Imaginaros a unos Reyes Magos en moto cargados de regalos. Son este tipo de cosas las que pueden traer más alegría a unos niños que están en el hospital por culpa de una enfermedad como el cáncer. Y los Moteros contra el Cáncer de Málaga lo saben.
Pepe Reina es el orgulloso presidente. Cuenta que todo empezó en octubre del 2016, después de que él mismo pasara por la enfermedad. “Por suerte yo he conseguido salir adelante y vencer al cáncer, pero muchos siguen ahí, batallando, y nosotros queremos echar una mano en lo que podamos”. La idea la tuvo su hijo, José María, también aficionado a las motos. Ya tenían una peña que organizaba rutas los fines de semana, pero no estaban constituidos como motoclub. No fue difícil convencer al resto, y pronto, además de registrar el nombre y el logo, se pusieron a buscar de qué manera podían colaborar.
La imagen del motero solitario, individualista y rebelde que ha creado el cine poco tiene que ver con la actividad de este motoclub. “La gente cree que vivimos a lo loco, que vamos dando acelerones por la vida y que pasamos de todo, pero nada de eso. Los aficionados a las motos somos como todo el mundo, con nuestra familia, nuestro trabajo y nuestras aficiones. En nuestro caso, añadimos el tema solidario, y la verdad es que nos encanta ser útiles a la sociedad”.
Una de las últimas acciones de los Moteros contra el Cáncer de Málaga ha sido visitar la casa Ronald McDonald de la ciudad, donde se hospedan familias con niños enfermos que están esperando o recibiendo algún tipo de tratamiento. Ese fue el día en el que los chavales vieron a sus majestades llegar a lomos de una Honda Gold Wing. “Tendrías que haber visto sus caras, eso no tiene precio”. Ese día consiguieron que otros motoclubs, como los de Fuengirola, Torremolinos y Estepona, se unieran a la fiesta con sus motos y con más regalos. Entre todos aportaron un montón de juguetes. A Pepe le encanta que empiece a “cundir un poco el ejemplo”, pero no por aquello de humanizar la figura del motero, sino por la “necesidad de acompañar a personas, sobre todo a niños, que lo están pasando mal”.
Aunque este evento es el que abre el año solidario en la asociación, y uno de los más importantes dentro de esta, en este año y medio también han participado en la recogida de dinero para un niño de 9 años que perdió una pierna a consecuencia del cáncer. Sorteos, conciertos, espectáculos de humor, camisetas…, lo que sea para echarle una mano a la familia. A un guardia civil que quedó parapléjico le llevaron una cama mecanizada a su casa de Granada. Quizás uno de los pocos días en los que habrán tenido que echar mano de algo que no sea una moto para moverse.
Y con todo este trabajo, ¿les queda tiempo para ir en moto? Claro que sí, una cosa no quita la otra. Son muchos los fines de semana en los que tienen eventos en un punto u otro de Andalucía. Aprovechan esas citas para programar sus rutas. De esta manera, si tienen que ir de Málaga a Sevilla, en lugar de tomar la vía rápida, optan por carreteras secundarias que ayuden a saciar su hambre de kilómetros. Rutas y solidaridad: sin duda, una idea genial.
Foto cabecera: Moteros contra el cáncer | Facebook