Foto: Motociclismo
Año tras año, las marcas se esfuerzan en mejorar sus motos y, entre otras cosas, la seguridad es uno de sus principales focos de atención. Existen toda una serie de elementos denominados de seguridad activa que cada vez están más presentes en las motos modernas y que, sin lugar a dudas, han contribuido a que hayan avanzado mucho en el apartado de seguridad.
Todos ellos forman parte de lo que conocemos como la electrónica de una moto y ayudan a dosificar cosas como pueden ser la frenada o la entrega de potencia del motor. Además, también controlan la tracción del neumático posterior, el freno motor, los “caballitos” o el funcionamiento de las suspensiones dependiendo de parámetros como la velocidad a la que se circula, la carga que lleva la moto en cada momento e incluso la manera de conducirla.
También el diseño, el reparto de pesos y las geometrías del chasis, contribuyen en buena medida a que las motos se comporten mejor y sean más seguras. Igualmente, la evolución que ha habido en los últimos años en componentes como frenos y suspensiones, o los propios neumáticos, ha supuesto que las motos den un gran paso adelante en lo que a seguridad se refiere.
¿Qué aspectos hacen a una moto segura?
IMU
Son varios los elementos que dotan a las motos de seguridad, sin embargo, el IMU es uno de los principales. El Inertial Measurement Unit, en español “Unidad de Medida Inercial” es una cajita que se encarga de regular la electrónica de una moto. La principal función de esta pequeña caja es permitir que el conductor pueda aprovecharse de todas las ayudas electrónicas e incluso de otras más avanzadas.
Una IMU utiliza una tecnología denominada “Sistemas Mecánicos Micro Electrónicos” (MEMS). Esto nos dice que sus componentes son mecánicos y no puramente eléctricos, a pesar de tener una apariencia muy similar a los microchips que podemos encontrar en un ordenador o en un teléfono móvil. Una IMU incluye giroscopios y acelerómetros, y los utiliza para medir con precisión tanto la aceleración en una dirección lineal como los cambios de orientación. En la actualidad la IMU más utilizada la fabrica la firma alemana Bosch y es de seis ejes. De este modo, la IMU puede medir hasta seis movimientos posibles, tres de ellos lineales y otros tres rotacionales.
Los lineales son de izquierda y derecha, de arriba y de abajo y de adelante y de atrás. Luego están los rotacionales que miden el “cabeceo” frontal que se produce al frenar y al acelerar, y otro que computa los movimientos inversos que se producen en la parte trasera (se hunde al acelerar y se levanta al frenar). Del mismo modo la IMU también mide las fuerzas que se producen al inclinar en las curvas y en los cambios de dirección.
Toda esta información se recopila gracias a múltiples sensores instalados en sitios estratégicos de las motos. De este modo la IMU sabe en todo momento a qué velocidad circula la moto, de qué manera está acelerando su conductor, a cuántas revoluciones está girando el motor, qué relación está engranada en la caja de cambios, cuánto se están hundiendo o extendiendo las suspensiones, si los neumáticos están patinando, si las ruedas se despegan del suelo al acelerar o al frenar…
Toda esta información permite que la IMU controle la aplicación de demasiadas fuerzas sobre los frenos, la falta de agarre de los neumáticos por excesos con el acelerador o con la inclinación en las curvas, los caballitos, etc.
ABS (Anti-lock Bracking System o Sistema Antibloqueo de Frenos)
Fue el primer sistema de seguridad que se incorporó a una moto. En caso de detectar pérdidas de agarre de los neumáticos al frenar, este sistema reduce de forma electrónica la presión que el conductor está ejerciendo sobre los frenos. Como es lógico, el ABS ha evolucionado mucho con el paso de los años y ahora, gracias a la IMU, permite ser regulado y ser más o menos intrusivo, y, además, pueden contar con “asistencia en curva”, también llamados “ABS inteligente”.
Frenada combinada
Quizás puede ser el sistema de seguridad más discutido. Se basa en que al presionar la maneta del freno delantero también se actúa sobre el freno trasero. Igualmente ocurre al pisar el pedal del freno posterior, que se manda presión al freno anterior.
