Te proponemos un viaje por la historia de la moto y del Campeonato del Mundo a través de la esencia de su propia existencia: la velocidad.
Tras aparecer las que se consideran las primeras motos de la historia, a finales de siglo XIX, pocos podían imaginar hasta dónde sería capaz de llegar el recién nacido vehículo motorizado de dos ruedas. Sin embargo, tengamos en cuenta algunas notas sobre cómo comenzó todo.
Puede que te suene surrealista, pero la realidad de las primeras motos sólo llegó con las primeras bicicletas impulsadas por máquinas de vapor.
Velocipedo con motor de Pierre Michaux. Foto:Wikimedia Commons.
Se le ocurrió hacerlo a los franceses Ernest y Pierre Michaux en 1869. Instalaron una máquina de vapor bajo el asiento de una bici con dos correas de cuero para accionar el movimiento de la rueda trasera.
En aquella época, el fabricante de máquinas de vapor estadounidense Sylvester Roper, fue más allá. Empleando una tecnología similar, instaló en su prototipo conocido como Easy Rider los primeros estribos para apoyar los pies. Por el contrario, el enorme riesgo de incendio en caso de caída debido a la maquinaria de vapor impidió que el diseño prosperara.
¿Qué es la Easy Rider? Para alguien que llega de nuevas y no sabe lo que es, necesita alguna aclaración al respecto.
Esquema del motor inventado por Nikolaus August Otto. Foto:Wikimedia Commons.
Nikolaus August Otto desarrolló en Europa el primer propulsor de combustión en esa misma época, patentando poco después el motor de cuatro tiempos que todavía utilizan las motos de hoy en día. Su ingeniero, Gottlieb Daimler, fundó junto a Wilhelm Maybach una fábrica de motores de combustión y en 1885 desarrollaron una nueva versión optimizada del motor de Otto. El nuevo propulsor se montó sobre un bastidor de madera.
Daimler-reitwagen. Foto:Wikimedia Commons.
Por otra parte, a Maybach se le debe la primera versión del carburador de chiclés con cámara de flotador hermética que se empleó en las motos durante más de cien años, antes de la generalización de los sistemas de alimentación por inyección de las motos actuales.
Albert De Dion. Foto:Wikimedia Commons.
En 1902, Robert Bosch diseñó el primer encendido por magneto de alta tensión con bujía. El conde francés Albert de Dion había perfeccionado el motor de Daimler y Maybach antes de terminar el siglo XIX con una carcasa de aluminio, combinando la masa de equilibrio con un cigüeñal y el control del encendido con el árbol de levas.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX aparecieron los primeros constructores de motos. Bianchi en Italia, Adler y NSU en Alemania, Norton y BSA en Gran Bretaña, Peugeot en Francia o Harley-Davidson en Estados Unidos.
Velocidad en motos: primeros datos
Glenn Curtiss sobre su moto v8 en Florida 1907. Foto: Wikimedia Commons.
Los primeros datos contrastados de velocidad sobre motos se remontan al norteamericano Glenn Curtiss. Con un motor de aeroplano de su propio diseño, logró una marca de 103 km/h en 1903. En 1907 alcanzó 219,3 km/h, impulsado por motor de ocho cilindros en V sobre un bastidor multitubular.
La evolución tecnológica propició entonces formas maravillosas de dirimir la hegemonía entre los distintos fabricantes: las carreras y los récords de velocidad.
Con las bases técnicas del motor de combustión interna para motocicletas, se fueron creando distintas disciplinas y categorías según la especialidad y cilindrada de las máquinas.
Equipo Indian 1914. Foto:Wikimedia Commons.
El primer récord oficial reconocido por la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) tuvo que esperar hasta 1920. Sobre las playas de Daytona, Gene Walker se lanzó al manillar de una Indian a 167,6 km/h.
Superada la Primera Guerra Mundial, el Campeonato de Europa tuvo su época dorada en la década de 1930. El reglamento permitía la sobrealimentación en los motores y los 500 cc (los orígenes de lo que hoy conoces como MotoGP) ya constituían la clase reina de la velocidad.
El primer récord de la FIM que superaba la marca de Curtiss en 1907 no llegó hasta 1930. En Francia se alcanzaron los 220,5 km/h. Antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, se estableció un último récord en 1937 de 279,5 km/h. Se mantuvo durante 11 años.
La contienda interrumpió las competiciones de motociclismo, pero en 1949 la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) convocó el primer Campeonato del Mundo de Velocidad, nuestro querido “Mundial de Motociclismo”.
El primer Gran Premio del Campeonato del Mundo de 500 se disputó en el TT de la Isla de Man, el 17 de junio de 1949, y el ganador fue el británico Harold Daniell, a una velocidad media de 139’8 km/h.
Aunque los récords de velocidad continuaron disputándose en las décadas siguientes, en lo que respecta al Mundial, las velocidades medias y máximas también fueron en aumento hasta tal punto que, en la desmelenada década de 1970, el británico Barry Sheene dejó un récord que casi 40 años después permanece imbatido.
Barry sheene en Spa Francorchamps 1970. Foto: Wikimedia Commons.
El récord de Sheene es de la mayor velocidad media en un gran premio de la categoría reina. Logró la victoria en una carrera a diez vueltas sobre el rápido y peligroso trazado sobre vías públicas de 14 km en Spa Francorchamps (Bélgica). Sheene se hizo con la victoria a una velocidad media de… ¡217 km/h!.
Para que te hagas una idea, la velocidad media de la victoria de Marc Márquez en Phillip Island (Australia), uno de los circuitos más rápidos del Mundial, en 2019 fue de 176’9 km/h.
Aunque los circuitos permanentes han limitado las velocidades máximas en relación a los largos trazados en carretera, algunos circuitos del Mundial todavía permiten exprimir las máquinas al máximo.
En la década de 1990, Honda rompió la barrera de los 330 km/h y la velocidad máxima alcanzada en el Mundial de MotoGP actualmente es de 362’4 km/h, lograda en el circuito de Losail en 2021 por Johann Zarco. Impresiona, ¿verdad?