Incluso tras un duro viaje, uno puede llegar a ganar un título Mundial al poco de aterrizar.
Para empezar vamos con un poco de historia. El Jet Lag es un concepto que escuchamos por primera vez en el periódico “Los Angeles Times” en febrero de 1966, en un artículo que decía lo siguiente: “Si va usted a ser un miembro de la Jet Set y volar a Katmandú para tomar un café con el rey Mahendra, cuente con que sufrirá Jet Lag”. Por lo tanto esta molestia es una sensación de malestar causada por el que nuestro biorritmo se desajusta al cambiar a otras franjas horarias a gran velocidad. Este malestar es especialmente agudo cuando se viaja hacia el este como es el caso de nuestros pilotos de camino a los circuitos del Pacífico.
Para evitar los efectos de este mal singular, podemos usar estos trucos que nos ayudarán a adaptarnos más fácilmente al cambio horario.
1. Adáptate al horario de destino
Podemos intentar crear una rutina similar al horario que tendremos en el destino al que vayamos. Esto puede significar cambiar las horas de nuestras comidas y de acostarnos. La adaptación puede ser más o menos rigurosa y tener una rutina abierta y flexible ayuda en gran medida. Lo ideal es empezar 2 o 3 días antes de viajar. En el caso de los viajes hacia el este, es mejor acostarse 1 hora antes y levantarse 1 hora antes de lo habitual.
2. Duerme bien y sé prudente con las comidas
Antes de viajar debemos intentar estar bien descansados, con al menos 7 horas de sueño en la noche anterior al viaje. Además es recomendable comer ligero e hidratarse bien tal y como explicamos en este otro artículo. Si vamos a llegar de día, debemos intentar dormir durante el vuelo.
3. Cambiar el reloj
En cuanto te subas al avión cambia el horario de tu reloj al del destino, para empezar a acomodar tu cuerpo a los nuevos horarios. De esta manera sabrás cuándo debes dormir y cuándo debes estar despierto.
4. Reactiva tu circulación
Durante el viaje intenta moverte por el avión para reactivar tu flujo sanguíneo. Puede que veas a otros viajeros hacerlo también, así que no hay razón para ser tímido. Si te es posible, intenta hacer unos estiramientos, especialmente si viajas a hacer deporte como es el caso de Marc y Dani.
5. Toma el sol y haz ejercicio
La mejor forma de reactivar nuestro organismo y adoptar el nuevo ritmo, es aprovechar todas las horas de sol que podamos. Aunque tengamos sueño, es mejor evitar echar la siesta y pasar el día en actividad y al aire libre en la medida de lo posible. El primer día al llegar a nuestro destino es muy recomendable hacer ejercicio para completar nuestra adaptación ya que activará nuestra circulación y generará endorfinas.
6. Tras tu primera noche en destino: proteínas
En cuanto te duermas la primera noche con tu nuevo horario, el desayuno es una parte esencial. Así que asegúrate de que sea rico en proteínas para que puedas rendir al máximo. Durante el día, puedes picar frutos secos como almendras que tienen melatonina (regula el sueño). Y para irte a la cama cena ligera, lo mejor es tener una buena digestión nocturna
Ahora solo queda probar estos consejos. Si como nuestros pilotos tienes que viajar a lugares como Japón, EEUU o Malasia, acuérdate de que el Jet Lag es un mal que se puede combatir hasta tal punto, que incluso tras un duro viaje, uno puede llegar a ganar un título Mundial al poco de aterrizar. Ya lo podéis ver en la foto 😉