A no ser que tengas moto o scooter por motivos estrictamente prácticos, queremos pensar que alrededor de tu moto te gusta saber algo más allá que simplemente arrancarla, conducirla y echarle gasolina o cargar su batería. Si deseas ir un poco más lejos, a continuación vamos a contarte algunas cosas interesantes sobre la posibilidad de equipar tu garaje desde un nivel básico, hasta convertirse en un taller semiprofesional (o sin el semi…).
Equipamiento básico
Para el nivel y cantidad inicial de herramientas y consumibles para el mantenimiento de una moto o scooter que puedas necesitar, ni siquiera te hace falta un garaje; lo que necesitas cabe en un armario.
Si aspiras a tener limpia tu moto, perfectamente ajustada y engrasada, en este conjunto de herramientas no puede faltar un juego de llaves fijas, alicates o una pequeña caja de carraca, que además suele incluir puntas para destornillador, cabezas Allen de varias medidas y otros tipos. Con ellas puedes ajustar espejos, multitud de tuercas y tornillos, regular parabrisas, suspensiones y otras operaciones menores.
Al mismo tiempo, nunca olvides tener a mano un rollo de papel absorbente o ponerte unos guantes antes de tocar la moto; asúmelo como un principio. Los hay de todos los tipos: goma, distintos tejidos, con relieve para tener más adherencia, de látex, nitrilo y más o menos resistentes a la corrosión. Si no usas guantes, lo menos que te puede pasar es ensuciarte las manos. A partir de ahí, incluso producirte accidentalmente lesiones graves.
El usuario mínimamente autosuficiente también cuenta en su armario con un compresor de pequeño tamaño. Encontrar tu rueda sin aire puede ser una pesadilla a las 8 de la mañana. Los hay de todos los precios, pero uno básico ya servirá para que nunca te quedes tirado. Aerosoles para engrasar la cadena, eliminar arañazos y limpiar inmaculadamente tu moto también son imprescindibles. Para evitar otras sorpresas, no te olvides de un cargador de baterías ni de la cinta adhesiva -también llamada “santa cinta americana”-. Te puede sacar de cualquier problema. En 1970, los astronautas de la misión Apolo XIII regresaron con vida a la Tierra gracias a ella.
Nivel medio
El perfil de usuario con un nivel más avanzado en su taller de casa suele contar con garaje privado. A todo lo anterior, hay que añadir gafas protectoras y el mismo tipo de herramienta, pero con un nivel de calidad más alto. Esto incluye llaves fijas, maleta con juego carraca de mayor tamaño con extensores, accesorios y rango completo de medidas de vaso. Este nivel de herramientas se extiende a mordazas, alicates de diferentes tipos (punta, pico de loro, etc), destornilladores largos para carburación y recovecos complicados; también imantados para recuperar tornillos caídos en lugares inaccesibles.
Las operaciones que puedes realizar van más allá, como el cambio de aceite del motor, discos de embrague o rellenar niveles de líquidos de freno, embrague o refrigeración. En este punto, es importante recordar que debes disponer de recogedor de aceite y un depósito apropiado para los líquidos que deseches; también encargarte de llevarlo a un punto homologado para su reciclaje.
El mantenimiento puede no centrarse en una sola moto, si no que quizá haya máquinas de carretera y campo en el mismo garaje. Si tienes una moto con motor de dos tiempos de enduro o motocross, aquí aparecen caballetes, cajones de herramientas con ruedas, alumbrado con aumento, dispensador de papel, llaves planas, de codo o de tubo, entre otras.
Nivel semiprofesional
Para llegar a este punto, lo primero que hace falta es un buen espacio, amplios conocimientos técnicos, bastante experiencia
Hay distintas marcas de herramientas y equipamiento entre cuyos catálogos puedes encontrar todo lo necesario para empezar. Desde luego, ese garaje tiene que ser espacioso porque en él hay que trabajar en motos de distintas orientaciones (trial, enduro, carretera, scooter, bicicletas…).
Casi obligatoriamente, se debe contar con estanterías y muebles completos con banco de herramientas, compresor de más alta gama con manómetro, pistola mecánica, elevador de motos, comprobadores de corriente, caja de clemas, desmontadora de neumáticos, talonadora, equilibrador de ruedas, polea y punto de anclaje para colgar motores, sepiolita para limpiar cualquier pérdida, pistola de aire caliente, también para pintar, taladro, sierra metálica, rotaflex, lijadora y mil cosas más, pero también ropa y calzado adecuados.
Si te has vuelto loco, incluso puedes equipar tu taller con un banco de potencia para ajustar la puesta a punto de tu moto, pero deberás añadir equipo informático y un sistema de extracción de gases.
Foto cabecera: Repsol 2018