Si el motor de tu moto pierde empuje de forma misteriosa es que has tenido una inesperada avería o, simplemente, hay algo que no estás haciendo bien. Te vamos a echar un mano para reconocer distintos síntomas antes de que sea demasiado tarde.
Si tu moto está impulsada por un motor de combustión interna de «dos» o «cuatro tiempos», se puede perder potencia por múltiples razones, algunas de ellas especialmente preocupantes para el bolsillo.
Comenzando por una de las señales más evidentes, se puede perder potencia rápidamente si la temperatura del motor se eleva en exceso. El sistema de refrigeración siempre tiene que funcionar de forma óptima, sin fugas y con el nivel de líquido refrigerante dictado por el fabricante.
Si quieres revisar tú mismo el sistema de refrigeración, no es complicado comprobar el nivel de líquido de forma periódica y rellenar el vaso de expansión del sistema en caso necesario. El manual del propietario resolverá las dudas que tengas.
Si circulando, observas que el marcador de la temperatura del agua del motor sube a la zona roja, cuanto menos tiempo tardes en parar el motor más posibilidades tendrás de salvar una gran avería.
Un filtro de aire en mal estado también puede hacer perder fuerza al motor de tu moto. Revisar, lubricar, recolocar o sustituir el filtro no es complicado y es algo que también puedes hacer tú mismo con la ayuda del manual del propietario.
Si el problema proviene del sistema de escape, podrías tener una fuga de gases en algún punto de su recorrido. Esto resulta especialmente relevante y es muy probable que le acompañe un sonido inusualmente grave. Un soldador profesional localizará la grieta y solucionará tu problema.
La caída de la potencia en un motor también se puede deberse al mal estado de las bujías. No es complicado desmontarlas uno mismo con la herramienta adecuada, sustituirlas o hacer una limpieza con gasolina y un cepillo con cerdas de metal. La distancia correcta del electrodo en la bujía es algo que puedes consultar en el manual del propietario y ajustar tú mismo con un juego de galgas.
Si nos ceñimos exclusivamente a propulsores de cuatro tiempos, la pérdida de empuje puede tener su origen en el sistema de distribución (ubicado en la parte más alta del motor). El reglaje de válvulas consiste en su correcta sincronización, es una operación complicada que requiere herramienta específica y grandes conocimientos de mecánica. De nuevo, es mejor que lo dejes en manos de un profesional.
Cualquier imperfección en el sistema de alimentación, ya empleemos un motor con carburadores o un sofisticado sistema con inyección electrónica, puede dar problemas de pérdida de potencia. Una batería de carburadores o sistema de inyectores con impurezas en el recorrido del combustible será perfectamente perceptible en el puño del acelerador.
El carburador requiere una limpieza exhaustiva de todos sus conductos y un perfecto ajuste interior de piezas menores. En el segundo la receta es parecida, con la diferencia de que en el caso de la inyección, la informática puede localizar la avería sin necesidad de desmontar un solo tornillo.
Por hacer un recorrido que no deje fuera a ningún usuario, apuntaremos brevemente que si tienes uno de los pocos ciclomotores o motocicletas con motores de dos tiempos que todavía se comercializan, éste puede perder fuerza por causas muy concretas.
A pesar de su mayor simpleza técnica, un motor de “dos tiempos” requiere cierto mantenimiento. La pérdida puede deberse a la falta de compresión en el cilindro por el desgaste de los segmentos (los aros que rodean el pistón). A no ser que tengas profundos conocimientos técnicos, la sustitución de los segmentos te hará pasar por las manos de un mecánico profesional, ya que requiere abrir el motor de par en par.
La correcta mezcla de aceite y combustible en un 2T, con una proporción del 2% del primero, es obligatoria para no tener problemas de temperatura, pérdidas de potencia y, en último caso, evitar la destrucción interna del motor. El gripaje puede resultar muy costoso y producirse por distintas causas, aunque la falta de lubricación o un fallo en el sistema de refrigeración suelen ser las más comunes.
Cuando un motor 2T está a punto de gripar por falta de aceite en el combustible, suele estar precedido de un aumento de sus prestaciones, ya que sólo está quemando gasolina y por tanto, corre más. Sólo momentos después puedes notar una extraña vibración proveniente del corazón del motor por la excesiva fricción del pistón con las paredes del cilindro.
Si paras el motor a tiempo, puede que sólo sufras lo que se llama “un agarrón”, lo cual ya es preocupante porque el motor no volverá a funcionar igual. Ante el síntoma de gripaje, si no paras a tiempo, cilindro y pistón quedarán soldados en una misma pieza. Si no accionas el embrague, la rueda trasera se bloqueará y supondrá una serio riesgo de caída.
Para terminar, te diremos que será extraño que el motor de tu moto pierda potencia por alguna de causa ajena a las descritas anteriormente, pero si te ocurre, no dejes de acudir a un profesional para identificar el problema.
Añadiría una causa frecuente y que es llevar presión de aire insuficiente en los neumáticos, que aumenta el consumo, y se puede percibir como menor rendimiento. Esto puede suceder por falta de revisión pero también por la llegada del frio, que disminuye la presión del aire en las ruedas que se inflaron en verano, por ejemplo.
Debe corregirse además para salvaguardar neumáticos de deformaciones y desgastes prematuros y evitar problemas de estabilidad y seguridad en la conducción.