Juguemos. Imaginemos qua la Gran Muralla China es una construcción lineal y completamente paseable de inicio a fin. Dejemos de lado que en realidad está formada por pedazos, que en muchos tramos no se puede ni recorrer a pie, que si se te ocurre meterte en según qué lugares será un milagro si sales con vida. Imaginemos que tienes la posibilidad de recorrerla entera en moto. Tú y un par de amigos. ¿Cómo sería ese viaje? ¿Cuánto tardarías en recorrerla de punto a punto? Empecemos.
No es cuestión ahora de repasar exhaustivamente la historia de esta impresionante fortificación, pero cuatro datos bastarán para darnos cuenta de que nuestra peculiar salida en moto no va a ser coser y cantar. Del mismo modo que despliegas mapas para preparar tu ruta del fin de semana, conocer un poco el detalle de la Gran Muralla vendrá bien antes de aventurarnos en este asalto imposible de una de las maravillas del mundo. Fueron distintas las dinastías que levantaron este muro desigual y discontinuo. Y si lo de construir la Sagrada Familia de Barcelona te parece que se está alargando demasiado, piensa que esta pared se empezó en el siglo V antes de Cristo y no se terminó hasta el siglo XVI. Primera reflexión: el suelo va a ser cambiante (piedras y ladrillos), así que ojo con la elección del neumático.
Luego tendrás que decidir si te quedas con el tramo más conocido, el diseñado por la dinastía Ming, de 8.851 kilómetros, o si te animas con todos los pedazos de muralla, que suman 21.196 kilómetros, según un estudio hecho público por el gobierno chino en el 2012. Vamos a suponer que todos ellos están en buen estado, aunque la realidad es que solos unos pocos centenares estarían para soportar el paso de una pequeña banda de moteros.
Pero antes de decir cuánto tardaríamos en recorrer la Gran Muralla de punta a punta, vamos con algunos de los problemillas que nos encontraremos por el camino. Primero: la línea atraviesa básicamente terreno rural, así que lo de conseguir combustible va a ser extremadamente complicado. Nota mental: hacer sitio en la moto para un par de bidones. Segundo: si la moto tiene algún problema mecánico, no esperes encontrar un taller durante la travesía. Más vale que partas con unos conocimientos mínimos de mecánica porque te puedes quedar tirado a miles de kilómetros de cualquier hombre vestido con un mono azul y una llave inglesa en la mano. Tercero: procura organizar tu viaje para los meses de abril-mayo o para octubre-noviembre, los más recomendables a nivel climático para visitar China. Y cuarto: si no hay combustible, tampoco te va a ser fácil encontrar comida y agua. Carga la moto tanto como puedas y reza para que las aldeas que vayas encontrando por el camino tengan a bien invitarte a pasar a su casa y a sentarse a su mesa.
Vamos ahora con el cálculo aproximado de cuánto tardarías en recorrer esos más de 21.000 kilómetros de Gran Muralla. Teniendo en cuenta que el terreno no da para echar mano de las marchas largas, la velocidad de crucero va a ser más bien escasa. Pongamos que realizamos unos 200 kilómetros diarios. Podrían ser más, pero dadas las condiciones y el estado de la superficie, más vale ser conservadores. Si añadimos las posibles averías mecánicas, contratiempos de todo tipo y que quizás nos quedamos un par o tres de días en un mismo lugar porque nos encanta, la conclusión es que vamos a necesitar unos cuatro meses para completar toda la ruta.
Esta ha sido la narración de un viaje improbable. Pero si un día decides intentarlo, no dudes en avisarnos. Será un placer demostrar que, en ocasiones, la ciencia ficción se convierte en realidad.