Si utilizas prendas de tejido o de cuero, merece la pena saber algunas cosas sobre la limpieza de dicho equipamiento. Son detalles sin aparente importancia, pero que aumentarán la esperanza de vida de unos complementos que no son precisamente baratos.
La limpieza y el mantenimiento de las prendas de cuero resulta más exigente. Para no dejarnos ni un detalle al respecto, recurrimos a los especialistas en equipamiento para motoristas. Ellos nos advierten que, si limpias el cuero con productos muy agresivos, te llevarás por delante la llamada “primera flor de piel”. En realidad, es lo que da color y ese precioso aspecto inicial al cuero, por lo que hay que tener bastante cuidado. Se limpia con una toalla jabonosa, moviendo ésta en forma circular para dejar secar a continuación. Productos agresivos sólo deslucen la prenda. Más concretamente, es mejor incluso utilizar una toalla con rizo y realizar movimientos en círculo, lo que facilita que salga el poro de la piel y la limpieza sea más efectiva aún.
Después de la limpieza se aplica una crema que nutra el cuero y recupere el brillo inicial. Estas indicaciones sirven para guantes, monos, cazadoras o pantalones. Hay compañías que ofrecen servicios de limpieza de prendas de cuero, pero si prefieres hacerlo tú mismo en casa, ya sabes: agua y jabón; lo más básico en este caso también resulta lo más efectivo.
Entre las prendas de tejido, se comercializan las que cuentan con membrana impermeable y las que carecen de este elemento. Si no tiene membrana, adelante, puedes meter la prenda en la lavadora directamente con un programa delicado, similar al de la lana, con baja temperatura y sin demasiado movimiento.
Con las prendas provistas de goretex o membranas impermeables hay que tener especial cuidado, ya que todos los movimientos de torsión y tracción hacen que la membrana se deteriore. Si metes ese tipo de prenda en la lavadora cometerás una masacre. Hay quien lo hace con un programa súper delicado, aunque nuestro especialista confiesa que nunca lo haría, y menos aún durante los dos años del periodo de garantía de la prenda. Los fabricantes saben si una prenda se ha metido en la lavadora o no. Tienen laboratorios y realizan infinidad de estudios, por lo que saben perfectamente si la membrana ha sido sometida a fuerzas de tracción o torsión que, como hemos mencionado, hacen que se deteriore. De nuevo, agua, jabón, un paño y la actitud para frotar con esmero te darán los mejores resultados.
Los cascos se pueden limpiar muy fácilmente por fuera, de nuevo con… ¡agua, jabón, un paño y actitud! Excepcionalmente, si alguna impureza no sale, se puede utilizar pulimento o una esponja (nunca por el lado abrasivo), pero el agua y el jabón deberían ser suficiente para limpiar la superficie del casco, aunque hay que tener cuidado. No serías el primero al que su madre le quiere tanto, que hasta le limpia la pantalla del casco… con un scotch brite.
La pantalla es la parte más delicada a la hora de limpiar, y aquí se emplea estrictamente agua y jabón. Siempre hay extremos. Hay usuarios tan cuidadosos que utilizan productos específicos, y gente que usa directamente limpiacristales –pecado capital éste último-. Jamás emplees alcohol o benzina para limpiar una pantalla de un casco, sólo agua, jabón y las yemas de los dedos. Las pantallas interiores, las llamadas “pinlock”, resultan más delicadas incluso. El plástico es mucho más fino, con lo que la yemas de los dedos también pueden estropearla. Cuanto menos se limpie ese tipo de pantalla, mejor.
Si el interior del casco te permite desmontarlo, puedes hacerlo para la operación de limpieza. Desde luego, puedes meter las piezas en la lavadora con un programa delicado, pero el lavado a mano siempre mantendrá mejor el tacto original. Aunque el interior sea desmontable, siempre hay piezas internas con tejido. Para esas piezas, nuevamente agua, jabón y el aspersor de ducha a baja presión cumplirán la función.
Adicionalmente, existen aerosoles desodorantes para el interior de los cascos. Casi todos los fabricantes comercializan el suyo, y los resultados en cuanto desinfección, aroma y limpieza resultan más que apreciables. Hay que lavar el casco al menos dos veces al año.
Para terminar, sólo podemos transmitir la convicción de que merece la pena cuidar de la forma adecuada un equipamiento del que va a depender su seguridad en moto. La limpieza de equipamiento no tiene demasiados secretos. Se trata de hacerlo con esmero. Toda una virtud, y más aún en los tiempos que corren.
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