¿Cómo se produce una quemadura con el tubo de escape?
En motos dotadas con propulsores de gasolina se produce una combustión continua mientras están en marcha. La combustión es una reacción química que genera un calor que calienta todos los componentes de la parte motriz y en especial el cilindro, la culata y el sistema de escape, por el cual salen al exterior los gases que se producen durante la citada combustión. Por este motivo, si no queremos sufrir quemaduras en la piel, debemos ser cuidadosos para que nuestras extremidades, especialmente las inferiores, no entren en contacto con las partes de la moto que más se calientan. Por lo general, el sistema de escape, popularmente llamado “tubo de escape”, es el componente que más espacio ocupa y que discurre por uno o ambos laterales de la moto. De este modo, cada vez que nos acercamos a una moto que previamente haya sido utilizada o que operamos sobre ella, hay que prestarle mucha atención al “tubo de escape”, y en especial a su tramo final, el que incluye el silenciador y que es el que sobresale más del conjunto.
Muchas veces el sistema de escape incluye protecciones para evitar que nos quememos, pero aun así, con el uso estas pueden llegar a calentarse y producirnos quemaduras de mayor o menor grado.
¿Qué tipos de quemaduras existen?
Las quemaduras se catalogan en tres niveles dependiendo de su gravedad:
Quemaduras de primer grado
Solo afectan a la capa externa de la piel. Se denomina eritema, y causa molestias, enrojecimiento e hinchazón. Por ejemplo, es la que se produce tras exposiciones prolongadas al sol. También puede ser producida por un leve contacto con un tubo de escape.
Quemaduras de segundo grado
Afectan a las capas externa y subyacente de la piel. De este modo alteran la primera capa, apareciendo ampollas y edemas, además de pérdidas de piel en las zonas más afectadas.
Quemadura de tercer grado
Afectan también a las capas más profundas de la piel y en las superiores aparece necrosis, que es cuando la zona quemada se vuelve de color negro. Se produce tras exposiciones prolongadas a calores extremos o en contactos directos con el fuego
¿Cómo curar una quemadura de un tubo de escape de moto?
Primeros pasos
En el caso de quemadura leve o de primer grado, podemos curárnosla nosotros, sin necesidad de acudir a un centro médico. El agua fría es la solución más rápida y accesible, pero aún mejor es si nos aplicamos frío seco con una bolsa de gel congelado o con hielo metido en una bolsa de plástico. Después, algún gel refrescante con aloe vera puede aliviarnos. Si tenemos acceso a una planta de aloe, podemos cortar una de sus hojas y ponernos directamente su gel o jugo.
Acude al hospital
Si la quemadura es de segundo grado, la que más habitualmente suele producir un tubo de escape de una moto, ya se debe acudir a un centro médico con rapidez para que se haga una valoración y se limpie debidamente. Es importante cubrirla para que no se roce y así evitar infecciones. Para ello, lo mejor es que se utilicen apósitos específicos dotados de algún anestésico que haga más llevadero el periodo inicial de recuperación. Es conveniente revisar la quemadura y realizarle una cura cada dos o tres días. Durante el proceso es preferible que no se moje con agua dulce. Sin embargo, el agua salada puede ser beneficiosa en el tramo final del proceso de cura. En este caso, siempre se deben seguir las instrucciones del médico que esté tratando la quemadura.
¿Cómo prevenir las quemaduras de un tubo de escape?
Como en casi todas las situaciones de la vida, la experiencia es un grado, y aunque todos los que montamos en moto podemos sufrir alguna quemadura, son más propensos a quemarse los conductores menos expertos, por lo que estos deberán ser más cuidadosos con este tema.
Por otro lado, muchas veces son los pasajeros, menos habituados a subirse en una moto, los que se queman con el tubo de escape. En este caso debe ser el conductor el encargado de advertir al acompañante del peligro que conlleva el tubo de escape, algo que deberá hacer antes de que el pasajero se acerque a la moto e intente subirse al asiento trasero. También deberá tener el cuidado necesario para no quemarse durante la circulación y al bajarse.
Por supuesto, para evitar quemaduras en las piernas o reducirlas, se deberá circular en moto con pantalones largos (a poder ser específicos) y, mejor aún, si se acompañan de botas de moto de caña alta o media.
Si necesitamos trabajar en una moto y hacerle algún arreglo o, simplemente realizar una tarea de mantenimiento, lo mejor para no quemarnos, en este caso en manos o brazos, será hacer la operación en frío o esperar a que se temple. Utilizar guantes mientras se trabaja puede ayudar a minimizar lesiones.