Todo el mundo acumula una mínima experiencia con trabajos manuales de modelismo, al menos durante la infancia. Sin embargo, abrumados por el estrés de la vida adulta, no es fácil encontrar una actividad que calme la tensión y obligue a hacer cada cosa a su debido tiempo, sin prisas y siempre pensando en el mejor resultado.
El modelismo es para muchos esa actividad y, más concretamente para los entusiastas de las carreras de velocidad, existe un amplio abanico de fabricantes que ofrecen kits con instrucciones súper precisas para lograr un resultado espectacular. En el caso de algunos, incluso, las instrucciones son básicamente los planos de la propia moto de competición.
Las motos de Gran Premio han sido uno de los temas preferidos del modelismo sobre dos ruedas, en la mayoría de los casos en escalas 1:12, 1:9 y 1:6. Existen infinidad de modelos basados en máquinas de gran premio de suma relevancia en la historia de la competición, desde motos de MotoGP de la última década hasta monturas históricas de momentos clave de la historia del campeonato. ¡Incluso puedes construir tu propia unidad de la Honda RC213V con que Marc Márquez ganó el título de MotoGP en 2014 con 13 vitorias en 18 carreras!
Para que te hagas una idea, una moto de GP a escala 1:12 mide 16 cm de largo por 10 cm de alto, así que es mejor que entre tu equipamiento básico cuentes con un flexo provisto de una lupa con buenas prestaciones. Hay varios modelos en el mercado y no cuestan mucho más que un flexo convencional.
Como hemos mencionado, las instrucciones de los fabricantes no se olvidan de ningún detalle, aunque requieren sumar atención para no pasar nada por alto en el proceso de pintado y ensamblado de las distintas piezas. Los colores también vienen claramente especificados, pero para lograr la máxima fidelidad puedes acudir a Internet o revistas en las que puedas apreciar al detalle la moto real. Las pinturas pueden tener una base de esmalte o ser acrílicas, según tus preferencias.
El montaje comienza casi siempre por el motor, debiendo unir el bloque de éste con cada cilindro, carburador, bujía, así como pintar cada pieza del color indicado; no olvides que nos estamos refiriendo a piezas que algunos casos miden menos de un centímetro. Los conductos de refrigeración, así como los cables de bujías a bobinas, válvulas de escape o acelerador vienen con una longitud concreta que deberás respetar escrupulosamente para un óptimo resultado.
La parte del chasis y las suspensiones y ruedas delantera y trasera suelen ser el siguiente paso, donde puede que ya debas ubicar algunas calcas de patrocinadores técnicos. No hay que posponer ese momento, ya que en una fase posterior puede no ser tan sencillo ubicarlas en el lugar correcto. Estribos, soportes de carenado, latiguillos de freno y otros detalles te esperarán a continuación, para dar paso finalmente al montaje de las fibras externas y posicionar las últimas calcas.
Hay un mínimo kit de herramientas necesario para cortar, pegar y pintar piezas, pero esto es como cualquier afición. Si tienes recursos y ganas, puedes hacerte con infinidad de productos para lograr un resultado profesional. Como anécdota, un fabricante japonés ofrece incluso kits similares al maquillaje con brocha, aunque los tonos disponibles están pensados para simular el aspecto del metal de los tubos de escape como resultado de la alta temperatura.
Como en el resto del mundo del modelismo, puedes decantarte por un modelo concreto, con o sin piloto, o lanzarte al proyecto de crear un diorama de parrilla, actividad en el pit lane o el parque cerrado. Hemos visto algunos y el resultado es espectacular.
Fotos: Repsol