Ser piloto en la Red Bull Air Race, la competición más rápida del aire, no es algo que todo el mundo pueda hacer. En una carrera, se pueden llegar a soportar más de 10G durante el vuelo. Eso supone que un piloto de 75Kg pueda llegar a pesar hasta 900kg durante un giro especialmente cerrado. Cuando esto pasa, las manos y los pies se vuelven mucho más pesados, con lo que moverlos para controlar el avión con la precisión que requiere es una ardua labor.
Y es que la precisión lo es todo en este deporte. Los pilotos cuentan con tan solo milésimas de segundo para ajustar la máquina en las posiciones adecuadas para sortear el trazado, sin olvidar que este se desarrolla en los tres ejes del avión (vertical, transversal y longitudinal) controlados por tres tipos de elementos distintos. Tampoco se puede uno olvidar de vigilar que el motor responda correctamente según lo exija cada maniobra, ni de la orientación de las palas de la hélice. Por si todo esto fuese poco, también hay que tener en cuenta toda la instrumentación del avión, para asegurarnos de que todo funciona adecuadamente.
Afortunadamente, el EDGE 540 V2 carece de algunos otros sistemas que sí son habituales en otros vehículos de este tipo y que añaden más complicación a la ecuación, como flaps, tren de aterrizaje retráctil o múltiples motores.
Para dirigir el aparato contamos dos mandos principales, la palanca de control y los pedales.
La palanca de control
La palanca de control está situada entre las piernas del piloto y con ella podemos realizar dos cambios en la actitud de vuelo. El primero es el “cabeceo” o pitch, que oriental el ángulo del avión según el eje transversal. Esto es, subir o bajar el morro de la máquina para ganar o perder altitud. La palanca se comunica con el timón de profundidad, situado en el plano horizontal de la cola, y que se mueve tirando de ella hacia el piloto para subir o empujándola para bajar.
Si se mueve la palanca hacia la izquierda o la derecha, esto afecta a la posición de los alerones situados en las alas. De esta forma, el movimiento en el eje longitudinal – también llamado “alabeo” o roll – se ve afectado. Esto inclina el avión a la izquierda o la derecha provocando un efecto de giro en el vehículo. Se trata de uno de los controles más críticos del EDGE 540 V2, ya que el avión puede llegar a girar 420º por segundo si accionamos la palanca a tope.
Los pedales
El timón de dirección, situado en la cola del avión es un elemento que se usa para corregir, ajustar o centrar la trayectoria del avión. Este timón se encuentra en una posición vertical y se controla con los pedales. Si el piloto presiona el pedal izquierdo, el avión girará hacia la izquierda en el eje vertical y viceversa. Este movimiento se llama “guiñada” o yaw, y pese a que pueda parecer que se usa para girar el avión, su función apenas afecta al giro y se usa para complementar el alabeo.
Orientarse en el aire
Cuando uno está volando, y más en un avión de vuelo acrobático, su posición está cambiando constantemente. Si giramos 90º respecto a cualquiera de los ejes, los controles que dirigen la dimensión horizontal pasan a controlar la vertical y viceversa.
Es muy importante contar con un buen sentido de la orientación, y ser capaz de adaptar los movimientos de la palanca y pedales a los rápidos cambios que se dan en carrera. Cuando el avión está en pista debe sortear los pilones, que se suceden a una frecuencia extremadamente rápida, al mismo tiempo que debe cruzar las puertas con la máquina completamente nivelada. El humo que desprende durante el vuelo, nos puede dar una idea de la precisión con la que el piloto está dirigiendo la máquina. Si la estela sigue la misma trayectoria del avión, podemos saber que el control está siendo ideal.
Seguridad ante todo
Antes siquiera de sentarse en el avión, el piloto debe comprobar que este se encuentra en buen estado. En primer lugar, se rodea el avión, comprobando los diferentes elementos como la hélice, sensores, superficies de control, niveles de carburante y niveles de lubricante. Cualquier daño o anomalía detectada en este punto debe ser reparada antes de continuar.
Una vez en cabina, se procede a comprobar la instrumentación y el movimiento libre de todos los controles siguiendo un Check list que viene indicado en el manual del aparato. Una vez está todo comprobado, el cinturón ajustado y la cabina cerrada, se procede a encender el motor y se realiza el rodaje hasta la pista de despegue. Mientras dura este trayecto, se comprueban los frenos y toda la instrumentación relativa al motor.
Una vez en pista se vuelve a comprobar el libre movimiento de las superficies de control, instrumentación de vuelo, selector de combustible y ajustes. Tras recibir el ‘OK’ de la torre de control, el piloto acelera suavemente hasta alcanzar la potencia máxima y despegar a una velocidad de 70 nudos aproximadamente.
Llegar a pilotar en la Master Class de la red Bull Air Race es una hazaña al alcance de unos pocos, entre ellos el piloto español Juan Velarde. Sigue sus resultados y el calendario de la competición con Box Repsol.