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Julie Wood es una mujer que no pasa de moda. Luchadora, orgullosa, fiel a los suyos. Y motera. Así podemos definir a este personaje que nació de la imaginación del dibujante francés Jean Graton (Nantes, 1923).
Esta es la historia de tres hermanos (Frank, Julie y Chris) que viven cerca de Los Ángeles. Se mueren por las carreras y hacen todo lo posible por conseguir escapar del garaje de su tío, con el que viven tras haber perdido a sus padres. La primera historia de Julie Wood se publicó en 1976. Sorprendió por el realismo de las escenas pinceladas por su creador, que en las siguientes entregas fue perfeccionando el estilo. Quedaba muy claro, en cada viñeta, que Graton era un aficionado a todo lo que tiene que ver con el mundo del motor. Ya lo había demostrado en los años 50 con el que ha sido el personaje más conocido de su carrera: Michel Valiant. También en las historias de este piloto de Fórmula 1 exhibió un realismo inquietante a la hora de reproducir vehículos, circuitos y talleres. Pero no solo eso. Los diálogos eran los mismos que uno podía encontrar, y sigue encontrando, en el mundo de las carreras o en un grupo de moteros que queda el domingo por la mañana para desayunar 400 kilómetros lejos de casa.
Por eso Julie Wood no ha pasado de moda. Porque más que un personaje es una filosofía de vida. Contestataria, rebelde, autosuficiente, orgullosa, fiel y luchadora. Graton solía desplazarse hasta los circuitos para tomar notas y fotografiar todo lo que después reproduciría con sus lápices. No pintaba por intuición o a través de habladurías. Era un motero de espíritu.
Se editaron ocho álbumes con Julie como protagonista, aunque en España solo se publicaron cuatro de ellos. Una vez liquidada la serie, esta intrépida motera pasó a ser un personaje más de los cómics de Michel Valiant. Cuando Hollywood llevó al cine las historietas del piloto de Fórmula 1 creado por Graton, en la película ’24 horas al límite’, Diane Kruger dio vida a Julie Wood.
En los cómics iba y venía, hasta que en 1991 reapareció a lo grande como una de las participantes de la carrera París-Argel-Dakar, documentada con escalofriante precisión, una vez más, por la mano de Graton. Aunque llevara casco integral, la melena rubia delataba a la inconfundible Julie Wood.
Hoy sería una mujer motera más. Pero siempre se podrá decir de ella que fue pionera en la búsqueda de un sueño.
Foto cabecera: Ediciones Junior S.A