Se puede decir que todos los componentes de una moto tienen alguna utilidad, pero si los nombramos por orden de importancia, a buen seguro que la horquilla (que forma parte del tren de delantero) aparece entre los primeros. De su correcto funcionamiento y buen hacer dependen en gran medida la dirección, la estabilidad, la frenada y el confort de marcha, cuatro cosas realmente importantes y que se valoran mucho en una moto.
¿Qué es la horquilla de una moto?
Una de las definiciones de horquilla según la RAE es la de “pieza de un mecanismo con forma de “Y” que sirve para sujetar otras piezas y hacerlas girar”. Otra es la de “pieza que en las bicicletas o motocicletas va desde el eje de la rueda delantera hasta el manillar”. La verdad es que estas dos definiciones ayudan a saber, a grandes rasgos, qué es la horquilla de una motocicleta, pero vamos a profundizar un poco más en el tema, ya que esta parte de la moto puede dar mucho de sí.
Los vehículos necesitan incorporar unos anclajes elásticos entre su estructura principal y la superficie por la que circulan. Esta no suele ser uniforme y, por tanto, sus irregularidades producen constantes vibraciones que se traducen en elevaciones y hundimientos. A baja velocidad no es un gran problema, pero a medida que aumenta la velocidad, llega un momento que la moto empieza a dar saltos por efecto de la inercia, perdiendo contacto con el suelo y, por tanto, capacidad de maniobra o de reacción. Además, esos saltos se traducen en incomodidad para el piloto y el posible pasajero.
Para evitar estos efectos, entre las ruedas y el chasis se intercalan unos mecanismos que mantienen a la moto en “suspensión”, consiguiendo que los neumáticos “lean” mejor la superficie sobre la que circulan y aumente la comodidad de los ocupantes.
Historia de las horquillas para moto
Al principio las motos eran rígidas y los únicos elementos que amortiguaban algo las sacudidas eran unos muelles que se colocaban bajo los asientos. Sin embargo, pronto surgió la necesidad de dotar a la rueda delantera de una suspensión que mejorase el control y la manejabilidad sobre superficies irregulares.
Se probaron muchos sistemas y, hasta prácticamente mediado el siglo XX, las suspensiones delanteras no adoptaron una estructura similar a la que se utiliza actualmente. Fue BMW la primera marca en montar en una moto de serie una horquilla telescópica, un sistema que poco a poco se ha ido mejorando y que ha llegado hasta nuestros días muy perfeccionado, siendo claramente el más utilizado en motos tipo deportivas.
Tipos de horquilla de moto
Horquilla telescópica de moto. ¿Cómo es y cómo funciona?
Una horquilla telescópica está formada por dos brazos o patas que conectan el eje de la dirección con la rueda delantera, anclándose arriba a unos componentes denominados tijas y abajo al eje de la rueda. Cada brazo está formado por dos tubos, uno de mayor diámetro que el otro, que están colocados concéntricamente, de modo que el de menor diámetro se puede introducir en el otro, variando así la distancia entre las tijas y el eje. Por tanto y por citar unos ejemplos, funcionan de forma similar a los telescopios o a las antenas telescópicas, aunque generalmente estos poseen más de dos tubos concéntricos. Además, los brazos están cerrados por arriba y por abajo, y entre sus tubos hay selladores o retenes, por lo que sus interiores son estancos.
La solución que se utiliza para que el mecanismo haga las necesarias tareas de amortiguación es introducir un muelle helicoidal en el interior de cada brazo, de manera que tiendan siempre a estirarse al máximo, volviendo a esa posición tras comprimirse al pasar sobre baches u obstáculos, o tras realizar una frenada. Para ralentizar en cierta medida las oscilaciones de los muelles y frenarlas, la parte inferior de las patas se rellena con aceite de tipo hidráulico y también se incluyen unas válvulas que controlan el paso del citado aceite.
Al tubo de mayor diámetro se le denomina botella y al de menor se le llama barra. Y dependiendo si uno u otro están arriba o abajo, las horquillas telescópicas reciben distintas denominaciones. Cuando las botellas están colocadas abajo y las barras arriba, se dice simplemente que es una horquilla telescópica, y también “convencional” o “normal”.
Horquilla invertida de moto
Cuando las barras están abajo y las botellas arriba, se le denomina horquilla telescópica invertida o, simplemente “horquilla invertida”. Al principio todas las horquillas eran de tipo “convencional”, pero posteriormente, se idearon las “invertidas”. La razón de este cambio se debe al aumento de rigidez que se consigue.
