Como seguramente sabréis, el wrapping es una técnica artesanal que permite personalizar cualquier vehículo que se desplace por tierra, mar o aire con láminas de vinilo autoadhesivo.
No hay límites para la imaginación: logos, motivos gráficos, fotografías, ilustraciones, dorsales, texturas brillo, mate, metalizadas, satinadas, etc.
La técnica del vinilado permite personalizar lo que quieras, como quieras y donde quieras, desde las molduras hasta el carenado o las llantas de tu moto.
Entre las ventajas que ofrece el vinilo destaca su facilidad de instalación aplicando calor –un proceso rápido, limpio y reversible– y que, además, protege la carrocería de la moto de la inclemencias meteorológicas.
Desde hace pocos años existe la posibilidad de “pintar” con vinilo líquido, y como su propio nombre indica sigue siendo vinilo, y el resultado final es igual al de las láminas, pero esta vez la aplicación es similar a la pintura. Después del secado el resultado es muy parecido.
Por último, también hay que tener en cuenta su resistencia y durabilidad. Los vinilos se limpian igual que las superficies de pintura tradicionales, con agua, jabón y trapos de microfibra. Incluso se puede utilizar agua a presión siempre y cuando no se aplique directamente sobre los extremos del vinilo.
Ahora que ya sabéis un poco más sobre los vinilos, pasamos de las palabras a los hechos para mostraros los vinilados de motos que más nos han fascinado en la galaxia internetera.
Cromado espejo oro
CRF cross sticker
Llantas únicas en 3 colores
Camuflage
Elegancia en negro mate
Motivos florales
Imágenes alegóricas
Dorsal frontaz
Fantasia ilustrada
Depósito en fibra de carbono
Gráfica combinada con cromo plata
Foto cabecera: Repsol