La provincia de Barcelona es sin duda un lugar privilegiado para los amantes de las rutas en moto. Su climatología mediterránea permite disfrutar de la moto todos los días del año, y tanto las carreteras como las poblaciones del entorno de la ciudad condal son perfectas para realizar entretenidas rutas a los mandos de una moto sin necesidad de realizar grandes desplazamientos.
A continuación, te ofrecemos tres de las mejores rutas en moto desde Barcelona ciudad. Todas ellas se pueden realizar en menos de un día y son rutas sencillas que puedes abordar con todo tipo de motocicletas, desde las más deportivas a las Trail, pasando por aquellos modelos para conductores noveles que estrenan carnet y cuentan con motos de cilindrada media, como la Honda CB500F.
Ruta 1: Barcelona-Costa Brava-Barcelona
Comenzamos por la popular ruta en moto por la Costa Brava. Sale desde Barcelona por la carretera C-31 hacia Badalona. Una vez superada esta localidad, la ruta discurre por la A-32 o autopista del Maresme hasta adentrarse en la provincia de Girona hacia Blanes, donde se toma la famosa GI-682 que lleva hasta Tossa de Mar. Desde esta localidad hasta Sant Feliu de Guíxols recorre una de las carreteras más reviradas del mundo, famosa por sus 365 curvas, su buen asfalto y por no atravesar ninguna localidad. Si es cierto que en verano puede haber más tráfico del deseado debido a que discurre pegada a la costa y da acceso a distintas calas en las que es posible darse un baño, pero si se escoge un día fuera de la temporada estival, el disfrute puede ser máximo a los mandos de una moto.
Después del atracón de curvas, Sant Feliu de Guíxols es un sitio perfecto para almorzar o comer dependiendo de la hora, con buenos y variados restaurantes. Tras el necesario avituallamiento, si aún quedan ganas de más curvas se puede regresar a Barcelona por el mismo sitio en sentido contrario. Si lo que se busca es un camino más rápido y directo para volver a casa, se puede continuar hasta Palamós y La Bisbal d’Empordá, y más adelante tomar la AP-7 o autopista del Mediterráneo en sentido Barcelona.
Ruta 2: Barcelona-Macizo del Montseny-Barcelona
Otra de las rutas en moto desde Barcelona es la ruta en moto por el Montseny. Está diseñada para recorrer las mejores carreteras que cruzan de un lado a otro el conocido macizo. Sale de la ciudad hacia el norte y tras pasar Santa Coloma de Gramanet discurre por la C-33 hasta Santa Perpetua de Mogoda, donde se desvía por la C-59 hacia Moyá. En este punto gira a la derecha y la ruta comienza a ser más revirada, pasando por las localidades de Tona, Seva (lugar de nacimiento de un tal Álex Crivillé) y Viladrau. A partir de aquí la carretera se retuerce hacia uno y otro lado con un sinfín de curvas hasta llegar a Campins. En este pueblo hay varios sitios para comer, pero el restaurante La Falda del Montseny tiene muy buena reputación entre los motoristas por su ubicación y por la calidad de sus viandas.
Más tarde sigue en dirección Sant Celoni y tras un tramo poco revirado nos adentra de nuevo en el Parque Natural del Montseny por el lado gerundense. Después de otro variado recorrido con muchas curvas vuelve de nuevo a Seva para girar a la izquierda, subir hacia El Brull y adentrarse por tercera vez en el Montseny. Luego desciende hacia la AP-7 que nos lleva de nuevo a Barcelona. Si quieres hacer una parada, puedes ir a Coll Formic, en El Brull, uno de los restaurantes donde puedes comer antes de seguir con tu ruta.
