El lenguaje motorista se rige más bien por los mismos principios de libertad, humor y optimismo que acompañan a la sensación de conducir tu moto. Fuera compostura, a fin de cuentas la moto es diversión.
Cómo comenzar una lista de expresiones de motoristas sin el clásico grito de guerra «¡A saco!». Su origen en el verbo «saquear», hace referencia a los soldados que antiguamente asaltaban poblaciones para arrasar con todo lo que encontraban. Los sacos eran para el botín. Traspasado al lenguaje más coloquial del motociclismo, su significado es concluyente. «Entrar a saco» es una acción que se lleva a cabo sin miramientos. Aunque esta acción tiene una larga lista de sinónimos, también se suele decir «ir por las paredes»,
Es probable que en alguna ocasión le hayas «arrancado los adhesivos» a otro motorista –adelantar a otro con una gran diferencia de velocidad-. «Pareces un doblado» o «chicane móvil» son frases que también resuenan en el ambiente cuando hay un piloto o motorista que va más lento que el resto. La pasión motorista también es algo que va de muchas risas, así que seguramente alguna vez te tocará sufrirlo.
Le ha arrancado hasta los adhesivos
— Hawalayls (@layls45) September 15, 2013
«Meter un hachazo» también está indisolublemente unido a la competición o el desafío entre pilotos. “El Diccionario Estúpido de la Motocicleta”, publicado por el Joe Bar Team, explica todos estos conceptos al detalle, con especial atención al término «Hueco»: «Espacio por el que se duda si cabrá media moto y al final terminan cabiendo dos…».
Para los amantes de las motos con motores de dos tiempos, los más veteranos sin duda, hay una larga lista de expresiones motociclistas con significados muy concretos y, desde luego, estás en un problema si tu moto con motor de 2T «se clava de atrás».
Para que te hagas una rápida idea, un 2T necesita un 2% de aceite lubricante en el combustible –como proporción media, según aplicaciones-, para impedir una rotura terminal denominada «gripaje». Ya sabemos que suena raro, pero es parte del precio de unas prestaciones estratosféricas comparadas con un más convencional y anodino 4T. Una mezcla inferior al 2% puede ser la causa de una subida de temperatura y el consiguiente gripaje del motor, un destrozo interno de tal calibre que hace que el metal del pistón se funda literalmente con el conjunto del cilindro y que se bloquee la transmisión secundaria en la rueda posterior. Para el conductor, todo esto comienza con una ligera vibración interna en aumento del motor, ocurre en apenas un segundo y, si no accionas el embrague en ese margen de tiempo, la caída está asegurada.
Teniendo en cuenta que sólo a finales de los 80 aparecieron los primeros sistemas de engrase separado –con depósito para el combustible y otro para el aceite-, «poner dos litros de mezcla» era una expresión de lo más común en las gasolineras cuando la mayoría de los ciclomotores y motos de baja cilindrada del mercado estaban impulsados por motores de dos tiempos. Incluso había surtidores que servían el combustible ya mezclado al 2%.
Ya en la carretera, todo motorista «se ha comido algún radar» alguna vez. La velocidad excesiva y las malas acciones en la carretera tienen un precio. «Si pillas» -ser sorprendido en el acto-, es muy probable que el agente en cuestión «te extienda una receta» que te obligue al universal «pasar por caja».
Foto cabecera: Repsol