Más allá de ser un elemento de protección para un piloto, el casco ha sido siempre ha sido una forma de vincular a las estrellas del motociclismo con los aficionados, una forma de crear comunidad e identificación de los protagonistas de las carreras. Además, el casco tiene que reunir una serie de cualidades: ha de ser original y atractivo, debe reflejar las inquietudes y el ánimo del piloto, y sobre todo debe contar con un diseño atractivo. Incluso los fabricantes comercializan réplicas personalizadas de algunos de sus pilotos más populares.
¿Cuáles son los cascos más icónicos de los pilotos de MotoGP?
Para gustos están los colores, pero qué duda cabe que los cascos más icónicos de MotoGP son el resultado de un cuidado diseño. En ocasiones se tiende a maximizar los elementos gráficos del modelo, en parte también por la presencia de los patrocinadores en un espacio tan visible, pero conviven con otros modelos de estilo sobrio y esquemático que han triunfado entre la afición por su sencillez.
1. Arai RX 7V de Kevin Schwantz
Aunque hace ya ¡treinta años! que Kevin Schwantz se coronó campeón, el diseño de su casco Arai sigue siendo uno de los más populares entre los aficionados, y eso que cuando se coronó campeón en 1993 había comenzado a emplear un diseño diferente, obra de Aldo Drudi, justo la temporada anterior. Sin embargo, el diseño más icónico y exitoso de Kevin Schwantz es el que el piloto tejano empleó desde su debut en el Mundial en 1986, un diseño sobrio y esquemático que combinaba el color blanco de base con una gran franja azul central que cruza la calota de arriba hacia atrás, y una esbelta línea roja lateral que crecía por ambos lados.
Ese primer diseño tuvo en sus orígenes una base cromática diferente, pero cuando Pepsi se incorporó como patrocinador del equipo Suzuki en 1988, el diseño adoptó los colores corporativos de la compañía. Cuando la tabaquera Lucky Strike sustituyó a la marca de refrescos en 1990, Schwantz mantuvo su diseño, porque ya se había convertido en una seña de identidad propia.
2. Shoei Álex Crivillé
A lo largo de su carrera deportiva, Álex Crivillé ha empleado diversas decoraciones en sus cascos y ha corrido con diferentes fabricantes, pero es a partir de 1998 cuando empieza a utilizar equipamiento de Shoei y adopta el diseño que le acompañará hasta el final de su carrera deportiva, la temporada 2001, en la que realizó su última campaña mundialista.
El diseño estaba marcado por el uso predominante del color rojo, combinado con una franja central negra con otra posterior de color azul, junto con unas líneas amarillas y anaranjadas que irrumpían en algunas zonas, y la palabra Álex escrita en los laterales. Había una simetría total en el diseño.
3. Scorpion EXO R1-Air de Fabio Quartararo
Al joven campeón de MotoGP de 2021 se le conoce con el sobrenombre de “El Diablo”. Es una vieja costumbre de los pilotos incorporar un leitmotiv, una figura retórica que encarne y refleje su carácter y personalidad, y en este caso Fabio Quartararo eligió este. Y no solo lo incorpora en su mono, sino que se ve reflejado en su casco, cuyo diseño corresponde con la cara de un diablo.
Quartararo se incorporó a la nómina del fabricante coreano HJC en este 2023, después de varias temporadas trabajando con la marca francesa Scorpion, y curiosamente ambos fabricantes ofrecen en su catálogo este icónico modelo. El diseño de la cara del diablo no solo ha acompañado al piloto francés desde su debut en el Mundial de Moto3 (2015), sino que lo hace desde el 2008, cuando empezó a usar un casco réplica de Roberto Locatelli que dibujaba un demonio en la nuca. Desde entonces, lo ha mantenido a lo largo de todas las temporadas, independientemente de los equipos y categorías disputadas, y siempre combinando los colores corporativos de su escudería con su diseño personal.
4. AGV Pista GP R de Valentino Rossi
Hay una vinculación estrecha entre Valentino Rossi y la firma de cascos italiana AGV. Rossi debutó en el Mundial en 1996 en un equipo dirigido por Gian Piero Sacchi, que precisamente contaba con el patrocinio de AGV, y desde entonces siempre ha lucido en su cabeza los cascos italianos. También hay una historia de continuidad en el inconfundible casco de Rossi. Todos sus diseños son obra de Aldo Drudi, buen amigo del padre de Rossi, Graziano –que también fue piloto y se distinguió por la originalidad de su equipamiento–, una seña de carácter que quedó impresa en su hijo.
