Gracias a su amplia y exitosa experiencia en el mundo de la competición, Honda ha sido, históricamente, capaz de acoplar a sus motocicletas de calle aspectos de la tecnología desarrollada en las monturas del Equipo Repsol Honda. Nos referimos a avances relacionados tanto con la construcción como con el equipamiento, como los que encontramos en el modelo 2020 de la Honda CBR 1000 RR-R Fireblade SP.
Así, HRC ha puesto a disposición de los afortunados propietarios de la CBR 2020, recursos propios de las máquinas que podemos disfrutar en los circuitos del Mundial, desde el chasis hasta el motor, pasando por la electrónica.
De esta evolución y experiencia ha nacido la versión más exclusiva de este modelo: la Honda CBR 1000 RR-R Fireblade SP.
El motor de la Honda CBR Fireblade
Nos encontramos ante un propulsor de nuevo desarrollo, ya que HRC ha puesto en manos de Honda un motor digno de competición. Este motor, de 1.000cc y alta compresión, dispone de una configuración de cuatro cilindros en línea y comparte diámetro y carrera con el de las RC213V-S. También incorpora una distribución mediante tren de engranajes en semicascada. Para reducir fricciones y pesos, y con el objetivo de aumentar las revoluciones del motor, cuenta con balancines finger-follower o de dedo deslizante, surtidores de lubricante con eyección a la parte inferior del pistón, bielas de titanio, pistones de aluminio forjado, y tratamientos anti fricción.
La entrada de aire al motor se realiza a través de la entrada frontal, rediseñada para forzar el paso a través de la pipa de dirección. Mientras, por el lado del escape, nos encontramos con una salida 4-2-1 y con un silenciador de titanio desarrollado junto a la prestigiosa Akrapovic. Gracias a sus pequeñas dimensiones y mayor ligereza, este elemento contribuye a una mejora notable en el reparto de pesos.
En HRC han trabajado a fondo en la reducción de fricciones y en la optimización de cada parte del propulsor de la Honda CBR 1000 RR-R. Un nuevo sistema de refrigeración en los cilindros asegura una temperatura más estable. Esa combinación de materiales ligeros y tratamientos térmicos en múltiples elementos garantiza un resultado final, sencillamente, sobresaliente.
También se ha logrado compactar aún más el conjunto, utilizando un nuevo cigüeñal de menor tamaño y reduciendo la distancia entre este y los ejes primario y secundario
.
Gracias a todo ello, las cifras del propulsor son asombrosas, 215 CV a 14.500 Rpm y 113 Nm de par a 12.500 Rpm.
Parte ciclo de la Honda CBR 1000 RR-R
Al igual que el motor, el chasis de aluminio con forma de diamante ha sido completamente renovado. El nuevo bastidor proporciona un equilibrio ideal entre bajo peso, rigidez y manejabilidad. Junto a él, el basculante ha sufrido también importantes cambios, basándolo en el de la RC213V-S y prestando especial atención al comportamiento en aceleración fuerte y durante las inclinaciones de ángulo elevado. Ambos elementos están realizados en aluminio y poseen un peso muy contenido.
El modelo dispone de un amortiguador de dirección con control electrónico, comandado por la ECU de la moto y en el que encontramos 3 niveles diferentes de actuación.
La suspensión está firmada por Öhlins y cuenta con una horquilla invertida delantera NPX de 43mm con torretas presurizadas y una configuración pro-link en la parte trasera con un amortiguador Öhlins TTX36 Smart-EC. Ambos elementos cuentan con el sistema S-EC de control electrónico semiactivo. Ambos trenes pueden configurarse de manera independiente y cuentan con tres ajustes que pueden cambiarse durante la marcha.
El sistema de frenado, a cargo de Brembo, cuenta con un doble disco frontal de 330 mm mordidos por pinzas de montaje radial de 4 pistones aligeradas, controladas desde una bomba en la maneta, también radial. En el eje trasero encontramos el mismo disco y pinza de la RC213V-S, una unidad de 220 mm y dos pistones.
