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El Campeonato del Mundo de MotoGP ha dado grandes pilotos y no menos singulares técnicas de pilotaje. Te mostramos los caminos que tomaron algunos de nuestros héroes para ser más rápidos o evitar cualquier limitación en la pista.
Si repasamos las técnicas de pilotaje de varios grandes campeones del motociclismo de velocidad, no tardamos en encontrar el caso de varios pilotos que, de una forma un otra, revolucionaron la forma de rodar en pista.
https://www.youtube.com/watch?v=FhmI0TWKgto
La rodilla de Roberts
Kenny Roberts sr. ganó tres títulos mundiales de 500cc entre 1978 y 1980 adoptando un pilotaje que empleaba la rodilla del piloto como tercer punto de apoyo sobre el asfalto en los virajes.
Roberts había aprendido esa técnica del finlandés Jarno Saarinen a principios de los 70 en Daytona (EEUU). Saarinen, campeón del mundo de 250 en 1972 y tristemente desaparecido al año siguiente en la llamada «tragedia de Monza», había desarrollado su técnica en las carreras nacionales de ice Racing, donde se compite sobre hielo sobre ligeras monturas calzadas con neumáticos de clavos.
El “control de tracción” de Spencer
En la era salvaje de las motos de 500cc con motores de dos tiempos, a comienzos de la década de los 80, la potencia de los motores sobrepasaba ampliamente la capacidad de agarre del neumático trasero. Controlar la brutal respuesta de las 500 en la salida de las curvas llevó al tricampeón del mundo Freddie Spencer a desarrollar un pilotaje verdaderamente singular en el que se servía del freno trasero.
El freno trasero, tradicionalmente empleado para aminorar la velocidad y ofrecer estabilidad, se convirtió en una herramienta de incalculable eficacia. En plena aceleración en la salida de los virajes, Fast Freddie accionaba ligera e intermitentemente el pedal de freno en el estribo derecho para evitar que el neumático deslizase en exceso sobre el asfalto debido a la fuerte aceleración.
https://www.youtube.com/watch?v=0RLq5xwTFm8
El pulgar de Doohan
Cuando Mick Doohan lideraba el Mundial de 500 de 1992 con más de 50 puntos de ventaja, no se podía imaginar que una inocente caída en la FP1 del GP de Holanda no sólo iba a constarle el título ese año, sino que condicionaría para siempre su pilotaje. Tras múltiples operaciones terminó perdiendo el juego del tobillo derecho, por lo que no podía accionar correctamente el pedal del freno trasero. La frase marcada en rojo no tiene sentido, ¿queréis decir que perdió la movilidad?
Ante las dificultades, Doohan pidió a los ingenieros de HRC montar una leva del freno trasero en el manillar izquierdo, bajo la maneta de embrague, un mecanismo que pudiera accionar con el dedo pulgar. Aquella solución permitió a Quick Mick pilotar de forma mucho más cómoda y, con el paso del tiempo, ganar cinco títulos mundiales de 500 consecutivos entre 1994 y 1998.
El codo de Márquez
Desde sus tiempos como piloto de Moto2 en 2011, y en sus famosos entrenamientos de dirt-track, Marc Márquez comenzó a explorar los límites de inclinación en las curvas empleando el codo.
Tal como había hecho Kenny Roberts apoyando la rodilla sobre el asfalto décadas antes, el piloto del dorsal 93 hizo habitual su técnica del codo en su paso a MotoGP a partir de 2013.
Este cuarto punto de apoyo ha permitido a Márquez contar con una nueva referencia dinámica cuando traza una curva al límite. También le ha servido para salvar incontables conatos de caída al perder adherencia en el tren delantero, cimentando con ello una leyenda en sí misma.
El manillar izquierdo de Pasini
Debido a las secuelas de una lesión practicando motocross a los 13 años, el ganador de grandes premios Mattia Pasini, que compite actualmente en Moto2, se sobrepone cada vez se sube a su moto a una minusvalía que le resta fuerza y operatividad en el brazo derecho.
En lugar de montar acelerador y freno delantero en su ubicación habitual, sólo cuenta con acelerador en el manillar derecho. La maneta de freno delantero se monta en el izquierdo, junto a la del embrague, con lo que el piloto debe ser especialmente habilidoso en el manejo de su mano izquierda. Al menos, la maneta de embrague apenas la emplea en el momento de la salida de carrera.
El brujo de Katayama
Por último, el caso del campeón del mundo de 350 en 1977, Takazumi Katayama, no podría estrictamente considerarse una técnica de pilotaje, aunque su curiosa costumbre antes de salir a pista sí estaba orientado a mejorar su rendimiento.
A finales de los 70 y principios de los 80, se vio en ocasiones al piloto japonés acompañado en el pit lane de un brujo –sí, has leído bien-. El ritual consistía en realizar un conjuro verbal acompañado de múltiples golpes al cuerpo del piloto y su moto con el objetivo de ¡ahuyentar a los malos espíritus!