Blog de Pol Espargaró: el piano, una pasión más allá de los circuitos

¡Hola a todos los seguidores de Box Repsol! Es la primera vez que me dirijo a vosotros por este canal, así que voy a explicaros algo por lo que me habéis preguntado en redes sociales, y es mi afición por la música. Como las motos, me ha acompañado toda la vida. El piano es una de mis grandes pasiones y es algo que viene de cuando era pequeño. Siempre me han gustado mucho la música, los instrumentos… Cuando iba al colegio, había clases extraescolares de piano. Ahí fue donde empezó todo.

Le dije a mis padres que quería aprender a tocar algún instrumento y ellos pensaron que quizás el piano sería una buena opción, porque me podría ayudar como piloto. Mejorar los reflejos o agudizar la mente, por ejemplo, son cosas que aprendí de esta forma.

Con unos cinco o seis años empecé a estudiar piano y estuve unos cinco años haciendo clases, pero cuando llegó la adolescencia, apenas tenía tiempo para poder dedicarme al piano como realmente quería. Cuando no estaba en las carreras, me apetecía estar con mis amigos, y lo tuve que dejar. Al final, la música no deja de ser un hobby que requiere mucho tiempo.

Pero la cosa no se acabó ahí. A los ‘veintipocos’, lo retomé y hasta ahora sigo tocando casi todos los días cuando estoy en casa. Aunque no os voy a negar que es complicado. Con la pequeña en casa y los entrenamientos a diario es difícil. Además, como os podréis imaginar, se necesita mucho silencio para no perder la concentración. Pero, aunque sea muy poquito, aunque sean solo veinte minutos, casi todos los días intento tocar el piano, sobre todo por la noche, antes de irme a dormir.

En cuanto a referentes os podría decir muchos. A bote pronto, me quedo con un compositor llamado Ludovico Einaudi. Toco cuatro canciones suyas y me gusta muchísimo. En general, toco canciones muy distintas las unas de las otras, muy variopintas todas. No me gusta un estilo en concreto de música muy marcado, pero este pianista que os digo me gusta muchísimo.

Eso sí, la afición se queda en afición. No me veo dando un concierto de piano con público delante. Es algo que me cuesta mucho, incluso si solo está presente mi mujer. La verdad es que no sería capaz de tocar siquiera delante de mi equipo.

Cuando tocas algún instrumento y te pones nervioso, la primera reacción que tiene el cuerpo es que las manos empiezan a temblar. Al igual que es necesario el silencio y un ambiente relajado, se necesita una precisión increíble para tocar el piano. Si te pones nervioso y empiezas a temblar, empiezas a fallar y tienes que parar. Me ha pasado alguna vez y, en realidad, es algo muy común en este mundo del piano. Y bueno, en general en el mundo de la música. Como ya os he dicho, el piano siempre ha sido una gran afición, y así seguirá siendo.

Pues nada, un abrazo a todos y ¡gracias por vuestro apoyo! Nos vemos en próximos blogs de Box Repsol.