Ruta 3: Barcelona-Prades-Barcelona
Terminamos nuestra selección de rutas en moto desde Barcelona con la llamada ruta de los Monasterios. Esta tercera ruta sale en sentido inverso a las dos anteriores, y también es conocida como la ruta de Mazinger Z. El primer nombre es debido a que discurre junto a monasterios de la orden del Cister como los de Santes Creus o Santa María de Poblet, y el segundo a que también pasa muy cerca de una estatua del gigantesco robot de la conocida serie japonesa de manga. Al poco de salir de la ciudad y de superar L’Hospitalet de Llobregat, la ruta recorre la A-2 para desviarse por la C-37 poco antes de llegar a Igualada. Esta carretera se caracteriza por su buen asfalto y rápidos curvones. Poco después de superar el Pont d’Armentera, ya en la provincia de Tarragona, se llega al desvío de la urbanización Mas del Plata, junto a Cabra del Camp, en la que se encuentra la estatua de Mazinger Z, un lugar válido para hacer una foto y tomar un café en el ‘Xiringuito’ que está junta a ella. Desde aquí, el recorrido comienza a ser cada vez más revirado y se puede elegir la localidad de Prades para comer, o también la de Poblet que está poco después. Tras reponer fuerzas, la ruta nos lleva hasta Santa Coloma de Queralt por la C-241d, una carretera más rápida y espaciosa, y con muy buen asfalto. Luego bordea de nuevo Igualada para adentrarse en la A-2 en sentido Barcelona.
Ruta 4: Barcelona – Garraf – Barcelona
Otra alternativa que nunca falla para empezar una ruta desde Barcelona son las costas del Garraf. Los 20 kilómetros iniciales para salir de la capital catalana y llegar a Castelldefels por la C-31 son un trámite necesario, pero una vez se llega al municipio del Baix Llobregat, empieza el espectáculo. Los seis carriles de la autovía se convierten mágicamente en uno de ida y otro de vuelta, y lo que hasta Castelldefels era una autovía que circulaba por el interior, se convierte en una sinuosa carretera a pie de costa que bordea los acantilados de todo el Garraf. Más de ochenta curvas, miradores, calas e incluso un templo budista te esperan antes de llegar a Sitges, preciosa localidad perfecta para realizar la primera parada de la mañana.
Y de Sitges a Sant Pere de Ribes, última parada del Garraf antes de dejar la parte mediterránea de la ruta para dar paso a la de montaña y adentrarse en el Penedés y, de nuevo, en el Baix Llobregat. En Sant Pere cogeremos la C-15 para subir por Sant Miquel d’Olèrdola hasta llegar a Vilafranca del Penedés, aunque si la parada no es necesaria, se puede rodear hasta llegar a Sant Pere Molanta y dirigirse así al Observatorio Astronómico del Parque del Garraf, donde haremos una segunda parada para recorrer, a nuestro gusto, este espacio protegido.
Tras el paso por el Parque, volveremos a conectar con la C-31, y los que tengan ganas de más, en Gavà pueden realizar la segunda parte de nuestra ruta. Si no quieres regresar otra vez por la autovía, en ese punto empieza la subida a Begues, siguiendo por Olesa de Bonesvalls, Vallirana, Molins de Rei i la Floresta, acabando nuestro itinerario bajando por la mítica Arrabassada, con la obligación, eso sí, de parar en el Mirador del Tibidabo para disfrutar de unas impagables vistas de Barcelona.
Ruta 5: Barcelona – Cadaqués – Barcelona
Otra ruta con punto de inicio Barcelona es ir dirección norte, hasta Cadaqués. Eso sí, habrá que ser paciente, ya que si no quieres recorrerte por carreteras la mitad de Catalunya en un solo día, lo que te recomendamos es ir por la autopista A7 hasta Figueres, y a partir de allí tomar dirección Roses. En ese punto puedes tomar la GI-614 e iniciar el ascenso hacia el Cap de Creus y Cadaqués, uno de los pueblos más bonitos de todo el litoral español. Para la vuelta, te recomendamos la bajada por Port de la Selva, Llançà y una última parada en Perelada y su popular castillo. A partir de aquí, puedes regresar a Barcelona de nuevo por autopista, o adentrarte al interior de la provincia de Girona, pasando por Besalú, Olot y Vic.