En cierto modo soy mi propio mecánico, ¡no me queda otra!
¡Hola a todos!
Hoy voy a hablaros de mi experiencia como mecánico. Sí, es verdad que en pista tengo a mi equipo, ¡pero cuando voy a entrenar offroad no puedo contar con ellos! Normalmente me acompañan Jose y mi hermano Álex, aunque muchas veces mi padre también viene y nos lleva las motos hasta el circuito. Entre los todos nos encargamos del ajuste, y si se estropea algo, nos ponemos y miramos cómo arreglarlo. No es que vengan solo a ayudarme claro, entrenamos juntos y solucionar estos temas es un añadido al entreno.
La ventaja de ir en grupo es que si toca arreglar algo concreto que yo no sé hacer, Jose, Álex y mi padre me pueden ayudar y entre todos solucionamos el asunto. Claro que yo también ayudo a mi hermano cuando toca, nos apañamos bastante bien para tenerlo todo en orden cuando vamos a entrenar. Aunque no tengo a mi equipo de MotoGP conmigo, estoy contento con cómo nos las arreglamos, además de que así nunca entreno solo y podemos disfrutar trabajando en las motos.
Arreglar las cosas en mitad del entreno tiene sus desventajas, ya que disponemos de menos tiempo para centrarnos en la mecánica. Si estamos con un problema leve en mitad del entrenamiento, intentamos solucionarlo al momento, pero si queda poco para terminar, pues ya no sigo y me preparo para ensuciarme las manos. Si el problema es grave, volvemos tranquilamente a casa, y cuando estamos en Cervera lo arreglamos allí en el garaje.
Así que en cierto modo soy mi propio mecánico, ¡no me queda otra! Al final o lo hago o me quedo sin moto para entrenar si algo no funciona. Es algo que he ido aprendiendo desde pequeño, cuando íbamos los fines de semana a pista con mi padre y Álex. Me fijaba en lo que hacía mi padre, ya que era él quien hacía las tareas de mantenimiento. Yo, siendo como soy, tenía la inquietud de aprender a hacerlo todo no me perdía detalle. Siempre lo he tenido muy claro, de no haber sido piloto, me habría gustado estar en el mundo de las motos como mecánico.
Si tengo que daros un consejo a todos los que queréis dedicaros a la mecánica, es que siempre tengáis pasión por lo que hacéis, eso es lo más importante. Desde pequeño, siempre he tenido la curiosidad por las motos y el interés por entrenar. Si quieres aprender lo más importante es ponerle ganas y tener la voluntad para insistir en ello.
Todo eso con las motos, porque las chapucillas de por casa no se me dan tan bien… Alguna vez he intentado arreglar algo en casa, pero vistos los resultado, ¡creo que es mejor dejárselo a los expertos!