Los cascos de Valentino Rossi parten de un motivo base en sus diseños: “Sole e Luna”. Desde 1996 este concepto acompaña a todos y cada uno de sus cascos, como un emblema, como una seña de personalidad inquebrantable. Y sobre ella, Drudi ha ido evolucionando el concepto. A través de sus diferentes modelos, uno por cada temporada desde 1996 hasta 2021, apreciamos también cómo ha evolucionado el concepto del diseño a nivel global. Además del “Sole e Luna”, Rossi se ha acompañado de infinidad de diseños más, conmemorando diferentes situaciones, desde los cascos especiales que sacaba a relucir en Mugello y Misano, como los conmemorativos de sus títulos, o lo realizados para los entrenamientos de pretemporada, y todos ellos tenían un motivo concreto y un significado.
5. Shoei X-Spirit III de Marc Márquez
Casi desde sus inicios, Marc Márquez ha estado vinculado al fabricante japonés Shoei, y ha contado con un diseño base sobre el que ha girado todos los diseños posteriores que ha venido utilizando. Inicialmente el diseño del casco de Márquez correspondía con una acertada combinación cromática que encajara de forma adecuada con los colores corporativos de sus patrocinadores, una práctica habitual en los pilotos, que tienen en el casco un elemento promocional y de patrocinio fundamental.
A partir de 2010, Shoei se convierte en el suministrador de cascos de Márquez, un estreno que coincidió con su primer título. Pero no sería hasta su llegada a MotoGP en 2013 cuando entre en escena la figura que le acompaña en los diseños de sus cascos: la hormiga. La vimos por primera vez en el GP de Catalunya de 2012 y en el casco especial que se entregó a Márquez durante la celebración de su título de Moto2 en Phillip Island 2012, y desde entonces ha estado siempre presente, de un modo más o menos esquemático. ¿Y por qué una hormiga?, se le preguntó a Márquez. “Porque es el animal más fuerte del mundo”, dijo Marc.
6 AGV X300 de Giacomo Agostini
Durante la mayor parte de su carrera deportiva, Giacomo Agostini corrió con un casco Cromwell, un tipo de casco que caería rápidamente en desuso con la aparición de los cascos jet y los primeros integrales a comienzo de los años setenta del pasado siglo. Aunque parezca mentira, no fue fácil su implantación porque, lógicamente, un integral pesaba más que un Cromwell, y algunas federaciones llegaron a prohibir su uso porque consideraban que ese mayor peso podría resultar lesivo en caso de accidente… Sin duda, a los pilotos les costó acostumbrarse a ellos.
Agostini comenzó a utilizar el casco integral en 1972 y lo hizo de la mano de AGV. Lució siempre los colores de la bandera italiana y, precisamente, el logotipo del fabricante empleaba también la bandera italiana, así que no resultó difícil identificar los éxitos de Agostini con la marca AGV, convirtiéndose en el embajador perfecto de la marca. Todavía hoy, casi 50 años después de su retirada, AGV comercializa su casco réplica Agostini.
7. Shark Race-R Pro GP de Jorge Lorenzo
A lo largo de su amplia carrera deportiva, marcada por su temprano debut en el Mundial en 2002 cuando cumplió los 15 años, Jorge Lorenzo ha corrido con diferentes marcas de cascos, hasta que en 2016 se unió al fabricante francés Shark, con el que llegó hasta el final de su carrera deportiva en 2019.
Durante mucho tiempo, la cabeza de Lorenzo sirvió de escaparate y máxima exposición para uno de sus patrocinadores, pero desde 2009 fue el propio Lorenzo el que ideó un diseño que lo acompañó durante el resto de su trayectoria, una marca personal e inconfundible, “por fuera”, que se convirtió en un icono esquemático, pero claramente identificable. El origen de la idea tiene que ver con su primera victoria en el Mundial, un triunfo que consiguió en el Gran Premio de Río de 2003, en el que su arriesgada maniobra trazando por el exterior de la pista la permitió ganar la carrera. Y Lorenzo hizo de ella un emblema.
8. Arai RX-7V de Mick Doohan
Cuando Mick Doohan llegó a los Grandes Premios en 1989, adoptó un diseño de casco que lo acompañaría durante toda su carrera deportiva, y todavía hoy el Arai Doohan replica sigue siendo un casco icónico ampliamente admirado, que los aficionados siguen comprando con tanta frecuencia como las mejores novedades de la marca japonesa.
Doohan estuvo vinculado a Arai desde sus inicios. En su etapa como piloto oficial de Yamaha en Australia, bajo el patrocinio de la tabaquera Marlboro, decoró su casco siguiendo los colores corporativos del patrocinador. Cuando llegó al Mundial de 500 en 1989, adoptó otro diseño, de trazos rotos multicolores, en el que imperaban el rojo y el azul junto a unos trazos dorados, colores que combinaban a la perfección con Rothmans, patrocinador de Honda. Cuando Repsol pasó a decorar las motos de HRC, Doohan mantuvo su diseño pero abandonó el trazo dorado, un diseño que se mantuvo hasta el final de su carrera deportiva en 1999.
