La importancia central del motor hace que cuente con una notable cantidad de sensores
Los sensores que lleva una MotoGP cumplen con diversos objetivos, todos alrededor de la captación de datos. Por un lado ofrecen un diagnóstico en tiempo real del estado de la moto, permitiendo su correcto funcionamiento. Por otro lado los datos se usan para programar determinados ajustes de la moto que facilitan un manejo más preciso. En una misma carrera la moto puede variar los ajustes de tramo a tramo si los ingenieros y el piloto lo consideran oportuno, y esto es posible gracias a los sensores.
Por normativa, todos los sensores deben estar homologados, aunque los equipos pueden montar sensores no homologados para realizar mediciones específicas durante los test, la FP4 y el warm-up.
Sensores de velocidad
Situados en ambas ruedas, estos dispositivos no solo se encargan de indicarle la velocidad al piloto, sino que además detectan la velocidad de giro de cada rueda. Estos datos permiten a la ECU (central electrónica de la moto) detectar deslizamiento o pérdidas de tracción. La centralita regula entonces el control de tracción, siendo un elemento fundamental para el manejo durante la carrera.
Sensores de recorrido de suspensión
Calculan el recorrido, posición y velocidad de la amortiguación. Gracias a ellos, posibilitan una puesta a punto mucho más precisa de la suspensión pues nos dará datos precisos de su comportamiento. Los sensores de suspensión son especialmente útiles en situaciones bacheadas (por ejemplo en circuitos como Silverstone) o si por ejemplo estamos llegando al límite de la suspensión. También son indispensables para el correcto funcionamiento del antiwheelie (evitar que la moto se levante y haga un “caballito”).
Sensor de posición del acelerador
Identifica en qué punto está el puño del gas y transmite esa información a la ECU mediante un sistema electrónico llamado “Ride by wire” (Literalmente significa conducir por cable). Anteriormente contaba con un cable metálico entre el acelerador y el cuerpo de mariposas de admisión.
Giroscopios y acelerómetros
Hay 6 de estos elementos dentro de la llamada “plataforma inercial”, un componente que nos ayuda a captar algunas de las métricas más básicas de la moto. Mediante estos elementos, podemos calcular la aceleración o deceleración de la moto, y también su grado de inclinación. La combinación de estos datos, los convierten en una herramienta indispensable. Son datos que por ejemplo podemos visualizar en la propia retransmisión de Dorna cuando conectan con la cámara subjetiva de un piloto.
Sensores en el motor
La importancia central del motor como elemento que impulsa el vehículo hace que cuente con una notable cantidad de sensores. Desde el sensor de temperatura del refrigerante, pasando por las revoluciones por minuto, presión del aceite, temperatura del aire de admisión… Cuando se trata del motor, prácticamente no hay detalle que quede sin registrar ¡y por buenas razones!
Sensores de presión del neumático
Incorporados recientemente al reglamento, estos sensores nos permiten conocer la presión del aire en el interior de las ruedas. Este dato se registra por seguridad de los pilotos y es de gran importancia para el desarrollo de los neumáticos.
Sensor de posición en el trazado
Este dispositivo es un transpondedor, que detecta la posición de la máquina en el circuito. Puede reconocer hasta 25 sectores diferentes lo que permite a la moto saber dónde se encuentra en cada momento. Gracias a esto los equipos pueden programar diferentes ajustes prácticamente para cada curva.
Todos estos datos permiten a los equipos realizar cálculos y mediciones que ayudan a la moto a ir más rápido. Pero incluso contando con todos estos datos, existe un sensor primordial que los procesa y los comunica. Estamos hablando del piloto, y es que al final, nada te permite conocer mejor una moto que estar encima de ella.