“Nos ha fallado la adaptación electrónica del volante y mi copiloto Txema Villalobos ha tenido que ir embragando con los dedos durante toda la especial cuando yo le avisaba”.
Isidre Esteve ha debutado este jueves en el Rally de Marruecos, puntuable para la Copa del Mundo FIA de Rallys Cross-Country. El piloto del Repsol Rally Team afronta su segundo compromiso de la temporada, con el principal objetivo de poner a prueba su nuevo prototipo Sodicars BV6 en condiciones similares a las que se encontrará en el próximo Dakar 2018. La primera jornada ha estado marcada por una avería en el sistema electrónico de embrague de su coche que ha condicionado el resultado.
La prueba marroquí ha arrancado con una súper especial de 12 kilómetros en Fes que significaba el regreso de Isidre Esteve a la competición después del parón estival. Desafortunadamente, minutos antes de tomar la salida, se quedaba sin embrague por un problema en los mandos que tiene adaptados del volante, a causa de su lesión medular. “Justo antes de comenzar la carrera nos hemos quedado sin embrague por un fallo en el sistema de adaptación electrónica”, explicaba Isidre Esteve. Este inesperado contratiempo le ha hecho llegar 3 minutos tarde al control, aunque finalmente ha podido tomar la salida gracias a los conocimientos de mecánica del copiloto del Repsol Rally Team. |
“Txema Villalobos ha desmontado el sistema de embrague para poder accionarlo él con las manos desde el asiento del copiloto, cada vez que yo le daba la orden. Eso nos ha hecho ir a un ritmo muy bajo, aunque lo principal es que el equipo tiene tiempo suficiente para solucionar el problema y poder salir mañana con normalidad”, reconocía el piloto de Repsol y Onyx Seguros.
Su crono final ha sido de 19’38” que le ha situado 42º de la general y 11º de su categoría T1.2, reservada a los 4×4 diesel modificados. Eso le obligará a salir este viernes muy retrasado para afrontar la primera etapa del rally, con salida en Fez y llegada a Erfoud, después de completar 827 kilómetros en total, de los que 367 serán cronometrados.
“Será una etapa difícil, con dos enlaces muy largos y más de 300 kilómetros cronometrados. El recorrido será muy variado, con zonas lentas, subidas y bajadas y pista dura, aunque todavía no habrá dunas. Mi planteamiento será completar kilómetros para seguir avanzando en la puesta a punto del coche y en la preparación del equipo para el próximo Dakar, aunque siempre intento ser competitivo”, avanzaba Isidre Esteve.