Cultura Motera

Amaxofobia: qué es y cómo superarla

6 minutos 23/01/2025

Aunque la conducción es un hábito común en millones de personas, también hay otras que padecen miedo irracional a conducir. Eso es la amaxofobia, un trastorno que afecta a mucha gente.

Amaxofobia: qué es y cómo superarla

¿Qué es la amaxofobia?

Conducir es algo consustancial a la sociedad contemporánea. Los seres humanos llevamos ya más de un siglo a bordo de coches y motos, disfrutando de ellos en las más diversas maneras, como herramienta de trabajo, como medio de transporte o, simplemente, como vehículo de ocio, y dedicamos un buen número de horas a la semana a la conducción.

Sin embargo, hay muchas personas que son incapaces de tener este hábito porque padecen un miedo irracional a conducir. Se trata de una fobia denominada amaxofobia que impide ponerse a los mandos de un vehículo e incluso llega más allá, porque en casos extremos implica no soportar ser un mero acompañante.

Pero por lo general, el miedo a conducir se manifiesta cuando hay que ponerse a los mandos, generando trastornos de ansiedad porque la persona afectada no se siente con la confianza y seguridad[AA1]  necesarias para conducir. Las consecuencias de la amaxofobia no se reducen exclusivamente al hecho de la conducción, porque también puede provocar conductas de tipo fisiológico, conductal y emocional derivadas de esta situación.


Síntomas de la amaxofobia

Por lo general, quien padece este trastorno es consciente de él, porque se manifiesta en una serie de miedos y desconfianzas a la hora de abordar la conducción de un vehículo. La amaxofobia es un trastorno que no requiere haber pasado por una mala experiencia, por tanto, puede ser injustificada y no tener relación con otros hechos, como haber sufrido un accidente[AA1] , conduciendo o no. En cualquier caso, esa afectación negativa también influye en el resto del comportamiento del individuo.


¿Cuáles son las causas de la amaxofobia?

No hay patrón único para terminar el origen de la amaxofobia, aunque sí es bastante común que su arranque provenga de una mala experiencia relacionada con la conducción, ya sea de carácter personal o de alguien estrechamente relacionado con el que lo padece.

También existe una relación directa entre la amaxofobia y un aprendizaje inadecuado, que puede ser determinante para que aflore este trastorno y que puede llevar a quien lo padece a una situación estresante. Someterse a una excesiva presión en el periodo de aprendizaje para la obtención del permiso de conducción[AA1] , o recibir una alerta sobre alarmista de los riesgos que conlleva la conducción, pueden ser dos estímulos que generen esa desconfianza.

En lo personal, situaciones de baja autoestima y la sensación de ineficacia también están relacionadas con la amaxofobia, lo que genera miedo e inseguridad a la hora de controlar un vehículo por temor a ponerse en riesgo o poner en riesgo a los demás.

En ocasiones, se dan casos de personas que, tras mucho tiempo sin conducir, al regresar a la conducción se han visto afectados por esta situación de inseguridad, desarrollando un cuadro de amaxofobia.

En otros casos, el miedo a conducir es consecuencia de un trastorno de ansiedad, y no siempre es sencillo identificarlo.

Si se evita conducir, o se elude cualquier relación con un vehículo, se hace evidente el trastorno, que puede manifestarse de las más diversas maneras: mareos, náuseas, palpitaciones, sudoración, dificultades respiratorias, o ataques de pánico.

¿Cómo superar la amaxofobia o el miedo a conducir?

Antes de abordar la solución de este trastorno es imprescindible descartar cualquier origen biológico u orgánico antes de abordar las causas psicológicas. Se dan casos de conductores con problemas de visión a los que, por miedo o por vergüenza, son incapaces de admitir su situación, y esa inseguridad generada por un problema físico deriva en otro de orden psicológico. Lo fundamental en todos los casos es ponerse en manos de un profesional que sea capaz de identificar correctamente la situación y buscarle una solución acorde con las necesidades de la persona afectada, porque una situación como la amaxofobia que no se trata adecuadamente puede degenerar otro tipo de problemas, dado que tiene connotaciones frustrantes y negativas para aquel que la padece.

Consejos para enfrentarte al miedo a conducir


Por lo general, la amaxofobia se manifiesta en forma de ataques de ansiedad, que se pueden producir antes de conducir o incluso durante la conducción. En este caso, hay un riesgo evidente, por lo que resulta esencial abandonar la carretera y detenerse en un lugar seguro, y recurrir a los servicios de emergencia si no se es capaz de superar la situación.

Pero si la amaxofobia aparece antes de subirnos a un vehículo, existen técnicas[AA1]  de preparación para evitar que el trastorno se manifieste.

Los especialistas recomiendan realizar técnicas de respiración diafragmática, una intervención sencilla y de fácil aprendizaje, que ayudan a contrarrestar los ataques de ansiedad.

Cuando se trata de un síntoma conductual, se emplea la denominada exposición gradual con prevención de respuesta, acompañada de las denominadas autoinstrucciones. En este caso, el sujeto que padece amaxofobia se expone gradualmente al estímulo que le genera esa fobia, la conducción, hasta tener un control progresivo de sus estímulos.

Esto se desarrolla en paralelo con el denominado Entrenamiento en Autoinstrucciones de Meichenbaum, con el que se provocan cambios en la conducta de las personas a través de verbalizaciones internas.

En el caso concreto de la amaxofobia consistiría en exponer a la persona afectada poco a poco a entornos y situaciones relacionadas con la conducción, realizando tareas relacionadas con el vehículo, como un viaje en moto, por ejemplo. Este método busca que el individuo tenga una exposición controlada y paulatina, enfrentándose a las emociones negativas y a los pensamientos irracionales propios de este trastorno.


 

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