¿Qué relación tiene el país asiático con el motociclismo? Esa es la pregunta que se ha hecho mucha gente cuando el calendario del Mundial de MotoGP 2023 vio la luz hace unos días, y descubrimos que el Gran Premio de Kazajistán era una de las 21 carreras programadas para la próxima temporada.
Para empezar, resulta complicado situar Kazajistán en el mapa. La antigua república soviética es uno de esos grandes territorios de Asia Central que se caracteriza por su enorme superficie, 2,7 millones de km2 –casi seis veces la extensión de España- y su baja población, algo más de 18 millones de personas, es decir, menos de la mitad de los habitantes que tiene España. Al Norte comparte la frontera con Rusia, mientras que de Oeste a Este limita con el Mar Caspio, Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguistán, y China.
Su capital, Astaná, está situada al norte. El país es una enorme y desértica estepa jalonada de gigantescos lagos, y solo al sur encontramos una cordillera montañosa, frente a la cual se levanta Almaty, una ciudad de casi dos millones de habitantes, la más poblada del país. A 76 kilómetros de allí se encuentra el Sokol International Race Track, la pista que acogerá el Mundial de MotoGP.
Sokol es un circuito de 4.495 metros diseñado por el conocido arquitecto Hermann Tilke, autor de un buen número de circuitos de reciente construcción, como Sepang, MotorLand Aragón, COTA, Shanghai, Estambul, Moscú, Buddh, Chang o Jeddah, entre otros.
Circuito de Sokol
La puesta en marcha del proyecto arrancó en 2014, cuando el empresario kazajo Alijan Ibragimov anunció la construcción de un circuito con el objetivo de acoger competiciones internacionales de primer nivel. Los trabajos arrancaron ese año y en la actualidad está completado al 90 %, ya que tiene que culminarse el trabajo en la pista principal, mientras que las otras instalaciones del circuito, karting, drag y drift area, están plenamente operativas, y de hecho Sokol cuenta con un completo programa de actividades automovilísticas a lo largo de todo el año.
El promotor del circuito, Alijan Ibragimov, falleció el año pasado, pero su hijo Dastan se mantiene al frente del proyecto, que es completamente de titularidad privada, aunque cuenta con ayuda del gobierno kazajo para la llegada de MotoGP al país. Quizás esto marca la diferencia con proyectos fallidos, como KymiRing, o el nonato circuito proyectado en Hungría que se ha venido abajo al retirar su inversión el gobierno húngaro.
Un detalle que juega a favor de este circuito es que Sokol ha contratado como consultores al equipo que gestionó en sus primeros años MotorLand Aragón, que está presente en el día a día de la instalación así como en todo el proceso de las obras, y que también estará al frente de la organización cuando MotoGP llegue a Sokol, lo cual es toda una garantía. No olvidemos que en ese periodo el Gran Premio de Aragón fue elegido el mejor GP de la temporada en 2010, 2013 y 2016.
El Gran Premio de Kazajistán
Kazajistán será el trigésimo país que visite el Mundial de MotoGP desde la puesta en marcha del campeonato en 1949, y Sokol se convertirá en el 74º circuito que albergue un Gran Premio en la historia del Mundial. MotoGP ha suscrito con el promotor kazajo un acuerdo por cinco temporadas, lo que garantiza el arraigo de la competición en la zona.
Como es fácil suponer, en Kazajistán no hay mucha tradición motociclista. Su vasto país con las poblaciones tan dispersas entre sí no propicia un uso frecuente de la moto, así que el motociclismo será todo un mundo por descubrir para los kazajos, que sin duda se verán fascinados con el espectáculo que ofrece el Mundial de MotoGP.
En Kazajistán no hay ningún campeonato motociclista. Podríamos decir que organizar un Gran Premio de MotoGP en un país sin tradición es como construir la casa por el tejado, pero en realidad la llegada del Mundial a Kazajistán ha de servir como catalizador, y conseguir que el espectáculo de MotoGP arraigue de tal manera que despierte el interés y el motociclismo kazajo se ponga en marcha. Hacerlo en el otro sentido, esperar a que se desarrolle el motociclismo local, evolucione y propicie la llegada de MotoGP, haría que resultara imposible. El mejor ejemplo es Catar, que de la nada construyó un circuito, ya cuenta con un campeonato regular e incluso ha tenido un equipo y pilotos en el Mundial.
Sin embargo, aunque nunca haya habido tradición, Kazajistán sí que ha tenido presencia en el Mundial a través del piloto Makar Yurchenko. Nacido en San Petersburgo, aunque de familia kazaja, Yurchenko se desplazó a los 14 años hasta España para formarse en las competiciones nacionales de promoción después de haber competido en diferentes categorías en Rusia, participando en PreMoto3 en el Campeonato de España antes de dar el salto a la MotoGP Rookies Cup en 2014, el FIM CEV Repsol en 2017, y finalmente el Mundial de Moto3 en 2018, donde completó 27 Grandes Premios hasta finales de 2019, logrando una séptima posición en 2019 como mejor resultado, y el 24º puesto esa temporada, antes de desaparecer de la escena mundial.
Un grano no hace granero, como dice el dicho, pero sin duda que la presencia de MotoGP en Kazajistán despertará el interés del país por un nuevo y desconocido deporte para ellos, y para los países del entorno. Es evidente que Asia pasa por ser el futuro de MotoGP. Con mercados donde el motociclismo se encuentra tan arraigado como Indonesia, Tailandia o Malasia, donde los pilotos son tratados casi como estrellas de rock, especialmente en los dos primeros, además de la incorporación de India, el motociclismo late con especial intensidad en toda Asia.