¿Qué es un variador de moto?
A grandes rasgos, la transmisión variable continua es un tipo de transmisión automática que puede cambiar la relación de cambio dependiendo del acelerador y de las revoluciones, y de acuerdo a las necesidades de la marcha.
Su principal objetivo es garantizar que el motor opere dentro de su rango de RPM más eficiente, independientemente de las diferentes condiciones de carga y velocidad.
¿Cómo funciona el variador de un scooter?
Por lo que se refiere a su funcionamiento, el variador no incluye caja de cambios al uso con piñones y varias relaciones, sino que es un sistema que modifica la relación de la transmisión por medio de la fuerza centrífuga y de manera automática. Esto quiere decir que el conductor solo tiene que girar el acelerador para que el scooter emprenda la marcha y circule, sin la necesidad de actuar sobre otros mandos o palancas. Por sus características, la transmisión variable continua es ideal para realizar desplazamientos urbanos.
En estado de reposo o a bajas revoluciones, cuando los rodillos no actúan, la polea delantera o conductora se mantiene en su posición más abierta y, por tanto, la correa está más cerca de su eje (el cigüeñal).
De este modo el desarrollo es más corto, lo que ayuda a salir desde parado y a que la respuesta al acelerador sea más rápida a baja velocidad. Después, a medida que aumentan las revoluciones del motor, la fuerza centrífuga desplaza los rodillos hacia el exterior por unas rampas, obligando a que una de las superficies de la polea se desplace y se aproxime a la otra que es fija, de tal manera que la correa se separa del eje y se aproxime hacia la periferia, alargando así el desarrollo. Al aumentar el diámetro de la polea delantera, la tensión de la correa aumenta provocando la apertura de la polea trasera y, por tanto, reduciendo su diámetro. Está polea posee un muelle que la obliga a mantenerse en su posición cerrada en estado de reposo y a bajas revoluciones, y que va cediendo según aumenta la tensión de la correa.
Para que sea más fácil de entender, el funcionamiento de un variador es comparable al sistema de cambio de una bicicleta. Al llevar seleccionado delante un plato más grande debemos realizar más fuerza pero nos desplazamos más con menos pedaladas. Con un plato más pequeño hacemos menos fuerza, pero debemos dar más pedaladas para avanzar. Detrás es al contrario y cuanto más pequeño es el piñón, cuesta más pedalear pero se avanza más.
Partes de un variador
Un sistema de trasmisión variable continua está formado por dos poleas unidas por una correa trapezoidal. La polea delantera o conductora está unida con el cigüeñal, lo que quiere decir que está fijada a una de sus puntas, y es la que contiene el variador. La parte exterior de esta polea suele contar con unas aspas cuya función es la de absorber aire fresco del exterior para refrigerar el sistema. La polea trasera o conducida, que incluye el embrague, es la encargada de transmitir la potencia a la rueda posterior. Como has podido leer, ambas poleas están conectadas mediante una correa trapezoidal que mantiene su tensión prácticamente constante durante el funcionamiento, con las ventajas de un nulo mantenimiento, bajo coste de reposición y alta fiabilidad. Sí es cierto que se debe controlar su periodo de sustitución, que generalmente se controla por los kilómetros recorridos o por el tiempo transcurrido.
Dependiendo del tipo de scooter, de la cilindrada y del fabricante, el reemplazo de la correa se debe realizar entre los 10.000 y los 20.000 km, e incluso antes si hablamos de ciclomotores. Si no se sustituye a tiempo, su desgaste o deterioro puede afectar a la aceleración y a la velocidad máxima. Del mismo modo, puede llegar a romperse, lo que significa que nos quedaremos “tirados” en ese mismo instante, con el peligro que ello conlleva si ocurre mientras circulamos entre coches. Otras maneras de saber si toca cambiar la correa son los ruidos o chirridos que se pueden escuchar al poner el motor en marcha, o las vibraciones inusuales al desacelerar.
Tanto la polea conductora, como la conducida, están formadas por dos superficies independientes que se juntan o se separan dependiendo de las condiciones de funcionamiento. La conductora lleva adherido el variador y mediante unos rodillos pesados y el efecto de la fuerza centrífuga, hace que las dos superficies de la polea se aproximen a medida que aumenta el régimen de giro del cigüeñal, incrementando su diámetro y alargando de este modo el desarrollo. En la conducida ocurre lo contrario y en su caso las dos superficies de la polea se separan para reducir su diámetro. Por tanto, la polea conductora es la que determina el funcionamiento y la que incide en mayor medida en el desarrollo final.
Tipos de variador de moto
Existen distintos tipos de variador para moto, aunque lo más habitual es que la gran mayoría monten el de rodillos.
Variador convencional de rodillos
Los variadores centrífugos no suelen presentar grandes problemas. De hacerlo, principalmente suelen ser debidos a que los rodillos deslizantes pierden la circularidad debido al rozamiento que se produce durante el uso. También pueden mostrar desgastes las pistas de la campana por las que discurren los citados rodillos. De ahí que es conveniente realizar limpiezas periódicas de los elementos que componen el variador y aplicar un poco grasa de litio o de poliurea en el bulón del eje, y sin manchar con la citada grasa el resto de elementos. Este mantenimiento es aconsejable hacerlo, como mínimo, cada vez que se cambia la correa siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Variador transversal
Se puede afirmar que el variador de rodillos es el más convencional y el más utilizado con diferencia. Sin embargo, existe otro sistema de variador denominado transversal que simplifica el funcionamiento y mejora las prestaciones que puede ofrecer uno “convencional”.
El variador transversal, también conocido como axial, no cuenta con rodillos, sino que posee unos contrapesos generalmente fabricados en kevlar o fibra de carbono. En vez de desplazarse radialmente como los rodillos, estos contrapesos o masas se mueven transversalmente, aplicando una fuerza sobre la campana del variador y obligando a que esta se desplace para cerrar la polea y aumentar, así, el desarrollo. En este caso, la calibración de la campana y su peso son muy importantes para que este tipo de variador funcione correctamente.
Consejos para sacar el máximo rendimiento de tu scooter
En función de qué variador tenga montado tu moto, el rendimiento puede ser uno u otro, por lo que es importante conocer las características de cada uno.
Por lo general, los rodillos son metálicos y están forrados de un material plástico. Para resolver problemas de desgaste, suele ser suficiente con sustituirlos por unos nuevos, sin ser estos especialmente costosos. Los variadores de algunos scooters de altas prestaciones pueden incluir unas pequeñas guías de plástico que también conviene sustituir para evitar holguras y ruidos.
Para lograr más aceleración o una mayor velocidad punta, o las dos cosas a la vez, la industria auxiliar ofrece kits formados por rodillos más o menos pesados, y una campana con las rampas modificadas en inclinación y/o longitud con respecto a la de serie. En muchos casos el kit incluye un muelle para modificar también los tiempos de funcionamiento de la polea trasera.
Por otro lado, un variador transversal ayuda a que el funcionamiento de la transmisión sea más suave, lo que incrementa el confort de marcha. Del mismo modo, el motor funciona más relajado, aumentando su vida útil y reduciendo los consumos. Un variador transversal trabaja de manera más rápida y constante, tanto al acelerar, como al desacelerar, sin mostrar saltos o irregularidades durante su funcionamiento.