Los inicios de las competiciones de motociclismo, y algunos de los circuitos de carreras en España, se forjaron a comienzos del siglo XX sobre carreteras públicas.
En el camino hasta llegar al Campeonato del Mundo de MotoGP, un incontable número de competiciones se ha disputado en los escenarios más diversos.
La primera carrera de motocicletas en España se remonta al año 1899 en Barcelona -todavía en el siglo XIX- sobre en un trazado urbano de cuatro kilómetros.
La primera prueba para motos de la que se tiene constancia en Madrid se celebró en 1904. Tuvo su recorrido entre la Cuesta de las Perdices -la actual salida de la autovía A6- y el puerto de Galapagar que todavía frecuentan numerosos motoristas cada fin de semana.
El primer Campeonato de España de motociclismo se disputó en 1915 con una carrera de 335 kilómetros con salida y llegada en Bilbao. Te sorprendería saber que algunas de las vías principales de tu ciudad han sido probablemente escenarios de competiciones de motociclismo en algún momento de los últimos cien años.
La evolución del deporte en este tiempo ha llevado a un panorama actual bien distinto, con hasta cuatro circuitos permanentes españoles presentes en el calendario del Mundo de MotoGP.
El Circuito de Jerez – Ángel Nieto, el Circuit de Barcelona – Catalunya, MotorLand Aragón o el Circuit Ricardo Tormo son así la actual punta de lanza de nuestros escenarios motociclistas.
Jerez apareció en el calendario a finales de los años 80 como alternativa al entonces ya anticuado Jarama como sede del GP de España. El trazado catalán de Montmeló se incorporó a la escena en 1992 tras 15 años de ausencia mundialista en Barcelona, primero como GP de Europa y a partir de 1995 como GP de Catalunya.
Por su parte, la pista valenciana de Cheste se inauguró en 1999 y desde 2002 clausura la temporada de MotoGP. El último de nuestros trazados mundialistas actuales es el de MotorLand Aragón. Surgido de la inspiración por la tradición automovilística de la población cercana de Alcañiz, MotorLand es una instalación de primer nivel que desde la temporada 2010 acoge el GP de Aragón de MotoGP.
Pero, ¿dónde se corrían las carreras del Mundial antes de la revolución de instalaciones y recursos de los últimos 30 años?
Además de nuestros cuatro circuitos más conocidos internacionalmente en este momento, no podemos dejar caer en el olvido otros trazados españoles que acapararon en su momento la mayor atención mediática.
Montjüic
El Campeonato del Mundo de motociclismo de velocidad –el actual MotoGP- tuvo su primera carrera en España sólo dos años después de su nacimiento en 1949. Así, en 1951, la primera ronda hispana del Mundial se celebró en Montjüic. El retorcido trazado sobre vías públicas en Barcelona tenía entonces una longitud de seis kilómetros.
La carrera de 1951 estaba planificada a 34 vueltas y el vencedor en la categoría de 500 resultó ser la estrella italiana de la época Humberto Masetti.
Comparado con los rápidos trazados de la época, como el vertiginoso Tourist Trophy de la Isla de Man, aquella primera edición del GP de España en Montjüic ha pasado a la historia como la carrera con la menor velocidad media (93’9 km/h) de la categoría reina.
Montjüic se mantuvo en el calendario del Mundial con una longitud reducida a 3’7 kilómetros hasta 1976. A partir de 1969 se alternó con el circuito del Jarama en Madrid como sede del GP de España.
Al tratarse de un circuito urbano, la seguridad resultó finalmente el motivo que precipitó su exclusión del Campeonato del Mundo de motociclismo, así como de la Fórmula 1 automovilística.
El trazado barcelonés continuó celebrando su cita anual con el motociclismo en las 24 Horas del Montjüic. La legendaria prueba de resistencia terminó perdiendo su rango mundialista, pero se continuó celebrando hasta que un grave accidente puso fin a la actividad en 1986.
La prueba de las 24 Horas se retomó en la década de los 90, ya sobre el trazado permanente del Circuit de Barcelona – Catalunya.
Jarama
El legendario trazado madrileño apareció en el calendario del Mundial en 1969 como alternativa a Montjüic. Situado a la salida norte de la ciudad, su diseño corrió a cargo del holandés John Hugenholtz, que solo unos años antes había diseñado el circuito japonés de Suzuka.
El Jarama, con una longitud de 3’7 km, tenía en común con el trazado japonés que ambos se habían levantado adaptándose al terreno existente. El resultado de ello fue un técnico trazado con todo tipo de virajes y fuertes pendientes de subida y bajada.
El Jarama se inauguró el 1 de julio de 1967 y su primer GP de F1 llegó el 12 de septiembre de ese mismo año. El primer gran premio de motociclismo llegó en 1969 y desde mediados de los 70 hasta finales de los 80 se mantuvo como el trazado español de referencia en el Mundial.
Sobrepasado en materia de instalaciones por el circuito de Jerez, inaugurado en 1985, a comienzos de los 90 parecía que el Mundial había abandonado definitivamente el Jarama. Entonces, el trazado madrileño recibió una profunda remodelación de instalaciones que también alcanzó a la pista.
El trazado recibió un nuevo asfaltado y algunas modificaciones, alargando la recta de meta, reduciendo las curvas 1 y 2 a un único viraje e introduciendo una ampliación con una larga curva en la zona de «La Hípica».
Sorprendentemente, en 1991 el Jarama tuvo una nueva oportunidad con la cancelación del GP de Yugoslavia, a punto de entrar el país balcánico en una dramática guerra civil.
La carrera se denominó GP de Europa y fue organizada en apenas tres semanas por el personal de la empresa que hoy conoces como Dorna, antes de hacerse con los derechos de televisión del Mundial en 1992.
El gran premio se celebró el 16 de junio de 1991 y resultó un éxito. Loris Capirossi fue el ganador en 125, con Luca Cadalora en lo alto del podio en 250 y el inimitable Wayne Rainey venciendo con total autoridad en 500. Curiosamente, los tres ganarían el título en sus respectivas categorías aquella temporada.
Tras el milagro de haber disfrutado de un último GP en todo su esplendor, el Mundial regresó al Jarama 1993 en sustitución del GP de Sudáfrica que cerraba la temporada.
El programa incluía de nuevo las tres categorías del campeonato, además de los siempre espectaculares sidecars – de la olvidada categoría biplaza del Mundial hablaremos en otra ocasión-.
El ganador en 500 aquel día resultó ser Alex Barros, pero la mayor atracción de la jornada estuvo en la magistral conquista del título mundial de 250 a cargo de Tetsuya Harada.
Tras mantenerse agazapado entre los cinco primeros toda la carrera, el japonés lanzó un incontenible ataque en las últimas vueltas que hizo a su rival, Capirossi, perder la concentración y sufrir incluso una salida de pista.
El último adiós del Jarama en el Mundial llegó con el GP de la Comunidad de Madrid en 1998. La pista madrileña volvió vivir una gloriosa jornada e incluso se despidió del Mundial con la épica victoria de un piloto español, Carlos Checa.
La primera carrera disputada en Madrid fue una de 100Km Madrid-Guadalajara-Madrid el 4 de Marzo de 1903.
Respecto al primer campeonato de España, según una crónica de la hemeroteca del mundo deportivo fue la Copa Sportsmens Club celebrada en el circuito del Bajo Panadés en fecha 23 de Febrero de 1908.
Antes del año 1915 hubo otro anterior celebrado el 1 de Mayo del 1913 en el velódromo de la Ciudad lineal de Madrid, primer y último campeonato disputado en pista.