La más enorme de todas, según el Libro Guiness de Los Récords, la construyó en 2013 el italiano Fabio Reggiani. Mide nueve metros de largo y 5,10 de alto, y pesa más de tres toneladas. Algo incómoda para tomar las curvas, no nos engañemos, aunque te aseguras de ser el alma de la fiesta. La máquina, que no es ninguna maqueta y se puede pilotar, se presentó en el Motor Bike Expo de Verona y fue una de las sensaciones del salón. Su tamaño es 10 veces superior al de una moto normal y va equipada con un motor Chevrolet V8 de 5.000cc. Solo las ruedas de esta gigantesca ‘chopper’ ya miden dos metros de diámetro. El manillar es inalcanzable, así que el cuadro de mandos incluye unos controles que permiten maniobrarla.
Reggiani le quitó la página del Guiness al estadounidense Gregory Dunham. En el 2005, este vecino de California sorprendió al mundo con la Dream Big Bike, un nombre muy adecuado para semejante aparato, que recuerda a las ‘custom’ americanas. Con 342 centímetros de alto y 620 de largo, pulverizó por mucho todas las marcas anteriores. Tampoco había mucha gente dispuesta a invertir casi tres años de su vida en un proyecto de esta magnitud. Por no hablar de la inversión: el bueno de Greg se dejó por el camino cerca de 215.000 euros. En este caso, el motor es un 8.000cc que proporciona una potencia de 500 caballos. La moto, que se ha usado en exhibiciones de los Monster Trucks se mueve gracias a un volante oculto en la cabina de mando y alcanza los 90 kilómetros por hora. Dispone de dos marchas, una para circular hacia delante y otra para moverse hacia atrás.
Antes que Dunham, el sueco Tom Wiberg fabricó una moto de 2,3 metros de altura bautizada como Big Toe. La construyó en 1998 y alcanza los 100 kilómetros por hora. En Alemania, Tilo Niebel y un grupo de amigos dieron forma a la Panzerbike en el 2003. Con mucho tiempo libre y algo de imaginación, le regalaron una nueva vida al motor de 38.000cc y 620 caballos de un tanque ruso modelo T-55. Pero sin el cañón. La máquina pesa más de cuatro toneladas y para moverse necesita tanto del manillar como del volante que se controla desde un cómodo sidecar. Basta con consultar YouTube para comprobar que allá donde va, triunfa.
Otra de las motos más grandes que jamás se han fabricado es la Monster Motorbike From Hell, que traducida al castellano viene a ser “la moto monstruosa llegada del infierno”. No es para menos, ya que su diseño y sus neumáticos de tres metros de diámetro le permiten arrasar y aplastar cualquier cosa que se le ponga delante. Es obra del australiano Ray Baumann. Incorpora un motor de camión de seis cilindros y las ruedas están sacadas de un ‘megatruck’ Caterpillar.
La última es algo más discreta pero mucho más llevable. Se trata de la Gunbus 410. En este caso el artista es un ingeniero alemán jubilado que con este proyecto dio forma al sueño de toda una vida. Clemens F. Leonhardt quería que los neumáticos fueran los de un Boeing 767, pero una marca comercial terminó por hacerle unos a medida. Pesa 610 kilos y mide 3,45 metros de largo. Viene equipada con dos cilindros de un corte de un motor radial de nueve cilindros, como los que usan en la aviación. Una máquina preciosa, pero con un pequeño inconveniente, su precio ronda los 200.000 euros.
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