En 1990, Carlos Sainz era ya un piloto establecido en el Mundial, y sus resultados lo habían llevado a encabezar el Toyota Team junto a su inseparable copiloto Luis Moya. Los otros dos coches de la casa estaban gobernados por Mikael Ericsson con Claes Billstam a su lado y la promesa alemana Armin Schwarz con Klaus Wicha. También se contó para una prueba con el especialista Bjorn Waldegaard. Sus compañeros de equipo del año anterior, Juha Kankkunen así como Kenneth Eriksson, se pasaban a Lancia y Mitsubishi respectivamente, siendo ahora rivales.
Se disputaron 11 pruebas en el que sería el año del primer título de Toyota y de Sainz con el apoyo de Repsol.
Montecarlo
Esta era una vez más la primera prueba del año. Durante el evento, las carreteras carecieron de nieve y los Toyota rendían extremadamente bien. Todo parecía pronosticar la victoria de Sainz quien lideró en varios tramos y presentó batalla constante a los anteriores dominadores del asfalto monegasco.
Sin embargo, los Lancia sufrieron una repentina mejora de rendimiento que decantó la prueba a su favor, logrando Carlos eso sí, una prometedora segunda posición a 54 segundos del vencedor Didier Auriol. Sus compañeros de Toyota Schwarz y Ericsson acababan en quinta y séptima posición. A pesar de escapársele la victoria al piloto Repsol, esto suponía un comienzo de temporada esperanzador.
Rally de Portugal
Tan solo Sainz y Schwarz participaron en esta prueba. Tras el triple abandono del año anterior, el rally de este año prometía un resultado diferente gracias a las mejoras realizadas en el Toyota. La mezcla de asfalto y grava, de las pistas portuguesas fue especialmente dura y pasó factura a la mecánica.
De los 108 participantes, tan solo 34 lograron acabar. La suerte no estuvo de parte del equipo tampoco en esta ocasión, ya que Schwarz abandonaba en el décimo tramo por una salida de pista y Sainz casi al final en el tramo 33 veía como la caja de cambios del Celica decía basta.
Rally Safari
Lo ocurrido en este evento trajo esperanzas al equipo de lograr algo grande. Para esta prueba se contó con Bjorn Waldegaard, experto en este tipo de pruebas, en vez de Armin Schwarz. Los tres Toyota oficiales entraron el “Top5” con una magistral victoria de Bjorn, tercer puesto de Ericsson y cuarto de Sainz, quien no pudo competir con su propio coche, ya que no se contaba con su participación. Sin embargo, el piloto español manejó el vehículo de reserva de su compañero Waldegaard y cosechó unos valiosos puntos para el campeonato.
Tour de Corse
Al igual que en Montecarlo, la victoria se escapó de las manos de Sainz tan solo por la fortuna del equipo Lancia. La segunda posición, a tan solo 36 segundos de Auriol, sabía a victoria y suponía otra inyección de moral para el español.
Rally Acrópolis
Fue en esta prueba donde se comenzó a vislumbrar el posible título de Sainz. Tras el triple abandono del equipo en 1989, el evento griego con sus pistas de grava se convirtió en el lugar donde Sainz rubricó su primera victoria en el Mundial de Rallys. Gracias a un pilotaje extraordinario y el mejorado rendimiento del Toyota, Carlos se colocaba como líder del Mundial con 5 puntos de ventaja.
Nueva Zelanda
Con la moral arriba tras su primer triunfo, Sainz volvía a dar toda una muestra de habilidad sobre un terreno de gravilla. Al presentarse como el único piloto oficial de Toyota y sin la presencia de los Lancia oficiales, Sainz lograba su segunda victoria sin oposición, amasando un buen colchón de puntos en el proceso.
Argentina
El país andino veía por primera vez a la marca japonesa circular por sus pistas y cerca estuvo de ver la victoria de Sainz. Lamentablemente un error con las notas causaba un vuelco del Celica. Por suerte, Carlos pudo continuar compitiendo, y dado que algunos de sus adversarios sufrieran también problemas mecánicos, logró finalmente una segunda posición.
Rally de los 1000 Lagos
Fue en este lugar dónde la leyenda de Sainz quedaría marcada en la historia. Las complicadas pistas finlandesas, con velocidades medias de más de 100 Km/h vieron volar a Carlos Sainz, quien había logrado aquí su primer podio mundialista al año anterior. Entre el estupor de los pilotos y aficionados locales, Sainz lograba la victoria, siendo el primer piloto no nórdico en conquistar este rally, ganándose el respeto y admiración de todos los apasionados del motor.
Rally de Australia
Sainz probaba por primera vez los tramos del rally de Australia, pero esto no era ningún hándicap para el piloto español, que tras los 570 Km de exigentes y polvorientas pistas acababa en segunda posición tras Kankkunen, dejando ya la puerta abierta a poder lograr el ansiado título Mundial en la siguiente prueba.
Sanremo
Sainz se jugaba el título en un rally conocido por ser territorio Lancia. Los pilotos de la marca italiana estaban dispuestos a presentar la mejor de las batallas. Carlos, al igual que el año anterior, exprimió toda la caballería del Toyota Celica GT-Four llegando a acariciar la victoria. Por desgracia, cuando rodaba al límite para ampliar la ventaja con sus adversarios, un contratiempo le hacía perder posiciones.
Gracias a su gran pilotaje durante el resto de la prueba, tenía la suficiente ventaja como para subirse a la tercera posición del podio, resultado más que suficiente para ganar su primer Mundial y el primero para Toyota.
Rally RAC
Con el título ya en el bolsillo, Carlos Sainz y Luis Moya podían presionar sin miedo a sus rivales en la última prueba del año en Gran Bretaña. Tras escapársele por los pelos la victoria en tierras británicas el año anterior, en esta ocasión rompió la mala racha y obtuvo una impresionante victoria, acabando con el reinado de más de una década de victorias de pilotos nórdicos en este rally.