La Honda CBR 1000 RR-R Fireblade SP descansa sobre neumáticos deportivos montados en llantas de 17 pulgadas, 120/70 ZR17 delante y 200/55 ZR17 detrás.
Electrónica de MotoGP para la Fireblade
La electrónica está presente en todos los componentes de la moto, desde el motor hasta las luces.
El control del acelerador es totalmente electrónico, throttle by wire, y es regulado según el programa que tengamos seleccionado.
Además, en el modelo 2020 se ha montado una nueva IMU o unidad de medición inercial, similar a las usadas en MotoGP. Es una unidad Bosch de seis ejes, uno más que en el modelo anterior, y controla todos los movimientos de la moto. Además, la ECU recibe datos también de los sensores de la suspensión y del motor, controlando en todo momento el funcionamiento global.
En la Honda CBR 1000 RR-R Fireblade SP encontraremos tres programas diferentes, uno para la entrega de potencia del motor, otro para el freno motor y otro para el control de wheelie, cada uno de ellos con diferentes niveles de actuación. Siguiendo con las ventajas que nos ofrece esta máquina, y gracias a todas las mediciones realizadas por la centralita, disponemos de un control de tracción de hasta nueve niveles, que nos permiten adaptar la moto a cada curva de un circuito de forma muy similar a como lo hacen Marc y Álex Márquez en el Mundial de Motociclismo.
La integración de la electrónica permite, además, contar con un modo de control de salida o Launch Control que mantendrá estables las revoluciones del motor de acuerdo al programa seleccionado, independientemente del gas que demos con el puño, y permitiéndonos centrarnos únicamente en soltar el embrague y controlar la dirección. Además, cuenta con un cambio rápido quickshifter de serie.
El sistema ABS es regulado también por la electrónica y cuenta con dos modos de funcionamiento: Sport y Track. El sistema controla la inclinación y el hundimiento de las suspensiones para modular su actuación, ofreciendo el mayor control posible ya sea en la calle o en el circuito.
Carenado y equipamiento en la Honda CBR 1000 RR-R SP:
Las últimas temporadas disputadas en MotoGP han permitido un desarrollo exhaustivo en la aerodinámica de las motos, y HRC ha trasladado sus avances a esta moto, dotándola de un nuevo carenado más agresivo y con un coeficiente aerodinámico optimizado.
El conjunto de tres aletas incorporadas en los conductos de los laterales del carenado otorgan la misma fuerza descendente que los equipados en la RC213V de 2018, ayudando a evitar caballitos en aceleraciones fuertes y dotando al tren delantero de una mayor estabilidad en las frenadas y entradas a curva.
Además, se ha rebajado la altura del depósito de carburante en 45 mm, ayudando a mantener un área más plana cuando el piloto se agacha. También se ha ideado una nueva cúpula con un ángulo optimizado para canalizar el aire sobre la espalda. El colín trasero y los guardabarros han experimentado también cambios en su diseño, logrando rebajar considerablemente la resistencia aerodinámica tanto en recta como en curva.
Tras la cúpula encontramos una pantalla TFT de cinco pulgadas a todo color, desde la cual controlaremos todos los parámetros de la moto y que es totalmente personalizable, pudiendo mostrarnos los datos que queramos.
Pasamos al manillar, donde encontraremos todos los mandos para controlar el funcionamiento de la electrónica, además de los habituales para cualquier moto de calle.
Para rematar el equipamiento contamos con iluminación full LED, y se ha dotado a la moto con la llave inteligente Honda Smart Key, Gracias a la cual se puede arrancar y desbloquear la moto sin sacar la llave del bolsillo.
La nueva Honda CBR 1000 RR-R Fireblade SP es, sin duda, una moto exclusiva, que nos permitirá disfrutar de todas sus prestaciones, acercándonos mucho a las sensaciones que viven los pilotos de MotoGP.