Control de tracción
El control de tracción, también llamado reductor de par motor, suele ser regulable para que sea más o menos intrusivo, y permita más o menos deslizamientos del neumático posterior al acelerar. Así es posible adaptarlo al tipo de conducción que se vaya a practicar y también al agarre de la superficie por la que se circule.
Modos de motor
Permiten regular la entrega de potencia del motor y dosificarla. En algunos casos los valores máximos de potencia y de par son los mismos, pero se marcan diferencias ante aperturas parciales del acelerador, para que la respuesta sea más o menos rápida, o más o menos directa. En otros modos sí que se rebajan los valores máximos de potencia y de par, para aumentar la seguridad al conducir sobre superficies húmedas, sucias o con poco agarre. También se pueden utilizar estos modos con menos potencia cuando se desea realizar una conducción sosegada o ahorrar algo de gasolina.
Control anti-caballito
Funciona de manera parecida al control de tracción, reduciendo la entrega de potencia y par en el momento de que el sistema detecta que el neumático delantero se ha despegado del suelo en aceleraciones enérgicas, haciendo que la rueda delantera pierda altura para retomar el contacto con el suelo. Algunos controles de este tipo pueden ser regulados y permiten realizar ciertos “caballitos” a una altura intermedia.
«Launch control» o control de salida
Una vez activado, permite realizar salidas desde parado soltando la maneta del embrague de golpe a la vez que se gira el acelerador al máximo. En motos muy potentes no es fácil confiar en el sistema la primera vez, pero el caso es que la moto sale haciendo patinar el embrague en su justa medida, sin derrapar de atrás y sin apenas levantar rueda delantera.
Suspensiones semi-activas o «inteligentes»
Gracias a la IMU combinada con una centralita específica, sensores y acelerómetros colocados en puntos estratégicos de la moto, los hidráulicos se regulan mediante unas válvulas electrónicas incluidas en la horquilla y en el amortiguador. Por un lado, pueden ser ajustados a golpe de botón, ofreciendo varios modos en sus tarados y, por otro, se autorregulan para minimizar sus movimientos, tanto en compresión, como en extensión. Así se adaptan en milésimas de segundo a nuevas necesidades para que la moto se comporte de la mejor manera posible. Por otro lado, algunos modelos montan un sistema electrohidráulico en el amortiguador que actúa sobre la precarga muelle, permitiendo modificarla con tan solo presionar un botón y así adaptarla a una utilización en solitario, a dúo o con maletas.
Otra novedad que está llegando a las suspensiones es el control adaptativo de la altura de la moto. Se trata de un ajuste totalmente automático de la altura en función de las condiciones de uso, garantizando el mayor confort de marcha posible y el mayor dinamismo durante la conducción. Por ejemplo y hablando de algunos modelos trail, en conducción alegre por carretera rebaja la altura de la moto para que esta tenga una mayor estabilidad. Sin embargo, al practicar una conducción por pistas de tierra, eleva el conjunto, aportando as una mayor altura libre y unos recorridos más largos a las suspensiones, tanto delante, como detrás.
Asistente de arranque en pendiente
Conocido igualmente como asistente de arranque en cuesta, es una ayuda para poder arrancar desde salida en parado cuando la moto está en una cuesta arriba. Funciona como un “freno de mano” y mantiene el freno trasero presionado sin necesidad de mantengamos pisada su palanca. Se desactiva solo en cuanto las ruedas comienzan a girar con la ayuda del motor.
Control de velocidad automático o «control cruise«
Sistema que ayuda a mantener una velocidad constante sin necesidad de estar pendiente del velocímetro. Muy interesante para viajes y trayectos largos por carretera. Se desactiva con solo girar el acelerador o presionar alguno de los mandos de los frenos.
Control de presión de los neumáticos
Gracias a unos sensores colocados en las válvulas de las ruedas, en la pantalla de la instrumentación se puede ver la presión de los neumáticos en todo momento. Además, este control hace saltar una alarma cuando la presión de alguno de los dos neumáticos desciende por debajo de la recomendada por el fabricante.
