La Comunidad de Madrid puede parecer más bien llana, pero en sus límites oeste y norte encontrarás más de veinte puertos de montaña para disfrutar de tu moto sobre sinuosas carreteras que discurren por asombrosos paisajes, en los que la buena mesa también tiene su propio espacio. Recorrer esta veintena de puntos de referencia implica unos 500 km, por lo que hemos dividido esta pequeña aventura en dos jornadas para disfrutar más intensamente aún de la experiencia.
Un buen punto de partida para esta ruta se encuentra en la localidad de El Escorial. A una distancia de unos 60 km desde el centro de Madrid, puedes emplear la vía rápida para llegar hasta allí por la autovía A6 o, si lo prefieres, puedes comenzar a explorar el perfil de tus neumáticos en el puerto de Galapagar. Esta última opción tiene menos tráfico entre semana, y en menor medida ocurre lo mismo con el resto de nuestras sugerencias. Desde El Escorial, siguiendo la ruta en moto, puedes visitar el mítico puerto de Cruz Verde (1.256 m), donde tradicionalmente se reúnen los motoristas madrileños cada fin de semana desde hace varias décadas.
De vuelta en El Escorial, se puede ascender el monte Abantos para seguir hacia el Puerto de Malagón (1.534 m) y continuar hacia el Alto de los Leones (1.534 m).
En esta revirada carretera es fácil encontrar gravilla sobre el asfalto, por lo que se debe maximizar al atención. La carretera vuelve a ascender y llegamos al puerto de Guadarrama (1.511 m). La carretera es rápida y está bien asfaltada. En Guadarrama encontrarás multitud de lugares acogedores donde tomar un aperitivo al sol.
Nuestro siguiente objetivo está en Navacerrada. Para ello dejamos la A6 a la izquierda para tomar la carretera M-614 hasta Los Molinos.
Este ascenso también fue escenario hace varias décadas de distintas competiciones del motociclismo madrileño. El asfalto es bueno y te permitirá disfrutar las capacidades de tu moto. Entre tanto, disfrutarás de una bella vista de Cercedilla, lugar que irás dejando a la izquierda. Después de coronar el puerto de Navacerrada (1.800 m) ponemos rumbo a Cotos (1.830 m). Desde allí la M-604 te llevará hasta Rascafría. La bajada es revirada y brutal, y la calidad del asfalto también acompaña. Recuerda dejar un margen de seguridad, como en todas partes, pero en esta vía especialmente. Decidimos entonces seguir en dirección al puerto de la Morcuera (1.796 m). La ascensión es suave con varias curvas muy divertidas y asfalto rugoso. El descenso desde Morcuera implica cierta precaución, ya que los quitamiedos son de hormigón. Tras unos ocho kilómetros llegas a Miraflores de la Sierra.
Hasta este punto encontrarás numerosos puntos donde disfrutar de una buena comida, aunque no puedes excederte si quieres volver en plenas facultades a la carrera para continuar la ruta.
En Miraflores de la Sierra hay que tomar un desvío a la izquierda (M-629) en dirección Canencia. El ascenso implica un recorrido muy revirado. Coronamos el puerto de Canencia (1.524 m) y volvemos a descender, alcanzando de nuevo la M-604 en dirección a Lozoya. Son, probablemente, los diez kilómetros más rápidos y menos entretenidos de nuestra ruta. Desde Lozoya giramos hacia el puerto de Navafría (1.773 m) por la M-637.
Los puertos de Linera y de la Acebeda están en la zona, pero las vías de acceso son más complicadas y desde este punto decidimos volver hacía Lozoya para recorrer unos 20 km hasta Loyozuela. La tarde se nos ha echado encima, pero proseguimos hasta Pradera del Rincón, muy cerca ya de la autovía A1. La carretera M-130 nos lleva por un largo ascenso con menos curvas hasta el puerto de la Puebla (1.636 m). Ha sido un largo día en moto. Para completar la ruta de los 20 puertos el siguiente destino estaría en el puerto de la Hiruela (1.478 m).
El acceso desde este punto resulta algo más rebuscado, por lo que decidimos que hemos tenido suficiente para un solo día, y ponemos rumbo de vuelta a la ciudad. Una ducha y una cena anteceden a la siempre evocadora noche madrileña.
Foto cabecera: Javier Costas Franco | Flickr