Tienes tu trabajo, tu vida, tus rutinas, y un buen día decides que sí, que lo vas a intentar. Esta sería, más o menos, la hoja de ruta para una persona que decide romper con todo y dedicarse al motociclismo profesional.
Que nadie tome este post como algo científico o como la guía 100% eficaz para triunfar en el mundo de las motos. Primero, porque cada uno es diferente, y segundo, porque no es lo mismo meterse a los 5 años que a los 22. Lo que aquí planteamos es una hipótesis, un camino que, en eso sí que estaremos todos de acuerdo, estará lleno de obstáculos. Pero quién sabe… quizás sea posible. ¿Por qué no? En cualquier caso, daremos por seguro que el pretendiente tiene cierto talento, que sabe ir en moto y que esto de las carreras no es algo totalmente nuevo para él. O para ella.
Aquí no nos valdría demasiado fijarnos en la trayectoria de los pilotos que forman la parrilla de MotoGP. Si tomamos como ejemplo a Marc Márquez y Dani Pedrosa, además de ser auténticos portentos, empezaron casi antes con las motos que con las bicicletas. Han pasado por todas las categorías, pateándose los pequeños circuitos provinciales, avanzando a través de campeonatos infantiles. Hasta llegar a la cima, donde tampoco es nada fácil mantenerse. Tú te estarás saltando esa fase de iniciación pero qué demonios, que nadie te robe ese sueño.
Lo primero que debes conseguir es que alguien se fije en ti. Debe ser una persona con una cierta influencia en el mundo de las dos ruedas, que te pueda orientar, presentarte a las personas adecuadas. Será el encargado de echarte una mano, de llamar a las puertas que te hagan subir escalafones. Pero antes deberás entrenar duro, rodar miles de kilómetros en circuito. Y tendrás que encontrar un equipo ‘amateur’ que confíe en ti y te dé la oportunidad de formar parte de sus filas. O eso o tiras tú solo, con tus propios medios, sin más ayuda que tus propias manos y el apoyo, moral y logístico, de las personas de tu entorno. Una vez dentro, debes ser rápido, muy rápido. Esa es la manera eficaz de llamar la atención, pero ojo, los grandes equipos también buscan personas con la cabeza bien amueblada. Nada de querer correr demasiado, de pisar las aspiraciones de los demás, de ser egoístas, de no tratar bien a los mecánicos o a los jefes de estrategia. Hay que rodearse de buena gente, respetar el entorno, demostrar empatía, aprender a cumplir órdenes, a darse cuenta de que este deporte, aunque sea individual, tiene mucho de compartir, escuchar y empatizar.
También deberás aprender a gestionar los fracasos y las derrotas. Y a convertir las victorias en éxitos colectivos. Recorrerás España, conocerás circuitos nuevos, competirás con todo tipo de personas, hombres y mujeres, chicos y chicas que persiguen tu mismo sueño. Te asaltarán las dudas, y es entonces cuando deberás acordarte de lo que has dejado atrás, del esfuerzo que has hecho.
A todo ello deberás añadir (sentimos ser tan realistas) la inversión necesaria para poder ir quemando etapas. Te hará falta una moto, un transporte para llevarla, herramientas (en el caso de que no formes parte de un equipo), alojamiento. Y luego está la inversión durante la competición: el box, las tandas de entrenamiento, el combustible, la licencia para competir. No te bastará el talento, también te hará falta una considerable cantidad de dinero.
El camino habitual, si no has cumplido los 23 años, te lleva por el FIM CEV Repsol, antes conocido como Campeonato de España de Velocidad, por donde han pasado prácticamente todos los pilotos nacionales que llegan al Mundial. Podrás disputar todas las carreras o las que tú elijas del calendario. Si triunfas, no tengas duda de que alguien te estará observando. Si superas los 23 años, puedes intentarlo en el Campeonato del Mundo de Superbikes, donde el límite está en 50 años.
Si te has rodeado de buena gente, será cuestión de sumar dos más dos: en pocos años, si demuestras cierta regularidad, terminarás en Moto3 (ojo, el límite de edad es de 28 años, pero en Moto2 salta a 50, igual que en la categoría reina). Y de ahí, como han ido haciendo los mejores, podrías escalar hasta MotoGP en un plazo de unos cuatro o cinco años, en función de cómo te vaya en cada una de las categorías inferiores.
¿Cuánto tardarías en ganar el Mundial de MotoGP? Podría ser un año. O podrían ser 500. Lo mejor, llegado el caso, sería analizar tu trayectoria y proyectar. Pero si has llegado hasta tan arriba, lo más importante es no dejar de soñar. Ni de correr. ¡¡Salud y kilómetros!!