Conoce la Fundación Isidre Esteve

Con dos centros puente, uno en San Cugat y otro en Vigo, y varios eventos de deporte inclusivo que realizan a lo largo del año, la Fundación Isidre Esteve surgió como una forma de dar solidez a los proyectos del piloto. La primera semilla se plantó con el cojín inteligente, una de las claves que ha permitido a Isidre volver al Dakar a su máxima capacidad. Otras de las ideas que ayudarían a dar comienzo a esta fundación fueron los propios centros puente, que se veían como algo necesario para permitir normalizar el deporte inclusivo.

Aunque las ideas eran buenas y atraían el interés de voluntarios que querían colaborar, esta gente no sabía cómo, al no haber ningún ente al que recurrir, y con la finalidad de facilitar las aportaciones y la ayuda surgió la fundación.

Los centros puente son el corazón de la actividad, lugares en los que se enseña a personas con alguna discapacidad física, enfermedades degenerativas y movilidad reducida en general, a realizar rutinas de entrenamiento. Aquellos que logran dominar estos ejercicios por si solos, se les busca un gimnasio convencional en el que puedan seguir entrenando por su cuenta de forma normal, mientras que para aquellos que siguen necesitando ayuda, las puertas del centro están siempre abiertas.

Los dos eventos principales que se llevan a cabo desde la organización, están ligados a los propios centros puente, con uno en Vigo en el que participaron casi 1000 personas y otro en Barcelona, en el circuito de Montmeló. El objetivo de estos eventos es unir a gente con y sin discapacidad para que practiquen deporte juntos, compitiendo juntos como forma de demostrar que la discapacidad no es una barrera y no se debe usar como un pretexto para apartar ciertas personas del deporte.

Los deportes que se promueven desde la fundación son necesariamente inclusivos, aunque también se ofrece apoyo a disciplinas dirigidas a personas con discapacidad, como por ejemplo la preparación física de varios equipos de baloncesto en silla de ruedas. A pesar de ello, el deporte debe ser un lugar de unión, que una persona con discapacidad pueda jugar al tenis o al tenis de mesa con su familia, o que pueda ir a esquiar o practicar piragüismo con sus amigos.

Precisamente el prejuicio de que la discapacidad es una barrera es uno de los principales retos para la fundación, que ve cómo a la gente se resiste a cambiar sus hábitos. En palabras de Lidia Guerrero, preparadora física de Isidre Esteve, el desconocimiento y la desmotivación pueden ser el peor enemigo: “Con el trabajo tan bonito y tan útil que hacemos no tenemos lista de espera, hay mucha gente que le cuesta dar el paso”.

En estas circunstancias, las redes sociales son claves para contactar con personas con una tendencia desafortunada al sedentarismo dada su condición. Las redes suponen una ventana al mundo, en el que el interés por las actividades y los futuros proyectos se plasma a través de comentarios y mensajes. “Estamos trabajando para abrir un centro puente en Madrid y nos están llegando por redes sociales muchas solicitudes para apuntarse a este centro”, nos cuenta Lidia.

A aquellos que quieran ayudar a la fundación, la mejor forma es hablando de ella, ya sea mediante redes sociales como en el boca a boca para dar la máxima difusión a las actividades que organizan. Las puertas de los centros puente están también abiertas siempre para aquellos que quieran visitarlos. “Siempre invitamos a que vengáis a ver cómo trabajamos, que vengáis a los eventos a conocernos y luego lo contéis, porque una vez lo has vivido se habla de otra manera que si te lo han contado o lo has visto en un vídeo”.

Fundación Isidre Esteve

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    centroponte@fundacioisidreesteve.org
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