De los dos elementos principales que compone una horquilla, el menos rígido es la barra; es de menor diámetro y además es hueca para permitir que en su interior se aloje el muelle, las válvulas y el resto elementos hidráulicos. De este modo las barras tienen menos rigidez que las botellas, lo que provoca flexiones e imprecisiones en la dirección, especialmente en motos pesadas, o de elevadas prestaciones y uso deportivo.
También las citadas flexiones dificultan el correcto funcionamiento de la suspensión al producirse un acuñamiento entre barras y botellas. Para evitarlo, a alguien se le ocurrió invertir la colocación de la horquilla, de modo que las botellas pueden ser más largas, y las barras más cortas, incrementándose así la rigidez del sistema. Otra de las ventajas de la horquilla invertida es que reduce el peso no suspendido, es decir, el que va unido a la rueda, lo que contribuye a que la dirección se sienta más ligera y se mueva con más facilidad de un lado a otro.
¿Se pueden regular las horquillas de moto?
Dependiendo de la superficie por la que se circule, de la velocidad o del peso que deba soportar, está claro que los requerimientos sobre la horquilla varían. Antiguamente las horquillas venían de fábrica con un reglaje interno que no se podía modificar desde el exterior, y para variarlo se debían abrir y jugar con la densidad de los aceites, la dureza de los muelles o incluso introduciendo casquillos de mayor o menor longitud para comprimir los citados muelles. Sin embargo, los distintos fabricantes de suspensiones fueron evolucionado las horquillas y, poco a poco, les añadieron distintas regulaciones que se podían efectuar desde el exterior utilizando las herramientas correspondientes.
La regulación más común es la que se permite actuar sobre los muelles, modificando su precarga. A grandes rasgos, es un tornillo pasante instalado en el tapón superior de cada brazo que al girarlo actúa sobre una arandela o placa que comprime más o menos el muelle. Al apretarlo, el muelle queda más comprimido, endureciéndose así la suspensión.
Por otro lado, en muchas horquillas ya es posible realizar regulaciones en uno o los dos sentidos. Cuando la regulación que se realiza modifica la rapidez con la que la horquilla se estira, se habla de que se modifica el hidráulico en extensión. Por el contrario, si la regulación frena en mayor o menor medida el hundimiento de la horquilla, entonces se dice que se modifica el hidráulico en compresión.
Estas regulaciones dependen mucho del tipo de conducción que se practique, de los gustos de cada conductor y también del peso que debe soportar la horquilla. Está claro que no es una operación sencilla, pero modificando las regulaciones poco a poco y memorizando (o apuntando) los cambios, se puede conseguir que una horquilla se adapte mejor a cada usuario y que, por tanto, la moto se comporte manera más eficaz y permita realizar una conducción más segura.
La mayor parte de las horquillas regulables permiten los mismos ajustes en cada una de sus patas. Sin embargo, para abaratar costes, en algunas la regulación del muelle está en una pata y la del hidráulico o hidráulicos en la otra. Y por lo general, si solo permiten regular el hidráulico en un sentido, lo más habitual es que sea en extensión. También existen las que disponen de los hidráulicos separados, en las que en una pata trabaja el hidráulico en extensión y en la otra en compresión. Por tanto, hay que prestar atención especial a estos detalles.
Cómo influye la horquilla en el comportamiento de la dirección de tu moto
Está claro que la horquilla telescópica se ha erigido como la mejor solución para la suspensión del tren delantero de una moto. Ha logrado imponerse a otros sistemas alternativos por su mayor ligereza, por lo relativamente sencillo que es incorporarle elementos hidráulicos y por su coste más reducido. Además de todo esto, su forma de trabajar, comprimiéndose al frenar a la entrada de las curvas y estirándose al acelerar en las rectas, hace que las geometrías de la dirección se adapten muy bien a cada momento.
Las cotas o geometrías de dirección de una horquilla telescópica se ajustan mediante la distancia de sus patas o brazos con respecto al eje de la dirección. Esto condiciona el ángulo de lanzamiento y el avance, los cuáles se ajustan dependiendo de cada tipo de moto, de la altura del conjunto y de la longitud de la propia horquilla. De este modo, no son iguales en una moto deportiva de asfalto, que en una de cross o en una custom.
