Desde siempre se ha distinguido entre ambos conceptos en las cuestiones relativas a la seguridad en moto, y siempre ha habido elementos de seguridad activa y seguridad pasiva. Lo que sucede en la actualidad es que con la proliferación de los sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), sistemas avanzados de asistencia al conductor, la dotación de elementos de tecnología de seguridad activa se ha incrementado notablemente.
¿Qué es la seguridad activa?
Podemos definir la seguridad activa como la dotación de elementos que contribuyen a conseguir una mayor eficacia y estabilidad en una moto, y que, en la medida de lo posible, intervienen para mejorar la seguridad y evitar un accidente.
Por tanto, hay una serie de equipamiento en las motos que ya de por sí forma parte de la seguridad activa, como por ejemplo los frenos o las suspensiones, elementos propios de un vehículo sin los cuáles la conducción sería más peligrosa.
Principales sistemas de seguridad activa
Como podemos ver, ya por mera concepción, una moto disfruta de diferentes elementos de seguridad activa. Empecemos por los más esenciales, como son los frenos
El sistema de frenado
Todos sabemos cuál es el funcionamiento de los frenos en una moto, pero con la aparición de los sistemas ABS (anti bloqueo de frenos) a principio de los años 80 del pasado siglo, la mejora en las prestaciones de los sistemas de frenado ha contribuido a mejorar notablemente la seguridad activa.
Además de mejorar la calidad de los elementos de los sistemas de freno con mejoras como la generalización de los frenos de disco, las pinzas de freno de anclaje radial y las bombas de freno radiales –más eficientes en su funcionamiento-, o la introducción de discos de mayor diámetro para incrementar la capacidad de frenado, incluso la llegada de discos ventilados para que no pierdan eficiencia por sobrecalentamiento, la incorporación del ABS supuso un salto cualitativo en el eficiencia de los sistemas de frenada.
El sistema electrónico
La llegada de la electrónica a las motos, en buena medida implementada por el aprendizaje alcanzado en la competición, especialmente en MotoGP, ha permitido una mejora notable en la eficiencia de los sistemas de seguridad activa.
Las unidades inerciales que permiten a la electrónica conocer en todo momento la posición de la moto respecto a la carretera, permite la actuación de los denominados frenos ABS Cornering, que actúan incluso cuando la moto está inclinada y permiten frenar en esa posición comprometida, cuando la superficie de contacto de los neumáticos es tan reducida. Eso es seguridad activa.
La suspensión
La suspensión es otro elemento de seguridad activa, porque permite superar las imperfecciones de la calzada sin que estas influyan en la conducción. Gracias a la suspensión una moto puede circular por un firme bacheado tan bien como si pisara la alfombra del salón de su casa. Y aquí también la electrónica ha contribuido a mejorar la seguridad activa.
Los sistemas de control electrónico de las suspensiones son capaces de ajustar en milisegundos la respuesta de la amortiguación al tipo de terreno por el que se circula, y el piloto no tiene más que dedicarse a pilotar.
Como vemos, la electrónica es clave. El acelerador electrónico permite una conexión directa entre el mando del gas y la rueda, sin brusquedades, y los diferentes modos de conducción, presentes ya en la mayoría de los modelos sin importar su cilindrada, ofrecen una respuesta diferente en función del momento en que se usa la moto: sport, turismo, lluvia, off road…
El control de tracción
Igualmente, el control de tracción ayuda a evitar el deslizamiento de la rueda trasera cuando, por cualquier circunstancia, la potencia aplicada sobre el firme hace que esta patine. En ciudad, una alcantarilla o una rejilla del metro se convierten en superficies deslizantes, propensas al aquaplaning que ponen en riesgo al piloto de una moto, pero la intervención del control de tracción, en milisegundos, permite ajustar la respuesta del motor al nivel de tracción existente.
Los neumáticos
Seguramente el neumático, casi sin darnos cuenta, ha sido un elemento fundamental en esta seguridad activa. La evolución de los neumáticos ha sido enorme en estos últimos cuarenta años, desde la introducción del neumático radial, un avance conseguido también gracias a la competición. Desde entonces se ha mejorado en construcción y en materiales, llegando a desarrollarse neumáticos con varios compuestos, diferentes en la banda de rodadura que en los flancos.
El sistema de alumbrado
Finalmente, un detalle que casi pasamos por alto es la iluminación. La generalización en el uso de los LED ha contribuido a mejorar la calidad de la iluminación, haciendo más segura la conducción nocturna.
Podemos decir que es un paso previo a la conducción autónoma, pero de momento queda. En los últimos años la incorporación de los sistemas de radar en las motos ha permitido que se incremente la seguridad activa, porque ahora ya hay bastantes modelos que además de todos los sistemas mencionados anteriormente, también ofrecen asistentes que alertan sobre ángulos ciegos, y que tienen sistemas adaptativos de velocidad y de frenada, que intervienen en determinadas maniobras (un adelantamiento, una frenada) cuando el sistema percibe que debe reducir la velocidad cuando se está aproximando demasiado deprisa a un vehículo precedente, o cuando comprueba que la potencia aplicada a los frenos no es suficiente para detener la marcha mucho para que este discutido y discutible concepto se incorpore a las motos.
Todos estos sistemas de seguridad activa contribuyen a que dispongamos de un vehículo con óptimas condiciones de seguridad. Pero incluso así el riesgo de un accidente sigue presente. Para paliar las posibles consecuencias disponemos de los elementos de seguridad pasiva.
¿Qué es la seguridad pasiva?
La seguridad pasiva, se conforma con aquellos elementos que, sin llegar a contribuir a la mejora inmediata de la seguridad de una moto, sí influyen en que en caso de accidente los daños se reduzcan lo máximo posible. La seguridad pasiva es tu equipamiento propio, tu casco, tus guantes, tus botas y con esto queda claro la importancia de elegir el mejor equipamiento para tu seguridad.
¿Qué elementos de seguridad pasiva son obligatorios?
No son menos importantes ni su función es secundaria, ni mucho menos. Porque tan importante como tener unos buenos frenos, o unas buenas suspensiones, o que nuestra moto cuente con los más avanzados sistemas de asistencia a la seguridad, es contar con algo tan fundamental como nuestro equipamiento.
La seguridad pasiva la constituye, fundamentalmente, el equipamiento del motociclista. No sólo reside en el hecho de usar casco, que de momento es la única prenda obligatoria, sino que el empleo de guantes, botas y una cazadora dotada de protecciones (coderas, hombreras, protector de columna) es un notable avance en términos de seguridad pasiva. Si a ello añadimos también unos pantalones dotados de protecciones (cadera, rodilla) y con gran resistencia a la abrasión, se complementaría notablemente el nivel de seguridad activa.
Otro elemento con creciente implantación es el airbag en el equipamiento de moto. Aquí la competición también ha sido fundamental para un rápido desarrollo de este sistema, que ya es obligatorio en todas las competiciones de velocidad. El uso de monos con airbag se ha extendido al usuario, poniendo a su alcance la misma tecnología que disfrutan los pilotos de competición, e incluso se ha implementado para cazadoras de moto en el uso diario, tanto integrado en la misma prenda como elemento suplementario en forma de chaleco-airbag.
Hay algunas motos, como la Honda GoldWing GL1800, que disponen de airbag, o el Piaggio MP3, sobre el que trabaja el fabricante italiano para desarrollar un sistema de airbag para scooter, un detalle diferenciador en el elenco de modelos del mercado, y sería un añadido más a las medidas de seguridad pasiva.