Sistema de alerta de colisión frontal o «Frontal Collision Warning»
Actúa sobre los frenos y el acelerador cuando detecta que un objeto se acerca demasiado rápido al frontal de la moto. Este sistema incluye varios sensores de proximidad y cámaras repartidos estratégicamente por la moto. Permite regular la distancia de activación, y además de desacelerar y frenar la moto, puede emitir alertas visuales y sonoras.
Aviso de cambio de carril
Supervisa los cambios de carril a la derecha y a la izquierda, y ayuda a realizar estas maniobras de manera más segura. Un sensor de radar colocado en la parte trasera de la moto, además de cubrir el llamado “ángulo muerto”, advierte de los vehículos que se aproximan por detrás. La advertencia llega al conductor mediante un símbolo que se ilumina en el espejo retrovisor del lado al que pensamos hacer el cambio de carril.
¿Cuáles son las motos más seguras del mercado?
Es importante decir que hoy en día todas las motos tienen un nivel de seguridad muy elevado y parejo. De hecho, en cuanto un fabricante incorpora un avance en sus motos, rápidamente la competencia se actualiza. Por ejemplo, un elemento tan crucial como la electrónica, hoy en día se ve homogeneizado en la gran mayoría de modelos tanto de una marca como otra, que acaban utilizando la misma de un fabricante especializado.
Honda CRF1100L Africa Twin
El auge del segmento de las trail hace que las principales novedades del mercado se vean en este tipo de motos. Un buen ejemplo es la Africa Twin, modelo legendario de Honda que incorpora los elementos más actuales en cuanto a la seguridad del piloto. Un buen ejemplo es la modalidad «Gravel» entre sus configuraciones de mapa electrónico del motor, que permite aumentar la seguridad del piloto al controlar la entrega de potencia en pistas de grava.
BMW R 1300 GS
La marca alemana acaba de presentar su nueva maxitrail y, como no podía ser de otra forma, ha seguido incrementando su equipamiento. De serie, dispone de cuatro modos de conducción -que incluyen el enduro, y otros tres modos opcionales-, control del par en las reducciones, asistente de arranque en cuesta, y opcionalmente incluye los controles de Crucero Activo, Aviso de Colisión Frontal y Aviso de Cambio de Carril, guiados por un radar frontal, además de la ya habitual luz de giro adaptativa «Headlight Pro”. Otro elemento pensado para evitar choques por alcance y para ayudar a reducir la gravedad de los accidentes es el aviso de colisión frontal (FCW), que interviene en la frenada. En este aspecto, el ABS totalmente integral la maneta de freno de mano activa tanto los discos delanteros como el trasero, igual que lo que ocurre con la palanca.
Honda CBR 1000 RR-R
El segmento de las deportivas es donde tradicionalmente las motos han incorporado sus mejoras provenientes de la competición. Por ejemplo, la superbike de Honda cuenta con launch control, antiwheelie, quickshifter, ABS, en definitiva, todo lo necesario para hacer tu conducción lo más segura y eficiente posible.
Yamaha YZF R1 M
Muestra de este escaparate que son las superbikes, son las mejoras que incorporan también en cuanto a suspensiones o electrónica, campos en constante evolución para responder a la competencia. Desde los distintos modos de control electrónico de la frenada, la gestión del freno motor, o el famoso control de tracción. Evidentemente, estamos hablando de superbikes, motos hechas por y para la velocidad, así que para aprovecharlas al máximo y con toda la seguridad, deberás llevarlas a un circuito, en el que se muestran cada vez más fáciles y agradables de conducir, sin olvidar que son aparatos de más de 200CV que requieren experiencia y concentración para llevarlas como es debido.
Kawasaki Ninja H2 SX
La sport-turismo más potente del mercado destaca por su motor dotado de compresor y con 200 CV declarados, cifra que asusta un poco pero que, en la práctica, es una moto fácil de llevar. ¿Cómo es eso posible? Gracias a su equipamiento: modos de motor, control de crucero adaptativo, detección de puntos ciegos, luces con función de inclinación, instrumentación TFT a color, pantalla elevada, y un largo etcétera dedicado a facilitar la vida al piloto.
Excelente informacion los felicito