolina, y debemos rodar muy lentamente, se añadirán gestos con la mano a la altura del cuello “como cortándonos la cabeza”.
Cuando se rueda en grupo, y éste se reagrupa, el último indicará al cabeza de ruta que él es quien lo cierra levantando el brazo izquierdo y mostrando la palma de la mano cerrada. Es la señal de que puede reemprender la marcha.
Igualmente, se indicará al motero al que precedes que pretendes facilitar el adelantamiento moviendo la mano de atrás hacia delante.
En cambio, se desaconseja de modo imperativo señalar a las motos que te siguen que “puedes adelantar a otros vehículos”: en moto cada motorista debe tomar esta responsabilidad como propia.
Foto cabecera: Rafa Vaquer