9. Arai RX-7V de Dani Pedrosa
Su llegada a la firma japonesa Arai se produjo a mediados de 2005, tras una tumultuosa experiencia con su anterior suministrador de cascos en las carreras de China y Portugal, donde su visera se empañó empeorando su visión. Aquello marcó su ruptura y el acuerdo con Arai, que todavía hoy, en su labor de piloto de pruebas de KTM en MotoGP y ocasional piloto invitado en algunos Grandes Premios, sigue ocupándose de su seguridad.
El diseño de Dani Pedrosa ha evolucionado con el tiempo, pero siempre ha estado dominado por la sobriedad y la simetría, con un estilo muy clásico y atractivo. En 2017 dio un giro absoluto a su diseño e incorporó una grafía japonesa que le identificaba con el lema del samurái, un diseño que ha mantenido en su etapa con KTM, aunque en el pasado Gran Premio de España incorporó en su lugar el dibujo de un samurái algo fantasmagórico tocado con un casco.
10. HJC RPHA 1 de Pol Espargaró
Como sucede con muchos pilotos del motociclismo contemporáneo, durante mucho tiempo Pol Espargaró no ha lucido ningún diseño personal completamente definido que lo hiciera identificable. Fue combinando la decoración del casco con la imagen corporativa de sus patrocinadores.
Fue en 2021, en su llegada al equipo Repsol Honda, cuando adoptó un llamativo rediseño, con una imponente cabeza de lobo presidiendo su calota, cambiando incluso de marca de cascos, pasando de AGV a HJC. Aunque esta temporada ha regresado al fabricante italiano, con el que ganó el Campeonato de Mundo de Moto2 en 2013 y le acompañó durante sus primeras campañas en el Mundial de MotoGP, el diseño del lobo se ha mantenido, eso sí, con un cambio de color: ha pasado del predominio del azul, al rojo.
11. Arai RX-7V de Nicky Hayden
El Campeón del Mundo de MotoGP en 2006 con el Repsol Honda, Nicky Hayden, siempre compitió con Arai, desde sus inicios en el dirt track de Estados Unidos, hasta su última campaña en el Mundial de Superbike. El piloto norteamericano no se distinguió por una decoración muy definida ni identificativa, sino que fue adaptando el diseño al momento, empleando trazos variados pero simétricos.
Lo que sí fue común en los cascos de Nicky Hayden fue el uso de barras y estrellas, algo muy propio de la cultura de Estados Unidos, por su referencia continua a su bandera como emblema representativo.
12. Arai RX-7V de Kenny Roberts
Uno de los cascos clásicos más reconocibles es sin duda el de Kenny Roberts: la inconfundible cabeza de águila blanca sobre fondo amarillo y negro de su emblemático diseño, le acompañó durante toda su carrera y es actualmente uno de los diseños de leyendas de Arai.
Aunque parezca contradictorio, Kenny Roberts nunca llegó a emplear en su carrera deportiva un casco Arai, sino que utilizó otras marcas, norteamericanas e italianas, pero nunca la japonesa Arai. Sólo en una ocasión se enfundó uno, y fue ya en un momento en el que llevaba muchos años retirado de la competición, para participar en un evento conmemorativo de las Ocho Horas de Suzuka, en el que volvió a subirse a la Yamaha FZ 750 que compartió en 1985 con Tadahiko Taira.
Habían pasado casi veinte años de su retirada, y Roberts eligió un casco Arai para la ocasión, decorado con su emblemático diseño. Después de aquello, Roberts pasó a formar parte de los pilotos de leyenda de Arai, y el fabricante japonés comercializa con éxito un casco réplica del norteamericano.
12+1. AGV X300 de Ángel Nieto
Si hay una figura legendaria en el motociclismo español, ese es Ángel Nieto. El añorado “12+1” tuvo una larguísima trayectoria deportiva en la que empleó diversas marcas de casco, pero la realidad es que desde 1980 y hasta el momento de su retirada tras su última temporada en 1986, Nieto permaneció vinculado a AGV, motivo por el cual la firma italiana no dudó en incluir un Ángel Nieto Réplica en su catálogo de la gama Classic.
El diseño del casco de Ángel Nieto lo ha acompañado desde sus orígenes en las carreras, cuando todavía se empleaban los modelos Cromwell. Lucía una franja negra central sobre un fondo blanco, acompañada por dos pequeñas alas a los lados, que sirven como anagramas de la velocidad, la esencia de las carreras. En sus primeras competiciones, la juventud y precocidad de Nieto hizo que hablaran de él como “el niño”, una denominación que le hizo gracia y no dudó en dibujar un chupete sobre su casco. Los repetidos éxitos y su maestría hicieron que lo de “el niño” cayera en el olvido, y el chupete dio paso a las alas…
No me creo que en este listado de icónicos no figure el de John Kocinski con el todos soñamos tener de jovenes.