Cada obstáculo tiene un análisis diferente, en dunas disfrutamos, el cambio de altitud es un palo para el cuerpo y un río es tener fe y decirte a ti mismo: “espero salir y espero salir bien”.
Box Repsol: Hola Isidre, es un placer tenerte otra vez con nosotros. Nos consta que este año el Dakar ha sido duro y con muchas complicaciones. ¿Qué valoración haces?
Isidre Esteve: Creo que está edición 2018 ha sido la más complicada que hemos corrido en Sudamérica. La del año pasado y la de 2009 en la que participé, no fueron tan completas. Las diferencias las han marcado las etapas de dunas en Perú, que han sido muy determinantes para nosotros. La dirección del Dakar ha diseñado un recorrido digno del 40 aniversario de la competición. Ha sido muy complejo, no solo en la dificultad de las zonas sino también en navegación. Además los horarios de las etapas han sido más largos que nunca. Que haya sido tan duro le da todavía más valor a lo que hemos conseguido.
BR: ¿Hay algún momento en el que lo hayas pasado especialmente mal?
IE: Debido a que las jornadas han sido más largas, hubo una etapa en la que tuvimos que empezar la última especial de 140 kilómetros a las cinco de la tarde. Recorrimos 50 kilómetros de noche, por una zona muy complicada con arena, barro y poca visibilidad, ya que las luces del coche eran un poco escasas. Otro tramo que nos costó bastante, fue la etapa que cruzaba de Perú a Bolivia, el cambio fue radical. Pasamos de estar a 500 metros a nivel del mar con dunas y buen tiempo, a una altura de 3.800 metros rodeados de nieve, fue un cambio muy drástico.
BR: De todos esos obstáculos (nieve, dunas, ríos), ¿cuáles te han hecho disfrutar y cuáles han sido más duros de superar?
IE: Antes de empezar la carrera analizamos el recorrido y vemos cuales van a ser los obstáculos, pero una cosa es lo que ves en el papel y otra lo que te encuentras. Yo creo que dónde más hemos disfrutado, ha sido en las dunas de Perú. Nos ha permitido vivir momentos difíciles, pero la sensación de superarlos es muy gratificante. El cambio de altura y de temperatura es muy duro a nivel físico, la adaptación nunca es tan buena ni tan rápida como uno desearía. Los ríos son un riesgo cuando decides cruzar uno, es un “Todo o nada”: o lo conseguimos y cruzamos o nos quedamos ahí atrapados. Cada obstáculo tiene un análisis diferente, en dunas disfrutamos, el cambio de altitud es un palo para el cuerpo y un río es tener fe y decirte a ti mismo: “espero salir y espero salir bien”.
BR: Hablas siempre muy bien de tu copiloto Txema Villalobos ¿En qué medida ha ayudado su labor al equipo?
IE: Es verdad que hablo bien de Txema, y es que no puedo hacerlo de otro modo. Ha hecho un trabajo excelente. En mi caso tiene una doble función que es determinante: él es quien me dice por dónde debo ir, es el navegante y si se equivocase nos perderíamos. Txema ha sido excelente a ese respecto. Por otro lado, cuando hay un problema yo no bajo del coche. Ya sea porque enganchamos en unas dunas o por un problema mecánico –un pinchazo, una rotura en el vehículo…- él debe solucionarlo todo. Por lo tanto, para mi ir con Txema es una garantía, ha realizado un trabajo impecable y estamos los dos muy contentos por ello. Estoy muy agradecido en ese sentido.
BR: ¿A pesar de las dificultades dirías que has disfrutado del Dakar?
IE: Si hubiese sido un Dakar fácil, al cruzar la meta no le daría el mismo valor que al haber sido tan complicado. Ha habido situaciones muy críticas, las hemos superado y eso es muy grande. Hay momentos que naturalmente son muy difíciles, pero estamos allí para superarlos. Si no fuese así, si no te pusiese en situaciones de este tipo, no sería el rally más duro del mundo. Lo que hemos encontrado este año es lo que perseguimos la gente que amamos este deporte, y si hay un rally que nos lo ofrece, esto es lo que queremos superar.
BR: ¿Entonces superar el desafío significa sufrir?
IE: Todo tiene un límite –Ríe- todo es muy bonito y muy aceptable siempre que lo superas. Cuando te quedas allí, naturalmente que no lo es. Cuando no lo consigues, la frustración puede ser enorme.
BR: En una entrevista anterior nos revelaste que debe haber un equilibrio entre lo que sufre el piloto y lo que sufre la máquina. ¿Se ha mantenido ese equilibrio?
IE: Se ha mantenido el equilibrio. El piloto es naturalmente responsable también de lo que sufre la máquina. La pista es difícil y sabes que hay dunas, y que hay que cruzar ríos que afectarán a la mecánica. Los pilotos exigimos a la máquina en función de lo que creemos que puede soportar y es nuestra responsabilidad encontrar ese equilibrio. Si te pasas, el coche no se queja, pero se para. Por fortuna en nuestro caso no ha sido así.
BR: ¿Crees que hay margen de mejora de cara al 2019?
IE: Hay margen de mejora con el coche y con el equipo. El coche concretamente tiene mucho potencial y detalles a pulir. Somos un equipo que entiende que tiene que mejorar constantemente y tenemos muchas ganas de hacerlo de cara al año que viene. Tenemos planes para adaptar el vehículo a la nueva reglamentación, que da más margen a la suspensión lo que nos permitiría un cambio de neumáticos. Somos muy conscientes de nuestros puntos flacos en esta edición, hemos tomado nota y sabemos qué hacer para mejorar.
BR: ¿Crees que los lubricantes Repsol te han ayudado a superar un desafío como el Dakar?
IE: Los lubricantes Repsol nos dan la garantía de que podemos llevar al máximo la mecánica. Son más de 45 años de experiencia en la competición, y que toda esa experiencia acumulada se pueda aplicar ahora a nuestro vehículo es un privilegio. Además, el hecho de que aún podamos mejorar en ese aspecto nos motiva todavía más. Cada vez que realizamos un cambio de aceite, tomamos muestras del lubricante usado y lo enviamos al Repsol Technology Lab de Móstoles donde analizan cómo ha afectado a la mecánica. De esta forma, al año siguiente podemos tener un material mejor. Para nosotros esta mejora continua y la posibilidad de colaborar en ella nos hace estar agradecidos.
BR: ¿Te vas a tomar unas vacaciones o vas de vuelta a entrenar?
IE: ¡Ahora toca descansar un poco por favor! –Ríe- Acabamos de llegar del Dakar y debemos tomarnos un respiro. También es un buen momento para reflexionar de cómo han ido las cosas y qué debemos hacer para mejorar. Dentro de mes y medio, me pondré en marcha para preparar el Dakar 2019.
BR: ¿Vas a seguir la temporada de 2018 de MotoGP?
IE: ¡Naturalmente que la voy a seguir! Estoy deseando ver cómo van los entrenamientos de pretemporada para los equipos. Además nos une una amistad con Marc, sobre todo porque vivimos cerca el uno del otro.
BR: Gracias Isidre ¡Esperamos que disfrutes de la temporada de MotoGP igual que nosotros hemos disfrutado contigo en el Dakar 2018!