Por tanto, el diseño de la tija y la pletina superior es lo que marca las cotas de dirección cuando una moto está “en reposo”, pero luego estas varían debido a la forma de trabajar que tiene la horquilla. Al hundirse y extenderse se producen variaciones en las geometrías de la dirección y estas, como es lógico, afectan a la conducción. Cuando la moto frena, la carga de peso que recibe la rueda delantera aumenta y la horquilla se comprime. Esto hace que la distancia entre ejes se reduzca, y también provoca que el ángulo de lanzamiento y el avance disminuyan, lo que hace que la dirección se vuelva más rápida, favoreciendo la entrada en las curvas. Por lo contrario, cuando la moto acelera, la carga de peso se desplaza hacia el tren trasero y la horquilla se extiende. Entonces se produce el efecto contrario, y la distancia entre ejes, el lanzamiento y el avance aumentan, lo que provoca que la moto sea más estable en línea recta, endureciéndose la dirección y reduciéndose el llamado “nerviosismo” frontal.
Por estos motivos, poner bien a punto la horquilla de tu motocicleta y dar con las geometrías de dirección correctas, supone mucho trabajo durante el desarrollo de una moto. Sí es cierto que, en algunas ocasiones, para contrarrestar movimientos indeseados de la parte delantera, se añade un amortiguador de dirección, un “pequeño” elemento hidráulico que frena esos movimientos en buena medida.
¿Qué mantenimiento requiere una horquilla de moto?
El mantenimiento de una horquilla depende mucho del tipo y la cantidad de uso que se dé a una moto. Sus cuidados también dependen mucho de las prestaciones, y de si hacemos un uso deportivo de ella o, por el contrario, si la utilizamos esporádicamente para dar paseos tranquilos.
Como has podido leer, la horquilla incluye aceite en su interior, y este se degrada y pierde facultades, tanto por el uso, como por el paso del tiempo. Por tanto, lo aconsejable es cambiarlo, como mínimo, cada dos años. Es cierto que este periodo se puede recortar en motos destinadas a uso deportivo o en aquellas que recorren más kilómetros de los considerados como normales. De todos modos, siguiendo las recomendaciones de cada fabricante, lo más probable es que una horquilla se mantenga en buen estado y funcione como es debido.
Aparte del mantenimiento periódico, es importante conservar limpias las barras, especialmente en la parte que se introduce en las botellas al comprimirse. De este modo se evitarán posibles daños en los retenes, unos aros o anillas que abrazan las barras, sellando así el sistema y evitando que el aceite salga al exterior. Es cierto que estos elementos están acompañados de otros aros llamados guardapolvos, cuya finalidad es la de limpiar las barras antes de que estas se introduzcan en las botellas y contacten con los retenes, pero si se mantiene limpia la zona, se prolongará su vida.
En el caso de detectar alguna fuga de aceite, habrá que solucionar el problema sustituyendo retenes, guardapolvos y aceite. En este caso, es importante añadir la cantidad correcta de aceite nuevo y que sus especificaciones coincidan con las recomendadas por el fabricante.
También los muelles se deterioran con el uso y se ablandan, perdiendo capacidad para extenderse tras comprimirse. Esto provoca que las horquillas se hundan más rápido de lo normal al frenar y que filtren peor las irregularidades del suelo. Igualmente prolongan el recorrido muerto de la horquilla, haciendo que la moto quede más hundida de delante cuando está parada. En el caso de detectar alguna de estas anomalías, habrá que sustituir los muelles, y aprovechar parar cambiar guardapolvos, retenes y aceite.
En motos provistas con caballete central, siempre es mejor utilizar este elemento en lugar de la pata lateral o de cabra al aparcarlas, especialmente cuando se estacionan durante largos periodos de tiempo. Cuando las apoyamos sobre la citada pata, la horquilla se somete a un esfuerzo lateral continuado que puede llegar a dañar los retenes y, por consiguiente, producirse una fuga de aceite.
Siempre hecho gasolina en Repsol coche moto todo
Gracias excelente información de Colombia muy importante
Excelente información, gracias.
Gracias por la información
Muybuena la información yo no sabía el tiempo de recambio del aceite y mi moto ya estaba notando una falla en ese sistema gracias
Exelente explicación 👍 para un correcto funcionamiento y mantenimiento 👍 de los motorizados novatos.
Me párese muy importante esa información porque hay. Osas que uno ignora del mantenimiento de una moto gracias
Excelente lo compartido, que Dios les bendiga
Gracias por estos datos, siempre ayudan a comprender los diferentes dispositivos y el funcionamiento que operan.
Es muy interesante lo que esplican sobre la suspención
Yo tengo un Voskhod 2M y tiene fuga de aceite y juego hacia delante y atrás en la zona de los retenedores de la horquilla telescópica delantera, Cómo puedo solucionarlo. alioskyelectra@gmail.com